Al despertarse este jueves, Lidia Arrazola había perdido lo que quedaba de su casa. Las paredes y algunos enseres domésticos, únicos testigos de la demolición ordenada por el Gobierno, desaparecieron en la madrugada, mientras ella y sus tres hijos se guarecían de la lluvia en la casa de un vecino.

El desalojo de personas es el lado más oscuro de la visita papal, que parece cebarse con los más pobres a ambos lados del camino hacia el Santuario de la Caridad del Cobre.

"Vinieron el delegado del Poder Popular, el presidente del Consejo Popular y el jefe de planificación física, y destruyeron lo que quedaba de mi casa a las cinco de la mañana", se queja Arrazola a DIARIO DE CUBA.

La mujer, de 38 años, vivía en el kilómetro 20 de la Carretera Central, en la zona de Melgarejo, a solo cinco metros de la vía que lleva al Santuario. Sus tres hijos —de once, seis y tres años— padecen de asma y diabetes.

"Yo no trabajo, resuelvo la vida como puedo. Vivo aquí hace 12 años, y le he escrito a todo el mundo, desde la difunta Vilma Espín hasta el Consejo de Estado", dice. "Lo único que han hecho es ponerme multas".

Según Prudencio Villalón, activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) que se ha trasladado allí para seguir de cerca el problema, el Gobierno ha ordenado desmantelar todas las "casas ilegales".

"Las legales, que están en mal estado, las están arreglando", agrega.

A Arrazola le han prometido un cuarto dentro de una lechería, pero ella no se lo cree. De momento, solo recibe la solidaridad de un vecino.

Una aldea Potemkin

El 26 de marzo, el Papa se moverá por esos lares y pernoctará en la residencia que el Arzobispado ha construido cerca del Santuario. Pero, pese a la pintura y al asfalto, el camino que lleva a El Cobre está más empedrado que nunca.

Porque el de Lidia Arrazola no es el único caso grave.

Alberto del Rosario Vázquez, de 54 años y criador de animales, reside desde hace 15 años en una casa de madera, piso de tierra y techo de zinc. Comparte la vivienda con su esposa (52 años) y dos hijos. El 31 de enero le impusieron una multa de 500 pesos por vivir allí.

Según Villalón, hay otras cuatro amenazas de desalojo en la zona.

El líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer García, acusa al régimen de querer convertir la zona de El Cobre en "una aldea Potemkin".

"Los módulos de zinc galvanizado, que se iban a entregar a los obreros de la empresa del níquel Che Guevara, los enviaron a El Cobre, para reparar las casas", señala Ferrer.

Las autoridades están reparando techos, puertas y ventanas en las viviendas cercanas, pero los denominados "llega y pon" o "vara en tierra" parecen tener los días contados, sin alternativas creíbles para la gente que los habita.

"Quieren obligar a las personas a que los construyan en otra parte, lejos de la vista del Papa y de la prensa", denuncia Ferrer.

A la espera de la Iglesia

Este jueves, fuentes de la Iglesia Católica dijeron a DIARIO DE CUBA que buscarán más datos sobre la situación.

Monseñor Jorge Palma, párroco del Santuario, afirmó que procederá a verificar los hechos denunciados y luego informará al arzobispo de Santiago de Cuba.

La UNPACU confirmó que ya ha puesto en su conocimiento el desalojo del jueves y las amenazas de las autoridades contra otros vecinos.

Desde Pinar del Río, el laico Dagoberto Valdés señaló que el camino al Santuario del Cobre "es un signo de la unidad del pueblo, basado en la Caridad y en el amor, pero los desalojos allí son totalmente contrarios a esa Caridad, sobre todo con los más vulnerables".

"Si esto se hace para preparar el camino por donde pasará el Papa, es un contrasentido, porque la idea del Papa es la dignidad plena del hombre", concluyó el exdirector de la revista Vitral.

La expectativa de los orientales es saber si se les va a permitir a asistir a la Plaza de la Revolución como ‘movimiento indignado’, “porque sabemos que existe la impunidad por parte de la policía política, y puede el día antes o dos días antes impedir que asista ese sector importante aquí, en Santiago de Cuba”.

El padre José Conrado Rodríguez Alegre, párroco de la Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús, en Santiago de Cuba, dijo a martinoticias.com que “el primer local que se ha devuelto es el que está en la calle Santo Tomás, al lado de la escalinata que sube para la Catedral (…) y parece que el resto de esos locales, o una parte importante de ellos, también se van a devolver, y en ellos se va a poner, además de la biblioteca, que está adscrita a la Catedral, el Museo Catedralicio”.

El padre Conrado indicó que “eran locales, eran tiendas que estaban alquiladas, y ahora han sido devueltas; eran propiedad de la Iglesia, pero en realidad, fueron incautadas en los años 60”. (Audio)

El bloguero oriental Guillermo Espinosa Rodríguez (lavozdeoriente.com) dijo a martinoticias.com, que el pueblo ha recibido con alegría que el Gobierno haya devuelto algunas instalaciones a la Iglesia Católica.

Espinosa puso como ejemplo, que las personas que lo deseen pueden pasar por uno de los locales, bautizado como Monseñor Pedro Meurice, en honor al fallecido Arzobispo emérito de Santiago de Cuba, entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, para leer gratuitamente, “todo tipo de literatura, incluidos escritores prohibidos en Cuba”. (Audio)

Señaló que el Gobierno está reparando la autopista entre Guantánamo y Santiago de Cuba, y en la Iglesia de El Cobre “está remozando, está arreglado todo aquello” debido a la visita de Benedicto XVI.

“Nosotros tenemos la esperanza de que el Papa interceda por todos los presos políticos que están en prisión en Cuba, que cese la represión y que nos den la libertad que nosotros necesitamos”, dijo.

También desde Santiago, Yusmila Reyna Ferrera, directora de relaciones públicas e información del Centro de Estudios para la Democracia Pro Activa José Ignacio García Hamilton, declaró a martinoticias.com que “en lo concerniente al pueblo hay una expectativa y deseo grandísimo de asistir, de no perderse esa oportunidad de escuchar las palabras del Sumo Pontífice”.

Manifestó que “esa alegría se manifiesta entre familiares, entre amigos, en conversaciones, y no con una visualización en la ciudad de carteles, de propaganda; esas cosas generalmente en Cuba las hace el oficialismo, a la población no se le permite poner un cartel (…) es cuestionado”.

Ferrera dijo que “por parte del Gobierno se ha anunciado la visita del Papa, pero no es algo reiterativo en las noticias, en la televisión o en la radio (…) eso se dijo y ya”. (Audio)

Agregó que la expectativa de los opositores orientales es saber si la Seguridad del Estado les va a permitir a asistir a la Plaza de la Revolución como ‘movimiento indignado’, “porque sabemos que existe la impunidad por parte de la policía política, y puede el día antes o dos días antes impedir que asista ese sector importante aquí, en Santiago de Cuba”.

“Yo me río cuando veo todo eso (muertes en huelga de hambre) ni me molesto, porque no puedo impedir las 'mentiras'. El problema no es que ellos digan mentira, el problema es cómo decimos nosotros verdades”, añadió. “No puedo estar de acuerdo con ninguna represión y mucho menos con ningún tipo de crimen”, aseguró.

LA HABANA -- El dictador cubano Fidel Castro evocó la crisis de los misiles de 1962, de la cual se cumplirá medio siglo en octubre, y desestimó una vez más las críticas por la muerte del opositor preso Wilman Villar, en un video difundido este martes por la televisión cubana.

“Nosotros estuvimos cerca, de lo más próximo, al estallido de una guerra nuclear, sabemos porque lo vimos, se creó una situación tremenda”, dijo el líder de la revolución cubana en un encuentro de nueve horas con decenas de escritores e intelectuales, que tuvo lugar el viernes en La Habana.

Castro, de 85 años, destacó el apoyo que recibió tras el triunfo de su revolución en 1959 del líder soviético Nikita Kruschov, quien desactivó la crisis nuclear, en octubre de 1962, al aceptar retirar los misiles soviéticos de la isla, cediendo ante el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy.

“Kruschov se portó con nosotros excelentemente bien”, dijo Castro, retirado de su cargo en 2006 por enfermedad.

Él “nos compró el azúcar (cuando Estados Unidos dejó de comprarla), cuando nos quitaron el combustible” suministró petróleo a Cuba, recordó Castro, cuyo hermano Raúl pasó a su cargo tras su retiro.

Fidel Castro abordó una variada temática en el encuentro con intelectuales cubanos y extranjeros que asisten a la Feria del Libro de La Habana, y rechazó una vez más las críticas al gobierno de su hermano Raúl por la muerte del opositor preso Wilman Villar, de 31 años, el 19 de enero.

“Se ha vuelto un instrumento político casi, de un tipo al que le da un síntoma, un ataque donde sea, al corazón o lo que sea, y digan que estaba en huelga de hambre”, dijo.

“Yo me río cuando veo todo eso, ni me molesto, porque no puedo impedir las mentiras. El problema no es que ellos digan mentira, el problema es cómo decimos nosotros verdades”, añadió. “No puedo estar de acuerdo con ninguna represión y mucho menos con ningún tipo de crimen”, aseguró.

Villar murió de una complicación pulmonar tras una huelga de hambre de 48 días, según la oposición. El gobierno niega que hecho ayuno y dice que había sido sentenciado a cuatro años de cárcel por un incidente doméstico y que se vinculó a un grupo opositor cuando era inminente que sería juzgado y condenado.

“De lo que no se puede dudar es de la integridad y de la moral de la revolución. Por eso hemos resistido” más de medio siglo, dijo Fidel Castro, quien había rechazado anteriormente las críticas por el deceso de Villar en un artículo de prensa.