El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cumple los primeros cien días de su tercer período con una continuidad en lo político y económico, pero con un duro revés en temas ambientales, al haber anunciado el fin de una iniciativa para mantener bajo tierra el petróleo de una parte de la Amazonía.

Tras haber ganado en primera vuelta las elecciones presidenciales en febrero pasado, Correa inició su tercer período de gobierno el pasado 24 de mayo con el juramento de su cargo ante una Asamblea Nacional de mayoría oficialista.

Para el internacionalista y profesor universitario Eduardo Santos, uno de los aspectos más sobresalientes de la administración de Correa es la renovación de la infraestructura, en especial la vial, educativa y de salud.

En lo económico, opina que “las cosas siguen bien”, destaca que “no ha habido una debacle en materia de petróleo”, uno de los pilares de la economía del país, y se mantienen niveles de inflación “relativamente bajos”.

Según cifras oficiales, la inflación se situó en -0,02 % en julio pasado, con lo que el acumulado del año llegó a 0,92 % (2,67 % en el mismo periodo de 2012), mientras que la tasa interanual a julio fue del 2,39 %, frente al 5,09 % registrada en el mismo mes de 2012.

Humberto Cholango, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), considera que el Gobierno “no ha cumplido con la expectativa que el pueblo tenía de avanzar en la profundización de los cambios sociales radicales”.

Reconoce que en lo económico el país “no está” en crisis, critica lo que considera una “política social asistencialista”, así como lo que llama “criminalización de la protesta social”, en referencia a casos de líderes indígenas que fueron sentenciados o procesados por manifestaciones que se tornaron violentas.

En lo político, Santos cree que Correa ha consolidado su liderazgo y reclama “urgentemente” un “renacer” de los partidos políticos, pues aunque cree que los movimientos sociales “han avanzado bastante”, queda el “vacío” de las agrupaciones políticas.

Correa, en el poder desde 2007, ha señalado que acabará su mandato en 2017 y se retirará de la vida pública, en la que dejará una huella especialmente en torno a temas de comunicación.

Desde que inició su mandato, Correa ha mantenido un pulso con algunos medios de comunicación que, en su opinión, representan intereses de ciertos grupos económicos en detrimento del pueblo.

Medios de prensa han cuestionado la Ley de Comunicación, que entró en vigor en junio pasado, por temor a que se convierta en una “ley mordaza”, extremo rechazado por el oficialismo, que asegura que con ella se busca un freno a lo que considera abusos de la prensa.

En política internacional, los primeros cien días del tercer mandato se mantuvieron en la línea de la defensa de la soberanía, la búsqueda de mayor integración regional y la apertura de nuevos mercados para los productos locales, aunque empresarios reclaman más tino en el trato con el principal socio comercial: Estados Unidos.

Ello, en especial después de que Ecuador renunciase a un conjunto de preferencias arancelarias que le otorga EE.UU. y advirtiese que no acepta “presiones ni amenazas” de nadie, un anuncio hecho cuatro días después de que Quito recibiese una solicitud de asilo de Edward Snowden, reclamado por Washington por revelar información secreta.

Correa dijo que su país renunció de manera “unilateral e irrevocable” a las preferencias arancelarias “frente a la amenaza, insolencia y prepotencia de ciertos sectores estadounidenses que han presionado para quitar” esos beneficios “por el caso Snowden”.

Aunque esa renuncia causó tensión con algunos sectores comerciales pese al anuncio del Gobierno de incentivos tributarios, la intención de explotar el petróleo de una parte del Parque Nacional Yasuní, zona de alta biodiversidad, figura como uno de los temas más polémicos en sus primeros cien días.

Correa aseguró que el mundo “ha fallado” al no contribuir con el proyecto que pretendía proteger un sector de la selva amazónica y dejar bajo tierra un importante yacimiento petrolífero a cambio de una compensación económica de la comunidad internacional.

Tomado de INFOLATAM/EFE

Jorge Giordani (Ministro de Planificación) y Nelson Merentes (Ministro de Finanzas) mantienen una dura pugna al interior del régimen que lidera Nicolás Maduro quien parece inclinarse en favor de los sectores pragmáticos (Merentes) frente a los más ortodoxos de izquierda (Giordani).

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. La oposición tiene claro que existen esas diferencias al interior del gobierno. “En el área económica hay personas con posiciones diferentes como Merentes y Giordani, saboteándose unos a otros”, asegura el líder opositor Julio Borges.

Maduro mantiene su lenguaje radical para la relación con Estados Unidos y con la oposición que encabeza Henrique Capriles, pero de la mano de Merentes ha emprendido un viraje pragmático en temas económicos.

No en vano, el mismo Maduro, como antiguo sindicalista, sabe que para sobrevivir hay que negociar.

Merentes, el líder del sector pragmático

Merentes es un hombre de experiencia y alineado con el sector pragmático del gobierno. En el chavismo ha sido dos veces ministro: 7 meses entre 2001 y 2002 y 26 meses, entre diciembre de 2004 y enero de 2007.

El analista Luis Oliveros comentaba en el diario El Universal ante la llegada de Merentes al ministerio el pasado mes de abril que “al parecer el “madurismo” descubrió…que había que tomar medidas ante el desastre de tener a Giordani manejando la economía venezolana. Sus arcaicas y marxistoides ideas no solo significaron para Venezuela tener la inflación más alta de la región (y una de las altas del mundo), el crecimiento del PIB  más bajo entre los países OPEP (y de Suramérica), una economía plagada de controles y movilizada por incentivos macabros, sino que también se tradujo en el despilfarro del mayor boom petrolero de nuestra historia”.

Nelson Merentes, vicepresidente económico de Venezuela

Y concluía: “La buena noticia: ya no estará en Finanzas; la mala es que seguirá en el Gabinete económico en Planificación (el chavismo duro aún lo respeta y lo percibe como un maestro para el exlíder), seguirá opinando (aunque con menos poder) y con  una importante aliada al frente del BCV”.

Merentes posee una visión más pragmática que Giordani ya que es partidario de flexibilizar el mercado cambiario, mantiene mejores relaciones con el sector privado y financiero.

En estos meses además ha incrementado su poder en el gobierno, del que es vicepresidente económico.

Primero, porque se ha convertido en el hombre que más escucha Maduro.

Segundo, porque ha ido colocando sus piezas en posiciones claves: se deshizo de Edmée Betancourt de la presidencia del Banco Central y situó a Eudomar Tovar, lo cual consolidó su poder en el gabinete económico.

Betancourt, quien solo estuvo tres meses y medio en el cargo, es afín, como señala el analsiata económico Víctor Salmerón, a lo que se ha denominado la “corriente ideológica” (más chavista y radical) del Gobierno, liderada por el ministro de Planificación, Jorge Giordani.

Su control sobre el área económica es casi total: con la designación de Tovar al BCV, José Khan, quien ocupaba la vicepresidencia de Cadivi, pasó a presidir el ente administrador de divisas. Khan también fue parte del directorio del BCV durante la presidencia de Merentes. Por su parte, Betancourt, a quien Maduro también designó como presidenta del BCV en abril, sale de la entidad BCV sin cargo anunciado hasta el momento.

Merentes controla el Ministerio de Finanzas, el Banco Central y el Cadivi, organismo que rigen la política económica de Venezuela.

El “grupo de los pragmáticos” es el que lidera Nelson Merentes quien ha conseguido disminuir el poder del ala radical del gabinete económico: ha abierto el diálogo con el sector privado, ha incrementado la oferta de dólares, ha iniciado la revisión de precios de los productos controlados y ha empezado a poner en orden las finanzas públicas.

Nelson Merentes “ha sido un actor más abierto a participar y resolver el problema de la oferta, el problema de las empresas, se interesa porque el sector privado cuente con materia prima y divisas para operar”, tal y como señala el diretor de Datanalis, Luis V. León.

El gran problema de Merentes reside en que sus medidas por ahora no dan resultados. En 2013 Venezuela crecerá un 50% menos de lo previsto, al 3% y no al 6%.

Como señala Víctor Salmerón en El Universal, “tras el salto de la escasez porque las empresas no cubren sus costos el Gobierno permitió incrementos en los precios regulados del pollo, carne, leche, quesos y el pasado viernes acordó ajustes en la harina de maíz precocida pan y pastas. Pero las empresas indican que los aumentos no han sido suficientes y aún falta por ajustar el precio de productos como aceites, azúcar, café y arroz. El freno es que la inflación se aceleró y al cierre de julio acumula un salto de 29%”.

Los poderes de Giordani

Giordani ha perdido espacios de poder ante la emergencia de Merentes pero mantiene una fuerte influencia.

En primer lugar, la mayoría de los diputados chavistas en la Asamblea Nacional impulsan una agenda radical (mayores controles y nuevos impuestos)

Además, ministros como Ricardo Menéndez (Industria), María Cristina Iglesias (Trabajo), Ricardo Molina (Vivienda), o funcionarios como Eduardo Samán (Indepabis) son partidarios de las posturas de Giordani.

El ministro de Planificación de Venezuela, Jorge Giordani

Jorge Giordani, quien era muy cercano a Hugo Chávez, controla las finanzas del país desde hace más de 12 años.

Giordani desde 1999 hasta 2010, estuvo a cargo del Ministerio de Planificación y Desarrollo. En 2010, cuando se fusionó la cartera de Planificación con la de Finanzas, fue ratificado.

Cuando en abril salió de Finanzas, los sectores empresariales recibieron biene sa noticia.

“La diferencia entre uno y otro son infinitas, arrancando porque Merentes habla con el sector privado para entender sus problemas y ofrece soluciones a los mismos (aunque con limitaciones políticas para su margen de maniobra), mientras que Giordani ni siquiera los recibía, pues les tiene una alta desconfianza y siente que precisamente son ellos el problema a resolver”, asegura el director de Datanalisis, Luis V. León.

Los rumores sobre su próxima marcha de Planificación no paran de circular. “En los próximos días Giordani saldrá del ministerio, posiblemente hacia alguna embajada”, afirma Luis Oliveros, economista y profesor de la Universidad Metropolitana.

Giordani, apodado el “Monje”, es el padre de los controles de cambio y precios vigentes en el país desde el año 2003 y trabaja ahora en medidas para elevar las cargas impositivas.

Su lenguaje sigue siendo radical con frases que le han hecho célebre: “A mí se me acusa de ser el peor ministro de Finanzas de América Latina, por cierto, claro que sí, porque ellos defienden el neoliberalismo o creen que la economía funciona como los modelitos matemáticos que tienen en sus cabezas”.

De confirmarse a medio plazo la próxima marcha de Giordani, Maduro inclinará definitivamente la balanza a favor de los sectores moderados y pragmaticos en el gobierno. Un paso que si lo diera en el área política ayudaría mucho a mejorar el clima de gobernabilidad del país.

Tomado de INFOLATAM

Se trata de "Silver", quien fue emboscado en una zona fronteriza con Panamá. Era considerado un hombre clave para el tráfico de drogas y armas hacia ese país

Silver junto a su pareja, a quien reclutó a los 12 años - Gentileza: El Tiempo

Según informa El Tiempo de Colombia, el Ministro de Defensa de ese país, Juan Carlos Pinzón, confirmó que fue abatido en una zona fronteriza con Panamá alias 'Silver', jefe del frente 57 de las FARC, considerado uno de los guerrilleros estratégicos por coordinar el tráfico de drogas y de armas hacia Panamá.

El operativo, que fue coordinado por la Fuerza Aérea colombiana, se desplegó sobre el campamento madre del frente 57, uno de los frentes claves para la guerrilla por ser fundamental para sus finanzas.

Este golpe a la guerrilla fue considerado por el Ministro Pinzón como un "golpe estratégico".

Durante esta acción militar también murieron otros dos guerrilleros y se recuperaron 15 fusiles, según el Ministro de Defensa.

Este es el segundo golpe más duro para este frente guerrillero en lo que va del año. En mayo pasado Alfredo Úsuga, 'Marlon', jefe de escuadra de ese frente, se desmovilizó junto con 11 subversivos en Acandí (Chocó).