El esposo de la Reina Isabel II fue sometido a una cirugía para desbloquear una arteria, tras sufrir dolores en el pecho. El nonagenario se preparaba para celebrar Navidad con la familia real en una finca

El príncipe, de 90 años y que es el consorte real que ha pasado más tiempo en el puesto, se preparaba para pasar Navidad con otros miembros de la familia, entre ellos el príncipe William y su esposa Kate, en su finca de Sandrigham, en el este de Inglaterra.

Fue ingresado en el hospital de Papworth, uno de los principales centros de cardiología británicos y situado en Cambridge, según un vocero del palacio de Buckingham.       "El duque de Edimburgo tenía una arteria coronaria bloqueada que le causó dolores en el pecho", informó el palacio en un comunicado. "Esto fue tratado con éxito por medio de un proceso mínimamente invasivo usando un stent", añadió. "El príncipe permanecerá en el hospital por un corto tiempo bajo observación", finalizó el documento. El hospital declinó realizar comentarios.

Felipe, una figura clave en la casa de Windsor y conocido por su carácter directo, estaba alojado con otros miembros de la familia real en su propiedad de Sandringham en la campiña, en Norfolk, al este del país, según la BBC.      A pesar de su edad, Felipe ha tenido por lo general buena salud y ha seguido con una atareada agenda de obras benéficas y compromisos sociales.

Nacido en la isla griega de Corfú en 1921, sirvió en la marina británica antes de casarse con Isabel en 1947. Tienen cuatro hijos, entre ellos el heredero al trono, Carlos. El príncipe no tiene un papel establecido. En privado se le considera la cabeza indiscutible de la familia, pero el protocolo obliga al hombre apodado "el segundo estrechón de manos" a pasar su vida pública un paso por detrás de su esposa.