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“El reino de la amoralidad política” PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 22 de Abril de 2012 10:48

Por Carlos Alberto Montaner

Hoy la amoralidad corre por cuenta de los latinoamericanos. Quienes antes, justamente, criticaban a Estados Unidos por abrazarse con los dictadores durante la época de la Guerra Fría, y por negar fuera del país los principios y valores que sostenían dentro de él, hoy están haciendo exactamente eso mismo.

Esto es lo que se observa en gobernantes como el ecuatoriano Rafael Correa, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales cuando respaldan la satrapía criminal siria de Bachar al Asad, condenada por la ONU, e ignorada por el Brasil de Dilma Rousseff, como poco antes echaron pie en tierra por la de Gadaffi.

Esta actitud, o una variante de ella, es la que asombrosamente prevalece en las propuestas del colombiano Juan Manuel Santos, más preocupado en restaurar las buenas relaciones entre la dictadura de los Castro y Estados Unidos, que en condenar los excesos de esa tiranía y ayudar a sus víctimas.

Ese es el espíritu que recorre la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, creada recientemente no solo para excluir de ella a Canadá y Estados Unidos, sino para no tener que sujetarse al rigor de un compromiso democrático que obligue a sus miembros a defender la libertad y condenar las violaciones de los derechos humanos.

Esa es la triste atmósfera que se respira en Cartagena en estos días en que se reúne la VI Cumbre de las Américas, pese a que en la de Quebec, celebrada en el 2001, se fijó un marco moral y político que tomaba en cuenta los valores democráticos, hoy lamentablemente ignorados por muchos gobernantes latinoamericanos.

Durante más de cuarenta años los políticos norteamericanos eligieron la seguridad nacional por encima de las consideraciones morales. Era la lógica de la Guerra Fría. Casi cualquier cosa resultaba mejor que un triunfo de los comunistas o de algún gobernante que les abriera la puerta.

Los espadones, si se comportaban como genuinos anticomunistas, eran respaldados por Washington aunque violaran sistemáticamente los derechos humanos y civiles de sus compatriotas. “El enemigo de mi enemigo es mi amigo, aunque sea un sinvergüenza,” es un vil proverbio que se encuentra en todas las lenguas.

La izquierda y muchos demócratas consecuentes bramaban contra esa disonancia norteamericana. La más vieja y próspera democracia moderna del planeta, paladín de la libertad, debía ser congruente con sus ideales. Era un acto de cinismo defender esos valores en Estados Unidos y abrazarse con dictadores desalmados en el resto del mundo. Los políticos norteamericanos lo sabían y se excusaban alegando que se trataba de un mal menor. Ni siquiera estaban ante un dilema nuevo: durante la Segunda Guerra habían sido aliados de Stalin para combatir a Hitler.

Pero en 1991 terminó la Guerra Fría. Ya se podía escoger a los amigos escrupulosamente. El rigor moral había dejado de ser peligroso. Mientras tanto, en América Latina ocurrió un fenómeno paralelo a la disolución del bloque comunista. Entre 1983, cuando terminó la dictadura militar argentina, y 1990, cuando le tocó el turno a la chilena, todos los gobiernos latinoamericanos, menos Cuba, fueron el resultado de las urnas.

A partir de ese punto, los organismos que surgieron incorporaron una cláusula democrática: sólo podían pertenecer las democracias plurales en las que se respetaban los derechos humanos y civiles de los pueblos. Eso es lo que se lee en los documentos fundacionales del Grupo de Río, y de MERCOSUR.

Finalmente, el 11 de septiembre del 2001, mientras ardían las Torres Gemelas en Nueva York, todos los miembros de la OEA firmaban en Lima la Carta Democrática. Era la apoteosis de la coherencia ética. Nunca más se recurriría al cínico doble estándar de defender la democracia en casa y abrazarse a las dictaduras fuera de ella.

Mentira. Hoy, sin ningún pudor, casi todos los países latinoamericanos han dejado de defender la libertad y los atributos de la democracia liberal. El chavismo hace y deshace en Venezuela y a nadie le importa. Correa o Evo Morales conculcan los derechos fundamentales en Ecuador y Bolivia y ningún gobernante latinoamericano los censura. La dinastía militar cubana reprime ferozmente y los países “hermanos” miran a otra parte. Daniel Ortega se roba las elecciones parciales en Nicaragua y corrompe y adultera las generales, y no hay una voz que lo condene.

América Latina es hoy el reino de la amoralidad política. Todo vale.

Infolatam
Madrid, 14 abril 2012

Última actualización el Domingo, 22 de Abril de 2012 10:51
 
La paz con las FARC no es posible todavía PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 14 de Abril de 2012 12:11

Por Olmer Alveiro Muñoz

La discusión en torno a una posible negociación de paz con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) ha comenzado a generar presión en Colombia en el gobierno de Juan Manuel Santos. ¿Por qué podría ser creíble una posibilidad de diálogo con este grupo terrorista?, ¿cuáles son las condiciones que hay tener en cuenta para una posible mesa de diálogo con este grupo?, ¿cómo evitar que las FARC se burlen de la buena fe de los colombianos y de su gobierno, tal como ocurrió en los diálogos del Caguán, bajo la administración del entonces presidente Andrés Pastrana?

 

Tres elementos nos permiten negar la posibilidad de firmar la paz con las FARC:

 

1) Cese de las acciones terroristas indiscriminadas y cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario.

 

Uno de los aspectos importantes para mencionar es si efectivamente las FARC están interesadas en desactivar su campaña de acciones terroristas contra la población civil en Colombia. En su comunicado del 26 de febrero de 2012, se comprometieron a dejar a un lado los secuestros de carácter extorsivo, pero no renunciaron definitivamente al secuestro, a los ataques indiscriminados contra la población civil o a la siembra de minas antipersonales; su radicalismo ideológico les impide renunciar a la lucha armada, por lo tanto, sus actividades violentas no cesarán en el país.

 

En cuanto al cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario, es claro que las FARC han violado no sólo los principios básicos de humanidad (estipulados por el art. 3 común en los Convenios de Ginebra), sino que además se han negado a cumplir preceptos sagrados de protección a la vida y a la dignidad de la persona humana (inscriptos en la Carta de los Derechos Humanos y en los Protocolos I y II, adicionales a los Convenios de Ginebra y que además hacen parte del bloque de constitucionalidad en el país). En la última entrega de secuestrados, el 2 de abril de 2012, de nuevo se hizo evidente el maltrato psicológico y físico que debe soportar una persona privada de su libertad; tal acto inhumano no puede aceptarse como una acción propia de la revolución, por el contrario, debe ser rechazado para que no se repita con otro ciudadano. El carácter fanático de las FARC les impide aceptar normas que proscriban sus acciones violentas, y no podríamos esperar que cambien de parecer, no lo aceptarán.

 

 

2) La posición del Estado colombiano frente a la negociación.

 

Si bien el presidente Juan Manuel Santos ha dejado en claro que quiere mayor compromiso de las FARC para lograr un acercamiento, no ha sido tan tajante en fijar las reglas claras ante una eventual creación de una mesa de negociación. En estas circunstancias, quienes han tomado una leve ventaja en la discusión sobre el tema de la paz han sido las FARC, y no el Estado, lo que pondría en situación de debilidad a la administración Santos.

 

Mientras el gobierno colombiano no sea el actor que establezca las pautas de una negociación y exija a la guerrilla el cese de la violencia definitiva y el compromiso con los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario, un proceso de paz arrancaría con serias dificultades. Aquí no sólo tiene que existir un compromiso de parte del gobierno colombiano con respecto a las víctimas de la violencia en Colombia, sino que también se les debe exigir a las FARC claridad y compromiso frente al respeto por los derechos fundamentales de las personas. La estrategia de transferencia de la culpa, como lo hace este grupo criminal, ha puesto al Estado colombiano como el culpable de todos los secuestros, desapariciones forzadas y atentados terroristas en el país, desestimando con ello su responsabilidad directa.

 

El Estado colombiano debe insistir en la legitimidad de las instituciones como parte de su acercamiento a una negociación. Las FARC, por su lado, tendrían que acogerse a un Estado de derecho que  representa la legitimidad y la legalidad, si es que realmente desean encontrar una salida racional a esta violencia.

 

 

3) ¿Negociar bajo un marco de Impunidad?

 

El tercer elemento que impedirá una negociación real con las FARC es su pretensión de obtener réditos políticos sin responsabilidad de sus actos. Es lógico que en una negociación se pretenda obtener algo, pero esto se podría hacer si estuviéramos hablando de dos partes en igualdad de condiciones, y éste no es el caso de Colombia. El Estado colombiano hoy no sólo es superior en cuanto a capacidad defender su soberanía interna, sino que además mantiene una estabilidad institucional que le permite actuar bajo los marcos de la Constitución Nacional en la lucha contra los violentos. Las FARC, por su parte, han recibido los golpes militares más fuertes en los últimos años, situación innegable que los pone en desventaja frente al Estado para imponer condiciones de negociación.

 

Por todo lo anterior, si bien en un proceso de paz se pueden presentar niveles altos de impunidad -tal como se hizo en su momento con el M-19-, en las condiciones actuales  del país no sería ésta la mejor alternativa; y ello por dos razones: por un lado la capacidad del Estado para enfrentarse a estos grupos es tal que no tendrían otra opción que someterse a la Justicia y desmovilizarse de su lucha armada; y por el otro, nos enfrentamos a un contexto en el cual la vigencia del Estatuto de Roma en Colombia limitaría las posibilidades de hacer la paz en un marco de impunidad total.

 

En síntesis, la posibilidad de una negociación seria con las FARC no es clara hoy. En primer lugar, el Estado colombiano debe ser quien ponga las condiciones ante una eventual mesa de diálogo, exigiendo el cese de todo acto violento contra la población civil. En segundo lugar, las FARC tendrían que renunciar a sus principios de la lucha armada revolucionaria, para aceptar que ésta es hoy una opción irracional e ilegítima para alcanzar la paz en Colombia. Esto último es mucho más difícil de realizar debido al fundamentalismo ideológico que profesan y que les impide admitir sus errores y aleja cada vez más las posibilidades de un acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las FARC.

 

Olmer Alveiro Muñoz es profesor asociado en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana de Colombia

 

Última actualización el Sábado, 14 de Abril de 2012 12:16
 
Fidel recomienda Golpe Leninista para Venezuela PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 27 de Febrero de 2012 19:28

Por Alberto Muller.-

Venezuela vive su encrucijada más peligrosa de los últimos años en los meses que transcurren hasta las elecciones presidenciales del 7 de octubre, porque en los conciliábulos políticos en La Habana, alrededor de la delicada salud del presidente venezolano, el octogenario Fidel Castro sigue planteando el golpe bolchevique en Venezuela, antes de permitir el triunfo de la oposición, como reflejan las principales encuestadoras del país.

Los resultados de la elección parlamentaria del 26 de septiembre, donde la oposición reunida en la Mesa de la Unidad obtuvo la mayoría del voto popular con un sólido 53 por ciento y el chavismo paso a ser la minoría electoral; más la escogencia del joven y popular Henrique Capriles Radonsky, como candidato de toda la oposición, con la asombrosa participación de 3 millones de votantes en las elecciones primarias del 12 de Febrero; unido al lamentable sarcoma canceroso que afecta gravemente la salud del presidente Hugo Chávez, han creado un pánico aterrador en la alta dirigencia del gobierno castrista en La Habana.

Para el castrismo y las fuerzas más radicales del chavismo, encabezadas por el propio presidente Hugo Chávez y su ministro de Defensa, Henry Rangel Silva, no es una alternativa viable llegar a las presidenciales del 2012 y perderlas, como indican todos los organismos de medición electoral.

Paralelamente los diputados chavistas moderados y de naturaleza democrática denunciaron en una carta privada de emergencia enviada al presidente Chávez hace dos años, la insatisfacción popular por la corrupción imperante en el gobierno, el escándalo mayúsculo por los alimentos podridos del caso PDVAL y las mentiras del gobierno con los niveles de pobreza, el número de viviendas construidas, el deterioro del sistema eléctrico, las estadísticas de escolaridad y la criminalidad en el país.

A trece años de asumir la presidencia de Venezuela, Hugo Chávez, fiel a los consejos leninistas de Fidel Castro, ha ido creando las condiciones para sepultar la Constitución, liquidar la separación de los tres poderes, crear un parlamento comunal paralelo, cerrar la mayor cantidad de medios de prensa privados y crear una milicia armada desestabilizadora.

Este plan maquiavélico concebido desde La Habana, para arrinconar a la mayoría del pueblo venezolano, ha tenido un obstáculo inesperado con la enfermedad del presidente Hugo Chávez.

Los consejos del Golpe de Fuerza bolchevique (leninista) de Fidel Castro para Venezuela no son nada novedosos, pues vienen desde los primeros años de Chávez en el Palacio de Miraflores, cuando sus principales asesores, como Luis Miquelena y José Vicente Rangel, aconsejaban a Chávez consolidar la vía democrática pluralista, mientras desde Cuba, el viejo Comandante en Jefe, insistía con obsesión en abandonar los mecanismos de democracia, respeto a la Constitución vigente y elecciones democráticas pluralistas.

Este fue el mismo camino seguido por Fidel al triunfo de la revolución en 1959, cuando traicionó los basamentos democráticos de la Revolución Cubana contra la dictadura de Fulgencio Batista, que proclamaron y defendieron con sus vidas los principales dirigentes revolucionarios que lo acompañaron en la realización del proceso revolucionario, como Frank País, José Antonio Echeverría, los comandantes Huber Matos, Humberto Sorí Marín, Pedro Luis Díaz Lanz, Porfirio Ramírez, y los dirigentes revolucionarios civiles, como Manuel Ray, Felipe Pazos, José Miró Cardona y Manuel Urrutia, entre otros que harían interminable esta lista y que deseaban con fervor revolucionario, la democracia y el estado de derecho para Cuba.

En el cónclave anterior entre Chávez y Fidel Castro, durante la primera operación quirúrgica, el consejo fue rechazar cualquier conciliación con las fuerzas de oposición, que Chávez cumplió al pie de la letra.

Por todo lo anterior, ya el proceso del Golpe de Estado leninista para sepultar la Constitución y el proceso democrático en Venezuela se ha activado con tres pasos previos fundamentales:

El primero es liquidar la separación de los tres poderes, ya en marcha desde hace unos años. La arbitraria y monstruosa detención de la jueza María Lourdes Afiuni es la muestra más patética, aunque hay otras palpables en la prisión política creciente en Venezuela.

El segundo paso es crear un parlamento comunal y desconocer la autoridad soberana del Parlamento Venezolano.

A ese asalto a la soberanía del pueblo venezolano se añade la aprobación apresurada de algunas leyes estatistas de corte autoritarias para desarticular la estructura de la propiedad privada en el país y fortalecer la visión centralizante y autoritaria imperante en Cuba.

Sólo falta descifrar ahora en qué momento el presidente venezolano Hugo Chávez, lanzará el famoso vaticinio ‘ELECCIONES PARA QUE’, que pronunciara Fidel Castro en el año 1959 para iniciar el asalto bolchevique o leninista a la revolución cubana y convertirla en una revolución a la medida de Stalin.

Curiosamente y para beneficio de la historia y del pueblo venezolano, la gravedad cancerosa de Hugo Chávez, podría cambiar la secuencia de todos estos proyectos de un Golde de Estado bolchevique para Venezuela.

La Mesa de la Unidad, los asesores del candidato Capriles Radonsky, el propio candidato y todo el pueblo venezolano tienen que estar muy alertas para no quedar sorprendidos por este plan dictatorial de Fidel y Raúl Castro, que trae provocaciones precisas y momentos de alteraciones violentas para suspender el proceso electoral por una dictadura militar.

El antídoto a esta monstruosidad autoritaria concebida desde La Habana es la movilización pacífica, civilizada y permanente del pueblo venezolano. Que los enemigos de la libertad para Venezuela -dirigidos por Fidel y Raúl Castro- sepan que el pueblo no permitirá este cambio de rumbo desastroso y destructivo para la historia del país.

Venezuela quiere libertad, justicia social y una inclusión de todos en el porvenir venezolano. Stalin lleva muchos años sepultado fisica y moralmente, para revivirlo en la tierra del Libertador Simon Bolívar.

 
El alto costo de los presidentes-payasos PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 27 de Febrero de 2012 00:39

Por Carlos Alberto Montaner

Cuánto cuestan los presidentes-payasos? Primero, ¿qué es un presidente-payaso? Se trata de esos tipos que tienen una idea circense de la función pública. Creen que han sido elegidos para entretener, no para servir y cumplir con las leyes. Hablan nueve horas, cantan, insultan, dicen barbaridades.

Fidel, por ejemplo, cuando actuaba en la pista mayor del gran circo habanero, acusó a Estados Unidos de desviar los huracanes hacia la Isla. Muchos años más tarde, su discípulo Hugo Chávez aseguró que el terremoto que destruyó medio Haití fue un arma secreta probada por el Pentágono en el Caribe. Todo vale para salir en los papeles y para generar noticias.

Uno de los rasgos más notorios de los presidentes-payasos es su candorosa irresponsabilidad. No advierten, o no les importa, el daño que les hacen a sus países. Viven tan pendientes del aplauso y del titular de primera plana, que son incapaces de calcular o prever el costo de sus acciones. Incluso, sucede algo más grave: sus compatriotas suelen reírles las gracias sin percatarse de las adversas consecuencias económicas generales que acarrea tener como rostro visible de la sociedad a un presidente-payaso.

Un caso reciente es el del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Correa acaba de armar un espectáculo absolutamente mediático con su demanda triunfal de cuarenta millones de dólares contra un respetado diario, El Universo de Guayaquil, que acabará confiscado o clausurado por una crítica columna de opinión publicada por Emilio Palacio.

Los propietarios del diario, además, como el autor del artículo, fueron condenados a tres años de cárcel y tuvieron que exiliarse antes de acabar tras las rejas. Durante las semanas que duró el sainete, Correa mantuvo en vilo al país y a la prensa internacional, generando una enorme cantidad de información, culminada en una manifestación muy fotogénica encabezada por él el día de la sentencia, con velas incluidas.

¿Qué fue lo que trascendió de este lamentable show? Muy sencillo: que Ecuador es un país poco fiable en el que no vale la pena invertir. Es una sociedad amable, desgraciadamente administrada por un gobierno poco serio. Se trata de una nación “bananera”, de acuerdo con el editorial del Washington Post, en la que “tras cuatro cambios de jueces, un magistrado temporal asume el caso, ordena una vista, y 33 horas después emite una resolución de 156 páginas, probablemente escrita por un abogado de Correa”.

A los dos días de la trágica payasada contra El Universo, un panel especial administrado por la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya emitió un laudo provisional a favor de Chevron, a reserva de un fallo posterior, para detener una sentencia ecuatoriana que condenaba a la empresa petrolera a pagar miles de millones de dólares como compensación por un discutido daño ecológico infligido al país hace varias décadas por otra compañía.

Chevron, según su testimonio, descubrió pruebas de fraude, corrupción y, como en el caso de El Universo, que la sentencia había sido escrita por los demandantes y no por el juez encargado de dictarla. El sistema judicial ecuatoriano, presumiblemente, estaba podrido y funcionaba como un brazo de los deseos y caprichos de la presidencia de la República y como una fuente de enriquecimiento ilícito dentro de las alcantarillas del poder.

Todo eso es carísimo. En los tiempos de la globalización y de la información instantánea, los presidentes están obligados a cuidar la marca-país con el mismo celo con que los empresarios tratan de proteger el prestigio de las compañías que dirigen y los productos que manufacturan.

Los países y las ciudades proyectan ciertas imágenes muy importantes para la toma de decisiones. Existe un baremo internacional (The Anholt-GfK Roper Nation Brands Index) que mide y contrasta la calidad de la imagen de las naciones y, lógicamente, Ecuador aparece por los suelos. Por eso los capitales se refugian en Zurich y huyen de Quito.

Ello significa que cuando Rafael Correa gana 40 millones de dólares por medio de detestables trucos legales –aunque luego los asigne a una causa caritativa–, no sólo arruina a una familia y a centenares de trabajadores de El Universo, sino, además, perjudica a todos sus compatriotas. Con esos escándalos, los ecuatorianos pierden miles de millones en inversiones que nunca se van a hacer, o en negocios que no se llevarán a cabo, porque nada hay más importante que la seguridad jurídica para cualquier inversionista serio del planeta, y en Ecuador no hay siquiera vestigios de ese fundamental clima institucional.

Los payasos, sin duda, son criaturas adorables, pero es muy conveniente mantenerlos alejados de la política. Cuestan demasiado.

Periodista y escritor. Su último libro es la novela La mujer del coronel.

www.firmaspress.com


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Última actualización el Sábado, 14 de Abril de 2012 12:17
 
AHORA SÍ,... ¿¿¿SE MORIRA DE ARRECHERA??? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 26 de Febrero de 2012 14:32

Por Ernestina Mogollones.-

 

¿Cómo estás Hugo? ¿Arrecho? ¿Ladillado de que nada te salga bien? ¿Harto de la tanta y máxima incompetencia que te rodea? Te entiendo, debe ser frustrante esa vaina, pero yo, de pana y todo, te tengo la solución.

 

Has dividido el país en dos toletes, una paupérrima minoría que dice que te ama y la gran mayoría que te despreciamos. Dividiste mal, Hugo..., y ese es tu problema, que no supiste hacer la raya de división. El país ya estaba dividido antes de que tú llegaras, pero no como tú crees, en ricos y pobres, o en blancos y negros, o en negros e indios, sino en competentes e incompetentes. Los competentes, crean, generan riqueza, crean progreso, crean dinero, crean empleo, crean belleza, y aunque suene loco y redundante, crean creación. Los otros, tus lacayos, no crean nada, son mendigos, ojo, que eso no quiere decir que no tengan dinero; pueden tenerlo, pero no saben crear.

 

Sabes, es como… imagínate dos tribus que llegan a una isla..., una isla hermosa, llena de animales comestibles, y frutas, y vegetales, y todo eso. Una tribu se dedica a recolectar y cazar todo lo que consigue, la otra decide crear formas de sembrar, de criar animales, de luchar contra la naturaleza para depender lo menos posible de ella. Al cabo de un tiempo, las plantas y animales salvajes empiezan a escasear, así que la tribu cazadora/recolectora empieza a pasar hambre, la otra no, porque la otra no recolecta los alimentos, los crea.

 

Y ahí está el problema, Hugo. Tu dividiste el país en recolectores/cazadores y sembradores/criadores, y te quedaste con los primeros, desechando a los segundos, atacándoles, eliminándoles. Mira, Hugo, hace años llegó a Venezuela un señor, a un país donde no había televisión, y ese señor tuvo una idea: fundar un canal de televisión. ¡Imagínate! una apuesta peligrosa. Un canal de televisión en un país donde nadie tenía un televisor. ¿Le gustaría a la gente? ¿Estarían dispuestos a pagar por un aparato para ver su idea cristalizada? No..., no era una apuesta simple, pero él apostó. Y esa mente brillante se rodeó de montones de gente, de los más capaces, los más creativos, los más sabios, los más trabajadores, desde ingenieros innovadores a obreros capaces, y él, en el centro, coordinando toda esa maravilla. Y ese canal fue representación de lo que podemos hacer los venezolanos, de hasta qué punto el ingenio, la capacidad y la constancia pueden construir..., hasta que llegaste tú, y te quisiste apoderar de la obra creada, nada más que por soberbia y rabia a tu propia incompetencia.

 

Entonces le prohibiste transmitir en señal abierta, para tener la excusa de robarles su obra. Pero no te funcionó; por alguna razón extraña, no te funcionó..., lo que en sus manos era un canal rentable y muy visto, en tus manos se convirtió en un adefesio espantoso e inútil que sólo da pérdidas.

 

Hoy terminas definitivamente con ese canal (o al menos eso crees), porque no puedes soportarlo, su existencia te recuerda que robar no te sirvió de nada. Y así te pasa siempre Hugo. Eso, en ti, es una gran constante..., es tu gran pesar. Haciendas productivas que en tu manos son eriales..., canales de rating que hasta exportan programas, se convierten en bodrios que no ven ni los que te apoyan y mucho menos los que te adulan..., numerosas industrias productivas que truncas en otras quebradas..., hoteles que terminan siendo pensiones de mala muerte o refugios “poca estrella” para damnificados..., mercados y automercados convertidos en bodega..., bancos que acaban en lupanares de ladrones y usureros…

 

Y así todo, así siempre… ¿Qué pasa, Hugo? ¿Por qué nada te funciona? ¿Cómo es que robas cadenas de oro y acabas con collares de plástico? ¿Qué falla, Hugo? ¿Qué falla? Tienes el dinero, tienes la fuerza, tienes el poder ¡y no te funciona!... así es..., ¡Nada te funciona!... Has gastado millones en armas para amedrentar, para intimidar..., tienes ejércitos regulares e irregulares bajo tu mando para oprimir..., has comprado voluntades... ¡y nada funciona! ¡Er coño e’ la madre!..., ¡N o   t e   f u n c i o n a!

 

Y lo peor es que no entiendes nada... Eres presa de la ira porque no entiendes qué es lo que no funciona..., ¿Por qué, usando tantos recursos no logras, ya no crear porque sabemos que es imposible, pero al menos, mantener lo que esos hombres hicieron? Yo sí lo sé, Hugo, yo sé cual es tu problema, yo sé donde está tu falla. El error es que no has podido encontrar ni expropiar la piedra angular de todo esto, no has expropiado lo que hace que un supermercado sea supermercado y no bodega con anaqueles vacíos, escasos productos racionados e interminables colas de necesitados ..., lo que hace que un canal de televisión sea visto y no un bodrio intragable que no ve ni la mamá del director..., eso que hace que un hotel esté siempre a reventar y no parezca o luzca como una pensión de mala muerte…, ¡Es el alma, Hugo! ¡Si..., el alma! ¡Eso es lo que tienes que expropiar!

 

El alma..., eso es lo que hace que un hombre cree, produzca, haga, invente. Es esa cosa que permite salvar obstáculos..., es esa cosa maravillosa que hace que un hombre, una mota de polvo en el universo, se convierta en un gigante capaz de transformar su entorno..., de someterlo a sus deseos. No es el dinero, Hugo, tu problema es de comprensión..., no es el dinero, es el amor, es el orgullo, es la tenacidad. No es ganar cada vez más dinero..., es simplemente tener una idea..., enamorarte de ella..., llevar la idea a la realidad..., verla crecer..., verla formarse..., ver que cobra vida y maravillarte diciéndote “eso lo hice yo”..., pensar que de no existir tú, esa maravilla no existiría..., que está allí porque la pensaste, la imaginaste, la hiciste. Es sentir que aunque esa obra a lo mejor no pase a la historia de la humanidad, ni del país siquiera..., será parte de la historia de mucha gente..., gente que de una u otra forma trabajó en o para ella.

 

El problema, Hugo, es que cuando expropias, robas descaradamente; pero solo robas lo físico: robas edificios, muebles, máquinas, pero eso son sólo cosas materiales. Lo que realmente mueve todo es la suma de voluntades..., lo que mueve todo es el cerebro y el alma de millones de hombres y mujeres que hacen que las cosas tengan vida, porque las cosas, cuando no tienen el alma del hombre que las hace útiles, no son nada. Los zapatos, Hugo, no son nada si no tienen al hombre que les da vida..., no son capaces por sí mismos de hacer huellas y marcar caminos..., son solo una mezcla de cuero, suela, hilos y pega, pero sin la mente del hombre, no son nada.

 

Y tú, Hugo, eres un pobre ser, un primitivo que piensa que si le robas a un hombre sus zapatos, podrás caminar como él. Lo que tienes que expropiar, Hugo, es el alma, y eso no lo puedes robar..., no importa cuántos cañones tengas, ni cuántos macacos vestidos de verde amedrentador envíes..., no importa cuánto miedo siembres, ni cuánto dinero regales, pues no puedes robar el alma..., no puedes robar la inteligencia, no puedes robar lo competente..., ¡y esa es tu grande y profunda arrechera, mesma! Que lo que quieres quitarnos, no nos lo puedes quitar. Ni siquiera nosotros, aún queriendo dártelo, podemos hacerlo; porque el alma y la inteligencia son intransferibles, lamentablemente para ti.

 

Hugo, tú me puedes quitar mi casa, mi negocio, mi dinero, y hasta mi vida..., pero más de eso, no me puedes quitar..., puedes incluso romperme el alma, eso no te lo niego, pero no la podrás usar ¡nunca!

 

Así que, ese es tu problema, Hugo..., el que tanto te agobia. Eso es lo que debes expropiar para que las cosas te funcionen, y como no puedes…

 

¡JÓDETE!

 

 

 

“Todo aquel que profane mi tumba, tendrá años de sufrimiento y sus seguidores morirán en lote”   Simon Bolivar

 
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