La primera planta bioeléctrica de Cuba, que genera electricidad a partir la biomasa (bagazo de caña de azúcar y del arbusto de marabú) realiza pruebas tras su sincronización esta semana al Sistema Electroenergético Nacional y se prevé que ahorre unos 100.000 barriles de petróleo anuales cuando entre en funcionamiento.

La nueva planta, ubicada en áreas de una fábrica de azúcar de Ciego de Ávila, fue construida con una inversión de 180 millones de dólares que incluye tecnología de una compañía china y la ejecución de las obras a cargo de la empresa mixta BioPower S.A., según informaron medios oficiales. Las pruebas de generación de la bioeléctrica se han realizado satisfactoriamente durante los últimos días y han suministrado más de 300 megavatios de electricidad al sistema.

La estatal Unión Cubapetróleo (CUPET) anunció nuevas "medidas" de racionamiento del gas licuado que utiliza la población cubana para cocinar, la segunda en menos de un año.

El sitio web de CUPET informó que, comenzando a partir de los hogares de dos personas, los ciclos de venta racionada del producto se extenderán en lo adelante a un cilindro cada 35 días; los de tres y cuatro personas, cada 32 días; los de cinco personas, una vez al mes; y así sucesivamente.

Además, los consumidores de gas que tienen contrato para adquirir el producto de forma liberada podrán comprar un balón cada dos meses, al igual que los "cuentapropistas" que se benefician de ese servicio.

La medida afecta a los 872.252 clientes que reciben el gas de manera racionada, y a otros 830.972 que lo compran por la libre, dijo Lucilo Sánchez, jefe de combustibles domésticos de CUPET, según EFE.

CUPET insistió en que la población debe "adoptar medidas de ahorro y uso eficiente del gas licuado", la solución que el Gobierno ha dado a las personas tras anunciar que "los inventarios que actualmente existen en el país no cubren el consumo, por lo que han existido afectaciones en la venta normada y liberada de GLP (gas licuado de petróleo) y sólo podrá garantizarse para los centros que brindan servicios básicos a la población."

CUPET aseguró además que "continúa realizando acciones para lograr la importación de GLP que requiere el país", después que a inicios de semana advirtiera que desde el 26 de noviembre pasado, fecha en que EEUU sancionó a la Corporación Panamericana S.A. por sus negocios con el régimen de Nicolás Maduro, "los proveedores se negaron a realizar las entregas planificadas para finales de diciembre e inicios de enero."

"Desde el momento en que la Corporación Panamericana S.A. fue sancionada, se ha estado realizando gestiones para lograr el suministro de GLP desde otros mercados, lo cual no se ha logrado concretar", aseguró el comunicado.

Estas nuevas medidas de racionamiento se suman a las aplicadas durante el verano de 2019, y estarán vigentes, dijo CUPET, "hasta tanto exista un suministro estable de GLP al país."

Según los datos disponibles, en 2017 Cuba importó 115.200 toneladas de GLP y produjo 51.400 toneladas. De este total, solamente la población consumió 93.000 toneladas, por lo que la producción local no tiene capacidad para cubrir la demanda. El resto es consumido por la industria y el comercio, indicó AFP.

Las sanciones contra la Corporación Panamericana se sustentaron en sus operaciones comerciales para evadir las medidadas antes impuestas a la petrolera estatal cubana Cubametales, por la compra de combustible a Venezuela.

Washington acusa a La Habana de apoyar militarmente al Gobierno de su estrecho aliado Nicolás Maduro, a quien no reconocen como presidente de Venezuela más de 50 gobiernos de la región y el mundo, por considerar que se reeligió en comicios fraudulentos.

A lo largo de 2019, Estados Unidos sancionó a navieras y firmas por vender o trasportar combustible a Cuba, lo que dificultó severamente el abastecimiento en septiembre y obligó a tomar medidas de ahorro, afectando el ya frágil desarrollo económico del país.

Como es habitual, el Gobierno culpó a EEUU de las escasez.

DIARIO DE CUBA