El candidato a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, lanzó duras críticas sobre la crisis venezolana y culpó al régimen cubano por la hambruna que padece la población bajo el gobierno de Nicolás Maduro.

"Los venezolanos están muriendo de hambre debido a un gobierno tiránico vinculado con la dictadura cubana", escribió Bolsonaro en su cuenta de Twitter. El candidato por el derechista Partido Social Liberal (PSL) vinculó también al gobierno brasileño por respaldar la “agenda socialista” de Venezuela y Cuba, y prometió cambiar la situación existente.

Bolsonaro lidera las encuestas entre los votantes para las elecciones del 7 de octubre.

“A través de nuestro Banco Nacional [de Desarrollo Económico y Social de Brasil, BNDES] y otras fuentes, Brasil es uno de los mayores patrocinadores de esta atroz agenda socialista. Esto va a cambiar, nuestro enfoque es Brasil", añadió Bolsonaro.

Atrasos cubanos

En el caso de Cuba, el pago de los préstamos concedidos por Brasil para la ejecución de las obras del Puerto del Mariel está detenido, y se acumulan unos $20 millones de dólares en cuotas atrasadas.

Los atrasos en la deuda cubana han llevado al actual presidente brasileño Michel Temer a advertir al gobierno de Miguel Díaz-Canel que si no pone al día en los adeudos pendientes con el BNDES, se podrían cancelar los pagos a los colaboradores médicos de la isla, según un reporte reciente de la revista Veja.

Bolsonaro está convaleciente de sendas operaciones quirúrgicas tras una puñalada asestada por un hombre que alegó “temores” ante sus “radicales propuestas” y le causó graves heridas en el abdomen, el pasado 6 de septiembre.

Aun después del atentado, Bolsonaro se ha consolidado como gran favorito para estar en la segunda vuelta, mientras que otros cuatro candidatos disputan la plaza restante. La segunda vuelta está prevista para el 28 de octubre, en caso de que ningún candidato supere el 50 por ciento de los votos.

Fuerte disputa electoral

Podría ocurrir incluso que Bolsonaro que deba seguir en reposo hasta después de la segunda vuelta.

Los últimos sondeos han detectado una fuerte disputa de votos entre el laborista Ciro Gomes y el socialista Fernando Haddad, quien sustituyó a Luiz Inácio Lula da Silva como candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT).

En las encuestas, Gomes y Haddad aparecen empatados con un 13% de la intención de voto, seguidos de cerca por el socialdemócrata Geraldo Alckmin (9%) y por la ecologista Marina Silva (8%).

A pesar del claro favoritismo de Bolsonaro, el futuro parece serle adverso al candidato de derecha, quien, de acuerdo con todos los sondeos, sería derrotado en la segunda vuelta.

(Con información de EFE y redes sociales)

El efecto de los escándalos de corrupción que han sacudido Brasil en los últimos años será medido en los comicios del próximo 7 de octubre, en medio del descontento de los electores después de cuatro años marcados por denuncias contra los políticos más poderosos del gigante latinoamericano.

El país sudamericano enfrentará sus primeras elecciones presidenciales tras conocerse la magnitud de Lava Jato, una enorme trama de corrupción destapada en marzo de 2014 y que ha salpicado a políticos de prácticamente todo el arco partidario.

Los principales candidatos a la presidencia de Brasil elevaron este miércoles el tono en el antepenúltimo debate para las elecciones del próximo 7 de octubre, que tuvo como principal blanco a Fernando Haddad, sucesor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Los políticos dejaron de lado su cara más amable e intensificaron sus acusaciones en la recta final de la campaña electoral, que tiene como favoritos al ultraderechista Jair Bolsonaro, hospitalizado tras sufrir un atentado a comienzos de mes, y a Haddad.