El gobierno cubano hace esfuerzos grandes y efectivos para "embaucar e intimidar'' a funcionarios extranjeros visitantes para que se mantengan callados sobre los derechos humanos, según un cable diplomático estadounidense desde La Habana.
Por JUAN O. TAMAYO
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El despacho hecho público por WikiLeaks agrupó jocosamente a los visitantes y sus países en categorías de acuerdo con su nivel de consentimiento, de "Mejores amigos por siempre'' a "Vallanse al Caraj..."
Otros cables publicados el viernes por el diario español El País informaron que las autoridades españolas identificaron a un importante exiliado cubano en Madrid como un agente de La Habana, y que 25 compañías españolas que hacen negocios con Cuba estaban bajo el escrutinio de EEUU debido a la ley Helms-Burton.
Rigoberto Carceller Lavandira Jr. / EFE
El cable del 2009 de la misión diplomática de EEUU en La Habana informó de los diferentes enfoques hacia los derechos humanos de recientes visitantes extranjeros y sus embajadas en La Habana.
El gobierno cubano gasta "considerables recursos para embaucar e intimidar a muchas misiones y sus visitantes para que mantengan su silencio. Para la mayor parte, las recompensas por el consentimiento ... son risibles: cenas y reuniones llenas de pompa y, para los más maleables, una foto con uno de los hermanos Castro'', destaca el cable.
"Se puede ganar poco con un enfoque de ‘amigos a toda costa'', agregó el despacho.
Entre los "Mejores Amigos Por Siempre'' de Cuba están todos los países latinoamericanos y africanos, Rusia y China, muchas naciones europeas y Australia, de acuerdo con el cable.
Un diplomático brasileño en La Habana "resumió de la mejor forma este estilo: ‘No presentamos el tema [de los derechos humanos] en público ni en privado'', informó el cable. La misión diplomática de la Unión Europea en La Habana "está bien situada en el campo de los ‘Mejores Amigos por Siempre' ''.
Dos altos funcionarios de Australia y Suiza que acababan de visitar a Cuba "no sólo no se reunieron con los cubanos no gubernamentales, sino que ni siquiera se molestaron por hacer un llamado público para más libertades'', de acuerdo con el cable.
Un segundo grupo de países no hace comentarios públicos sobre los derechos humanos de la isla, pero dice que los hace en reuniones privadas con los funcionarios cubanos.
Peter Kent, ministro canadiense de Estado para Asuntos Americanos, no hizo comentarios públicos durante una visita, pero dijo haberle preguntado al ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, durante una reunión privada sobre el rechazo de La Habana a una visita de un relator de derechos humanos de la ONU.
"Los cubanos cambiaron el tema. ‘¿Cuántas visitas de relatores ha tenido Canadá?', afirmó que replicó Rodríguez. Kent salió de la ciudad diciendo poco'', destacó el despacho.
Un tercer grupo asumió lo que el cable calificó como el "enfoque estamos en desacuerdo respetuoso'', al criticar los abusos cubanos en público y en privado, pero en lenguaje diplomático.
Karel de Gucht, un belga que es el comisionado de la Unión Europea para Comercio, declaró durante su visita que los derechos humanos son "universales'' y urgió a Cuba a "crear las condiciones correctas'' para permitir esos derechos.
Entre los países de "Vallanse al C..." cuyos diplomáticos se reúnen con grupos de la sociedad civil a pesar de las objeciones de Cuba, el cable mencionó a Alemania, la República Checa, el Reino Unido y Polonia.
El despacho destacó que en noviembre, el embajador de la Orden de Malta, un grupo de la Iglesia católica que tiene estatus diplomático en Cuba, "asumió el enfoque ... a nuevas alturas''.
"Cuando el gobierno cubano ‘‘le dijo que sólo podía traer al embajador de Bélgica [firmemente en el campo de los ‘Amigos por Siempre] pero no al ... [principal diplomático de Estados Unidos] a un evento humanitario que se organizaba en un hospital de leprosos, canceló el evento y dejó la ciudad'', agregó el cable.
Un cable por separado escrito en el 2007 por la embajada estadounidense en Madrid reportó que el Ministerio de Exteriores, la policía y funcionarios de seguridad de España habían "identificado'' a un activista cubano acticastrista en Madrid como un agente del gobierno en La Habana, según El País.
El País identificó al hombre como Rigoberto Carceller, hasta hace poco jefe de Cuba Democracia Ya!, una organización que aglutina a varios grupos de exiliados cubanos, pero no habia publicado el cable en la internet al cierre de El Nuevo Herald.
Carceller, citado por el periódico, dijo que él estaba "sorprendido'' y agregó: "Muchas personas me han acusado de todo debido a que no pueden ponerme en un molde ... y me acusan porque no me he inclinado ante las potencias extranjeras, entre ellas Estados Unidos''.
Se ha reportado que Carceller, de 47 años, pasó tiempo en las cárceles cubanas por sus actividades como disidente. Abandonó la isla en 1993 y fundó Cuba Democracia Ya! en 1998. En el 2004, respaldó una decisión del gobierno socialista de España de buscar relaciones más estrechas con La Habana.
El cable que mencionó a Carceller fue una revisión de los muchos grupos contrarios a Castro en España creados por los 80,000 cubanos que se estima viven en ese país.
Fuentes de la embajada reclamaron que los agentes cubanos también penetraron Encuentro de la Cultura Cubana, una revista y sitio de internet que publicaba críticas meditadas al sistema cubano, según el cable.
Otros 10 cables enviados por la embajada en Madrid muestran que Washington supervisaba de cerca a 25 compañías que hacían negocios con Cuba debido a la ley Helms-Burton, que puede sancionar a los extranjeros que usan bienes confiscados a los ciudadanos estadounidenses por la revolución de Castro.
Los cables mostraron que la administración del presidente George W. Bush consideró sanciones contra algunas de las firmas después que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido presidente de gobierno en el 2004 y lanzó un esfuerzo para mejorar las relaciones con La Habana. La administración estadounidense decidió eventualmente no actuar.
El gobierno estadounidense ‘‘tiene poco que ganar y mucho que perder'' al imponer sanciones a las firmas españolas, lo que enojaría al gobierno español, gran parte de Europa e incluso a los oponentes políticos de Zapatero, afirmó un cable.
Entre las firmas supervisadas estaban las cadenas hoteleras Sol Meliá, NH, Occidental Iberostar y Barceló, así como la aerolínea Iberia, Aguas de Barcelona, Altadis, Freixenet, Repsol, Inversiones Ibersuizas, Grupo Piñero y Grupo Riu.
El ex presidente de la plataforma Cuba Democracia Ya!, Rigoberto Carceller, pidió este sábado a los responsables del gobierno español que si le consideran un agente de La Habana le "deporten" y le pongan "bajo custodia del supuesto gobierno" para el que trabaja, en reacción a las acusaciones contenidas en un cable de Wikileaks.
El contenido del cable original, supuestamente basado en opiniones de otros grupos de oposición cubanos y españoles, aún no ha sido divulgado por el diario español El País.
"Todo esto me incita a plantearme mi protección de refugiado por las instituciones españolas, si me consideran un agente del gobierno cubano pido públicamente que me deporten poniéndome bajo custodia del supuesto gobierno para el que trabajo", señaló Carceller en un comunicado enviado a la prensa.
El exiliado no tiene dudas sobre "lo que viene detrás cuando se deja sin protección a una persona que ha trabajado como pocos por la transición y el respeto a los derechos humanos en Cuba".
"Simplemente a los resultados me remito", añadió.
El opositor advirtió sobre posibles consecuencias para él y su familia, y adelantó que responsabiliza "por todo ello al gobierno de turno en el estado español".
Carceller sugirió que la fuente del rumor podría ser el responsable de Relaciones Internacionales del Partido Popular, Jorge Moragas.
"Hace ya muchos años, Jorge Moragas me había advertido de que cuando ellos (PP) ocuparon el Palacio de la Moncloa, los servicios de inteligencia españoles les informaron que yo era un tipo dudoso", reveló. "Aunque me aseguró en la misma conversación que al pasar el tiempo se dio cuenta de que ningún cubano se fía de otro cubano".
También acusó al Partido Socialista.
"Para muchos miembros y simpatizantes del PSOE, no he sido un tipo atractivo por considerarme un aliado del Partido Popular; es decir, ni con Dios, ni con el diablo", admitió.
El exiliado dijo que nada le sorprende porque en el pasado lo mismo ha sido acusado de comunista que de radical de derechas.
"Si di paso al ejercicio y liderazgo de las nuevas generaciones de Cuba Democracia Ya! (...), no es porque este rendido, a un tipo como yo solo Dios lo puede doblegar", advirtió.
"Nos remitimos a los resultados de su trabajo, expresados en la organización de gran cantidad de manifestaciones; la denuncia constante de la actuación de la dictadura; su incidencia en la opinión pública sobre la situación cubana, siempre en contra de la dictadura y a favor del pueblo", dijeron.
Según el grupo, "no es la primera vez que se hacen acusaciones de este tipo contra Rigoberto Carceller y otros miembros de nuestra Plataforma y del exilio cubano".
"Es una vieja táctica del castrismo para sembrar la divisón y el odio entre quienes trabajamos por la democracia en Cuba. Sabemos que es parte del precio a pagar por nuestra labor (...) Es significativo que lo mismo nos acusen de agentes de Castro que de agentes de la CIA o asalariados de España o los Estados Unidos de América", señalaron.