Son muchos los escenarios que se plantean para este nuevo período de 6 años que dan continuidad a un proceso revolucionario que ya cuenta con 14 de trayectoria, y aún con muchos problemas no resueltos. El propio Chávez en más de una oportunidad durante su campaña, reconoció estar aún en deuda con el pueblo venezolano en materias como vivienda, educación y muy especialmente, seguridad personal.
Alexander Barrio. Director General de LLORENTE & CUENCA República Dominicana
Introducción__________________________________________________
En el año 1998, unos meses después de celebrarse 40 años de un período democrático en Venezuela, en el que era usual la “alternabilidad” en el poder de los dos principales partidos del país cada cinco años, nadie habría podido imaginar que el Teniente Coronel de las Fuerzas Armadas que seis años atrás se había dado a conocer a través de un golpe de estado fallido, sería el responsable de llevar las riendas de Venezuela durante al menos 20 años.
El pasado domingo 7 de octubre, la mayoría de los venezolanos inscritos en su patrón electoral hicieron esto realidad, al favorecer con un poco más de 8 millones de votos al presidente ya en ejercicio desde hace 14 años, Hugo Chávez Frías, para un nuevo período presidencial de seis años, lo que lo mantendrá en el poder hasta el año 2019.
Según el boletín oficial del Consejo Nacional Electoral, organismo responsable de los procesos electorales venezolanos, Chávez obtuvo 1 millón 500 mil votos más que su contrincante Henrique Capriles Radonski, joven líder de la oposición venezolana, con una dilatada trayectoria política que a pesar de sus 40 años de edad, le ha permitido ocupar desde la presidencia de la Cámara de Diputados del antiguo Congreso de la República, hasta alcalde de Baruta, uno de los principales municipios del distrito capital y más recientemente Gobernador del estado Miranda, uno de los más importantes territorios de la región capital del país.
Pero se comenta que con este resultado, hasta la Oposición resultó triunfadora, pues con un poco más de 6 millones 400 mil votos, se presenta por primera vez en los últimos 14 años, como una fuerza única con la que el ganador tendrá necesariamente qué sentarse a discutir sobre los temas más sensibles de la población, si quiere mostrarse como el presidente de todos los venezolanos, para lo cual no podría despreciar la opinión de casi la mitad del país.
La campaña___________________________________________________
Tres meses fue el período oficial de campaña electoral, marcado por el ya tradicional discurso agresivo y frontal de parte del presidente reelecto, en contra en este caso de Henrique Capriles Radonsky, y un discurso conciliador, aunque en oportunidades también severo, en contra de señalamientos específicos de su contrincante, por parte del candidato opositor.
En el caso de Hugo Chávez, su estado de salud, afectado en el último año por un agresivo cáncer que le llevó a estar prácticamente separado de sus funciones al menos físicamente, durante todo ese período, determinó que por primera vez en 14 años, su desempeño como candidato se viera disminuido en términos de recorridos por el interior del país, contactos directos con electores, y hasta a nivel discursivo.
En contraste, el candidato opositor aprovechó su juventud para recorrer el país entero en tres oportunidades durante el período de tres meses, primero visitando casa por casa, luego pueblo por pueblo, y terminando durante la última semana, con visita a los 23 estados del país en tan sólo 7 días.
Durante esos 3 meses de dura campaña, fueron muchas las encuestas que se llevaron a cabo en el país, mostrando casi todas resultados que colocaban de nuevo a Hugo Chávez en la silla presidencial con una ventaja de hasta 20 puntos, hasta los días más cercanos al proceso electoral cuando la mayoría de las predicciones sólo le otorgaban al presidente, unos 4 puntos por encima del candidato opositor, lo cual presentaba a claras luces, un empate técnico entre ambos candidatos.
Lo que viene__________________________________________________
Son muchos los escenarios que se plantean para este nuevo período de 6 años que dan continuidad a un proceso revolucionario que ya cuenta con 14 de trayectoria, y aún con muchos problemas no resueltos. El propio Chávez en más de una oportunidad durante su campaña, reconoció estar aún en deuda con el pueblo venezolano en materias como vivienda, educación y muy especialmente, seguridad personal.
La preocupación viene de los anuncios que ya se han hecho desde el gobierno central, con antelación al proceso electoral regional, entre los que destaca particularmente un proyecto ya rechazado por la población en el referéndum del 2007, en el que de alguna manera se transfiere gran parte del poder de las Gobernaciones y Alcaldías, a las comunidades organizadas, que en el marco del proceso revolucionario chavista se denominan “comunas”.
Justamente dentro de apenas nueve semanas, específicamente el 16 de diciembre, los venezolanos se volverán a dar cita en las mesas de votación, en esta oportunidad para elegir 22 Gobernadores de estado, de los cuales en este momento se concentran 17 en manos del oficialismo y 5 bajo el control de la oposición.
Es ante este escenario que los resultados de las elecciones presidenciales de hace un poco más de una semana, en las que el candidato opositor logró obtener un total de 6 millones 400 mil votos, lo que significó un 46% de los votos, cobran una gran importancia puesto que sería una base sólida para alcanzar un número mayor de gobernaciones, y por ende control regional. Pero esto definitivamente no garantizaría que la oposición venezolana cuente con más “poder” político, si nos trasladamos a las anteriores elecciones regionales en las que el sector opositor logró triunfar en la Alcaldía Mayor, cargo supra municipal que abarca a los cinco principales municipios de Caracas, para el cual fue electo por mayoría popular el conocido líder opositor Antonio Ledezma.
Apenas se conoció su triunfo, el presidente Chávez “creó” por decreto una nueva figura gubernamental, que llamó Jefe de Gobierno de Caracas, cargo que en jerarquía fue colocado por encima del Alcalde Mayor, y absorbiendo no sólo gran parte del control de la ciudad de Caracas, sino la mayoría de los recursos económicos que le correspondían por ley, dejando a Antonio Ledezma, prácticamente sin dinero y sin responsabilidades de gobierno.
Y a esto precisamente es que apunta el escenario más factible en caso de que la oposición se haga con más gobernaciones de estado, pero en lugar de crear nuevas figuras políticas con un poder superior, el control estaría en manos de las comunidades organizadas como se mencionó anteriormente, y cuya mayoría se encuentran en manos de adeptos al sector oficial.
La economía__________________________________________________
Tras los resultados del 7 de octubre, el sector privado sigue siendo uno de los más preocupados, pues también ha sido uno de los más “golpeados” del proceso revolucionario, si se toma en cuenta que según aseguran algunos analistas, durante estos 14 años el gobierno venezolano ha expropiado más de 1000 empresas, con la intención de reactivarlas bajo el control de los trabajadores, pero también se asegura que más del 70% de estas compañías expropiadas ya no existen, básicamente por mala gestión de los nuevos administradores. De igual manera hay quienes indican que la producción petrolera, principal fuente de ingresos del país, ha caído alrededor de un 22% desde que Chávez asumió el poder en 1999, alcanzando para el momento sólo unos 2 millones de barriles diarios.
Tan sólo 4 días después del proceso electoral, se produjo el anuncio de una nueva Marca que dejará de ser fabricada en el país. Hyundai anunció la cancelación del acuerdo que tenía con una empresa local para la producción de más de 70 vehículos diarios, “por razones estrictamente de negocios”, pero que viene antecedida por un largo período de inconvenientes para la importación de piezas necesarias para el ensamblaje y la tardanza en los trámites para repatriación de capitales, dado el control cambiario vigente en el país.
Precisamente el control de cambio es una de las incógnitas más importantes para el momento actual, pues todos los análisis establecen que es insostenible mantener este esquema, así como es prácticamente un hecho que en muy pocos días el Gobierno venezolano se vería en la obligación de devaluar una vez más la moneda. Actualmente la tasa oficial de la divisa norteamericana se ubica en 4,30 bolívares por dólar, pero en el mercado paralelo, la divisa se cotiza en no menos de 11 bolívares.
Mientras tanto el Gobierno exhibe unas cifras económicas que terminan siendo irreales, o al menos ilusorias, pues el crecimiento del Producto Interno Bruto del que han hecho gala durante los últimos doce meses ha sido motivado por una alta liquidez monetaria, influida por el aumento del gasto público en no menos del 30% en sectores como la construcción y el petróleo, en contraste con la drástica caída en el sector industrial y el minero, los cuales contaban con cifras importantes antes de la llegada de Chávez al poder.
Tomado de INFOLATAM
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