Los fallecidos integraban el Ejército Popular de Liberación. Cuatro resultaron heridos y dos fueron capturados. En otro punto, diez miembros de las FARC se entregaron

El ataque fue ejecutado contra un campamento ubicado entre los municipios de Hacarí y La Playa de Belén, donde informes de inteligencia ubicaron al máximo líder del EPL, Víctor Navarro, alias "Megateo", a quien el Ejército y la Policía acusan de manejar negocios de narcotráfico en la frontera con Venezuela.

Medios de prensa de Cúcuta, capital de Norte de Santander, dijeron que "Megateo" habría sido abatido o capturado en la operación, pero el comandante de la Brigada 30 del Ejército, coronel Rodolfo Ibarra, señaló a la cadena radial RCN que el jefe guerrillero no estaba entre los muertos ni fue detenido.

Ibarra, que comandó la operación efectuada por helicópteros militares, informó que dos miembros del EPL fueron capturados y que las tropas que entraron por tierra al lugar se incautaron de diversos elementos.

El gobierno colombiano ofrece una recompensa de 2 mil millones de pesos (poco más de un millón de dólares) por informaciones que conduzcan a la captura de "Megateo".

El EPL fue uno de los principales grupos armados ilegales del país y en los años 80 integró la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Un sector mayoritario del EPL se desmovilizó tras llegar en 1991 a un acuerdo de paz con el gobierno del presidente César Gaviria (1990-1994), mientras que un grupo, que tendría cerca de 200 miembros, según fuentes militares, formó una disidencia y comete  ataques focalizados en Norte de Santander.

Por otra parte, el comandante de la Armada, almirante Roberto García, reveló este viernes que diez miembros de las FARC desertaron y se presentaron ante unidades de la Fuerza Naval del Pacífico, con el propósito de vincularse a un programa de reinserción a la vida civil.

García declaró que entre los integrantes del frente 30 de las FARC está Jaime Rentería, alias "Jefferson", quien era jefe de un "comando especial" de esa célula en el puerto marítimo de Buenaventura.

"Después de 12 años de estar en la organización, él toma la decisión de desmovilizarse y acogerse al plan de desmovilización. Lo va a hacer en un proceso individual, como lo harán los demás miembros de su organización", señaló el comandante de la Armada.

Los desertores entregaron dos ametralladoras, 102 granadas, un lanzagranadas, media tonelada de explosivos, un rocket (cohete), seis fusiles, una pistola, municiones, equipos de comunicaciones y dos lanchas.