MIAMI, Florida, 15 de marzo de 2013, Redacción, www.cubanet.org.- El preso político Calixto Ramón Martínez Arias, periodista independiente de la agencia Hablemos Press, acaba de ser admitido como Prisionero de Conciencia por la organización Amnistía Internacional, mediante un comunicado que se lanzó en el día de ayer.

Calixto Ramón retomó su huelga de hambre para ser reconocido como Prisionero de Conciencia y no como un reo común, por lo que también se niega a ponerse el uniforme carcelario que establece el régimen de La Habana.

En su comunicado, Amnistía Internacional denuncia la situación personal que vive Calixto:

“…se puso en huelga de hambre para protestar contra su reclusión en la prisión de Combinado del Este, a las afueras de La Habana, Cuba. A consecuencia de ello,  las autoridades penitenciarias lo trasladaron a una celda de castigo. Según sus familiares, la celda, de reducidas dimensiones, no tiene luz, instalaciones de higiene ni ropa de cama, y al periodista no se le permite salir de ella para hacer ejercicio al aire libre. Este tipo de medidas punitivas son frecuentes por parte de las autoridades cubanas contra presos en huelga de hambre..”.

Calixto Ramón Martínez Arias trabaja para la agencia de noticias no oficial Hablemos Press. Fue detenido el 16 deseptiembre de 2012 por la Policía Revolucionaria de Cuba en el Aeropuerto Internacional José Martí, en LaHabana. Había estado investigando las denuncias de que los medicamentos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud para combatir la epidemia de cólera (que comenzó a mediados de 2012) se guardaban en el aeropuerto en lugar de distribuirse.

Desde entonces ha permanecido recluido en diversos centros de detención.

La Fiscalía aún no ha presentado cargos formales en su contra.

Tomado de CUBANET

Vea el documento original de Amnistía Internacional en PDF

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El Gobierno anunció este viernes una "reestructuración" del Ministerio de Informática y las Comunicaciones que incluirá un cambio de "denominación, misión y funciones", la creación de dos grupos empresariales y el despido de trabajadores en una cuantía no precisada.

Una nota publicada en el diario Granma, del Partido Comunista, indicó que la decisión está incluida en el Decreto Ley 308 del Consejo de Estado, publicado en la Gaceta Oficial.

"Con esta reestructuración se busca fortalecer el nuevo Ministerio para que pueda cumplir la misión principal de dirigir, supervisar y controlar la política del Estado y el Gobierno en cuanto al Sistema Único de Comunicaciones del País", señaló Granma.

El organismo recupera su antigua denominación de Ministerio de Comunicaciones y pasará a encargarse solo de las "funciones estatales".

Según Granma, "hasta el momento, la misión y las funciones estatales del Ministerio (…) no expresaban su responsabilidad principal respecto al Sistema Único de Comunicaciones del País. Además, contaba con un sistema presupuestado adscripto y subordinado de alta complejidad. Asimismo tenía un sistema empresarial complejo, altamente especializado y geográficamente disperso, lo cual afectaba la atención y dirección del cumplimiento de las funciones principales".

En su desempeño se mezclaban "funciones estatales y empresariales (…) que entorpecía la gestión del Ministerio y de las empresas", añadió.

Indicó que en lo adelante las funciones empresariales "serán asumidas por dos "organizaciones superiores de dirección" que serán, no obstante, "atendidas" por el Ministerio: el "Grupo Empresarial Correos de Cuba y el Grupo Empresarial de Informática y Comunicaciones".

Estos grupos incluirán las entidades "asociadas con las actividades de correos, las vinculadas con las radiocomunicaciones e informática y las de aseguramiento industrial y de servicios a sus sistemas", agregó.

El Ministerio de Comunicaciones mantendrá su actual sede y traspasará a otros organismos del Estado empresas y actividades "que no se corresponden con sus funciones principales".

En este sentido "fue aprobado el traspaso de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) al Ministerio de Educación Superior, y se crean las condiciones para el traslado de la Industria Electrónica al recientemente creado Ministerio de Industrias", señaló Granma.

El diario dijo que el Consejo de Estado "aprobó además extinguir las delegaciones territoriales y crear oficinas territoriales de control del Ministerio de Comunicaciones".

Reconoció que estas medidas implicarán "la disminución de las plantillas aprobadas y de la cantidad de personal físico", pero no precisó cuántos trabajadores se verán afectados.

El Ministerio de la Informática y las Comunicaciones fue creado en enero de 2000 y sustituyó al Ministerio de Comunicaciones. Su objetivo hasta ahora era "regular, dirigir, supervisar y controlar la política del Estado y el Gobierno cubanos en cuanto a las telecomunicaciones, la informática, la industria electrónica, los servicios postales, la automatización, la infraestructura para la transmisión de radio y televisión y la administración del espectro radioeléctrico", según la descripción oficial.

Tomado del DIARIO DE CUBA

Cuba necesita reformas políticas que acompañen los cambios económicos, aunque Raúl Castro ha declarado que mantendrá el rumbo socialista y ha descartado el multipartidismo, opinan analistas de la Isla, reporta EFE.

"No habrá cambios estructurales, ni crecimiento ni desarrollo sobre bases socialistas nuevas" si el Gobierno no avanza en la "democratización del modelo", dijo a la AFP Rafael Hernández, director de Temas, una revista del Ministerio de Cultura.

"En Cuba existe un consenso general acerca de la necesidad de renovar el modelo socio-económico-político-jurídico, que constituye el marco regulador de la vida nacional", dijo por su lado Roberto Veiga, editor de la revista católica Espacio Laical.

Otros analistas —tanto críticos como partidarios del gobierno— también opinan que Raúl Castro debe emprender reformas democráticas en la Isla, aunque difieren sobre su alcance.

Hay que "reivindicar el rol protagónico de sindicatos, y construir un sector realmente público, no meramente estatal, donde no solo las empresas, sino los medios de difusión sean autónomos y capaces de expresar la opinión pública", dijo Hernández.

Raúl Castro ha descartado modificar las estructuras políticas. "Fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo, no para destruirlo", declaró el 24 de febrero, al iniciar su último mandato, que debe culminar en 2018.

Para el columnista Jorge Gómez Barata, exmiembro del aparato ideológico del Partido Comunista, "la estructura política, especialmente los aparatos ideológicos y legislativo, así como las organizaciones sociales y de masas (...) parecen dominados por la rutina y son deficientes".

"No se trata ahora de que la sociedad opine sobre lo que los círculos dirigentes elaboren, sino que éstos escuchen lo que la sociedad tiene que decir y todas las fuerzas se junten en un proyecto genuinamente nacional", dijo Gómez Barata a la AFP.

Para Orlando Márquez, director de la revista Palabra Nueva, del Arzobispado de La Habana, "el modelo económico podrá ser actualizado, y tendrá éxito, tanto en cuanto se actualice el modelo político".

El académico exiliado en México Rafael Rojas dijo que "Raúl Castro parece decidido a avanzar, cuidadosamente, hacia una mínima estandarización del sistema político cubano dentro de las democracias latinoamericanas".

Se requieren "modificaciones concretas del sistema político cubano, que extiendan garantías constitucionales y penales para el ejercicio de una oposición pacífica", escribió Rojas en el diario español El País la semana pasada.

En sentido semejante de pronunció Veiga, quien propuso "reconstruir la cultura debida y las garantías necesarias para promover el desempeño de la ciudadanía, así como la reinvención de los mecanismos estatales y de Gobierno para que respondan cada vez más a la realización de la soberanía popular".

Rafael Hernández opinó que los cambios políticos ya están en marcha. Los ajustes económicos han significado "la descentralización, la extensión del sector no estatal, la reducción del tamaño y las prerrogativas de la burocracia, el énfasis sobre el papel de la ley", dijo.

"Todos (estos cambios) implican redistribución de cuotas de poder; es decir, son políticos, y atañen a la democratización del sistema", consideró.

"No hay cambios económicos de fondo que no sean también políticos. Si fueran solo cambios técnicos de organización y gestión, irían más rápido", concluyó.

Tomado del DIARIO DE CUBA