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Latinoamérica Fidelochavista


Cómo es el control de cambios para el turismo en la Venezuela de Chávez PDF Imprimir E-mail
Escrito por Tomado de INFOBAE   
Martes, 29 de Mayo de 2012 17:37

Por Luis Domingo Álvarez.-

La historia se remonta a febrero de 1983 (hace casi 30 años) cuando el gobierno del entonces presidente Luis Herrera Campins (ya fallecido) decretó la creación delRégimen de Cambios Diferenciales (el tristemente célebre RECADI), momento en el que se rompe con la libre convertibilidad de la moneda en Venezuela.

En aquella época se argumentó que se había iniciado una fuga masiva de capitales por la inestabilidad de la economía (sobrevaluación del bolívar, deuda externa y colapso en los precios del petróleo). Para viajar o importar bienes y servicios teníamos que pedir las divisas y comprárselas al gobierno, a través de casas de cambio o entidades bancarias. Lo "bueno" era el precio "preferencial", más dólares por menos bolívares (te imaginarás la corrupción y el desangramiento enorme en las reservas que eso generó, además del impacto negativo en las exportaciones).

La burocracia y los límites de compra de divisas para el ciudadano común y la empresa privada hacían del proceso algo muy incómodo, pero siempre había la posibilidad de acudir al "mercado paralelo"; claro, el precio de las divisas allí es superior.

Hoy, ya en "Revolución", la historia lejos de haber mejorado empeoró. Ahora no se llama RECADI sino CADIVI (Comisión de Administración de Divisas creada en febrero de 2003), y el "mercado paralelo" y todo lo que huela parecido es ilegal según laLey contra Ilícitos Cambiarios aprobada en septiembre de 2005 (lo cual choca con los principios de libertad económica de nuestra Constitución).

Esa ley prohíbe hablar por medio alguno del mercado del dólar libre. ¿Una locura, no? Sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo y, por más que los medios de comunicación NO hablemos de ese mercado, existe.

Al "dólar paralelo" (aunque la restricción es para cualquier moneda extranjera) le decimos "el innombrable", entre otros sustantivos.

De hecho, cuando alguien busca comprar o vender en ese mercado (algunos dicen que surtido con dólares de la estatal petrolera PDVSA, al igual que el maletín de Guido Antonini Wilson), al dólar se le llama de cualquier forma menos dólar... Es común que circulen mensajes en plataformas privadas que digan "necesito comprar mil lechugas urgente". (ATENCIÓN, SEÑORES DE CADIVI, ESO DE LAS LECHUGAS NO LO ENTIENDO Y NO SÉ POR QUÉ LO ESTOY PONIENDO AQUÍ, ¡¡¡SOY INOCENTE!!!)

La libertad, como la vida misma, siempre encuentra un camino, ¿verdad?

La guerra contra el "dólar libre", "dólar paralelo" o "dólar permuta" no se quedó allí: vinieron los cierres de las Casas de Bolsa (2010), acusadas por el gobierno de Chávez de "inflar artificialmente" el precio de los bonos denominados en dólares para determinar el tipo de cambio, lo cual, según el gobierno (que llegó al poder en 1999), generaba inflación (en Venezuela, como en todos los países de Latinoamérica, el dólar siempre es la referencia).

También vino la creación del SITME (Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera), a imagen y semejanza "inversa" de lo que hacían las Casas de Bolsa (suena raro, pero me gustó el concepto porque se trata de métodos de manipulación monetaria, uno al alza y otro a la baja).

Así, Venezuela tiene cinco tipos de paridades cambiarias; tres legales y para muchos irreales: el de CADIVI (2,60 y 4,30 por dólar), el del SITME (5,30) y las emisiones de bonos en dólares transables en bolívares (5,80), y otro ilegal, del que no puedo hablar "por ahora", para no meterme en problemas.

Particularmente sobre el turismo, si algún residente en Venezuela (que no sea experto para intentar el SITME o la compra de bonos) quiere viajar al exterior en este momento con dólares a 4,30, tiene que pasar por el calvario de los trámites de CADIVI, que al año da un máximo (no acumulable) de 3 mil dólares para compras a través de tarjetas de crédito, 400 dólares para compras por internet (para usar este cupo no es necesario que viajes) y entre 500 y 300 dólares en efectivo, pero casi nunca los dan a tiempo.

Esos 3 mil dólares para consumos en el exterior son un tope máximo (el mínimo son 500 o su equivalente).

Ese tope, dependiendo del lugar al que viajes y los días que vayas a quedarte, lo decide CADIVI arbitrariamente. Además, sólo te dan divisas para un viaje al año, no es que tienes 3 mil dólares para usarlos fraccionados. Si viajas y te aprueban mil dólares, pues eso es, y no podrás pedir más divisas en el año. CADIVI sólo te venderá divisas para un viaje por año calendario. Si quieres viajar más, debes conseguir tus propias "lechugas".

Para graficar mejor la distribución, veamos algunas comparaciones (fuente: CADIVI):

De acuerdo con la tabla que podrán revisar en el enlace "ut supra" (jejeje) si el viaje es para Europa, por ejemplo, y durará 8 o más días... ¡bingo!, te aprueban los 3 mil dólares completos. Suena bien, ¿no? Dividamos a ver cuántos dólares por día tenemos si el viaje es de 15 días... Ya no suena tan bien, ¿verdad? Doscientos dólares se van sólo en desayuno, almuerzo y cena, sin mucho lujo. ¿Y el hotel, los traslados, las compras, las rumbas, los impuestos, etcétera?

Pero hay destinos que "extrañamente" son más atractivos, no por lo que ofrezcan, sino por la cantidad de dólares que te aprueba CADIVI (por ejemplo,Cuba y los países del ALBA), para los cuales te "venden" 2.500 dólares por 8 días o más de estadía (solo 500 menos que para cualquier destino de Europa).

A diferencia de países como Colombia, pues para ir a Bogotá por 8 días o más, sólo te aprueban 700 dólares, y para Aruba o Curaçao (también por 8 días o más) son mil dólares.

Ah, me faltó decir que si no tienes una tarjeta de crédito, o el límite de la que tienes es muy bajo, ese es el límite que te darán; por eso considero este sistemadiscriminatorio (otra inconstitucionalidad más). Para menores de edad está previsto el otorgamiento de divisas, pero por montos menores: más discriminación.

Una vez pasado todo este "mar de la felicidad" y disfrutar de unas merecidas y casi siempre recortadas vacaciones (porque de los cajeros en el exterior sólo puedes retirar el 10% mensual del monto total aprobado), la historia no termina.

En cualquier momento del siguiente año CADIVI puede llamarte para que presentes los comprobantes de los consumos realizados. ¡Hay que pedir y guardar todas las facturas de compras de bienes y servicios en el exterior! Porque si te las piden y no las presentas, te suspenden y ya no podrás solicitar más divisas a CADIVI.

Además, dentro de los 45 días siguientes a la llegada al país, cada "beneficiario" del cupo CADIVI debe hacer la "Declaración Jurada de Cierre" del uso "legal" de las divisas autorizadas.

Una de las perlas de la Ley Contra Ilícitos Cambiarios en Venezuela, si quieren echarle un ojo, aquí se las dejo:

Artículo 14 .- Las personas naturales o jurídicas que en violación de los convenios suscritos por la República, la normativa cambiaria o las leyes de la República aplicables al respecto, pública o privadamente, ofrecieren en el país la compra o la venta de bienes y servicios en divisas, serán sancionados con multa del doble al equivalente en bolívares del monto de la oferta. Para el caso de la oferta pública (AGÁRRENSE) la misma sanción se aplicará al medio de comunicación social o a cualquier otra persona natural o jurídica que coadyuve a dar publicidad a este tipo de ofertas (...).

Para aquellos que no lo saben, de acuerdo con una batería de leyes que ha creado este gobierno, los medios de comunicación son "subsidiariamente responsables" de cualquier mensaje que transmitan... ¿Censura previa?

ATENCIÓN, SEÑORES DE CADIVI: A MÍ LA CONSTITUCIÓN NO ME DA PERMISO PARA VIOLAR LAS LEYES, REGLAMENTOS Y NORMAS (AUNQUE HAY UN ARTÍCULO QUE HABLA DE LA EFECTIVA VIGENCIA CONSTITUCIONAL), PERO ME PERMITE CRITICAR LAS QUE QUIERA.

¿Ahora se entiende por qué "se habla de un repunte en el turismo nacional"?

* Luis Domingo Álvarez, periodista venezolano, licenciado en Comunicación Social graduado en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas (1995), tiene estudios de posgrado y especializaciones en Políticas Públicas, Desarrollo Social y Gerencia de la Información. Trabajó en RCR Red Nacional de Noticias, Unión Radio, RCTV, Globovisión y actualmente se desempeña como jefe nacional de Información y Opinión en el Circuito FM Center.

 
Venezuela: la última oportunidad PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 15 de Mayo de 2012 10:42

Por Pedro Corzo.-

Las diferencias fundamentales entre una sociedad democrática y un régimen de características autocrática, es la fortaleza de sus instituciones, la certeza que ante la ausencia del mandatario o ante una crisis de gobernabilidad, el estado de derecho, el respeto a la constitución, van a primar por encima de los intereses de grupos.

La ausencia de una persona, por importante que sea el cargo, no determina la caída de un gobierno, situación contraria a lo que se percibe en Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez, como si fuera un jefe de operaciones militares, dirige las tropas desde miles de kilómetros de distancia, lo que hace evocar a José Martí, quien escribió al generalísimo Máximo Gómez, “general una república no se dirige como un cuartel”, consejo que nunca han acatado los hermanos Castro ni Hugo Chávez.


Los gobiernos que se sustentan en el liderazgo de una persona son particularmente frágiles, y si el caso cubano hasta el momento ha sido una excepción, es por la concepción dinástica que Fidel Castro impuso en la nomenclatura que forjó, durante los más cuarenta y cinco años de mandato absoluto.


Cuba ha sido dirigida por décadas como un estado teocrático. La voluntad del soberano aunque todavía es ley, presenta las fisuras que siempre han caracterizado la autocracia chavista.


Por su parte Venezuela, a pesar del despotismo imperante,  ha contado con espacios legales que han impedido que se imponga el estado policiaco necesario para que el régimen sobreviva, aun, cuando el líder haya desaparecido.


No obstante el mandatario ha tomado medidas de control, cosa que es de suponer que sus seguidores ven con alegría. Recientemente designó un Consejo de Estado, un probable paso para iniciar un proceso de transición e  informó de la voluntad de su gobierno de abandonar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, una entidad independiente que con frecuencia ha criticado con severidad a su gobierno. También aprobó una ley laboral que busca el apoyo de los trabajadores en los próximos comicios.


Tanto Chávez como sus aliados están de acuerdo en que no hay relevo. Sus seguidores creen que el comandante es insustituible, por lo que es vital que de señales de tener el control de la situación, ya que una transferencia del mando, o una percepción de anarquía,  podría generar el caos en el que todos estarían contra uno y uno contra todos.


Son muchas las informaciones de divisiones al interior del gobierno, lo que genera inseguridad y la formación de grupos de poder rivales entre sí. También hay informaciones sobre la disposición de ciertos sectores oficiales de arremeter contra la oposición, para garantizar la continuidad del régimen.


Para un dictador duro y puro, la afición de Hugo Chávez a las elecciones es  un lastre que ha impedido fortalecer las estructuras del régimen, pero ese es un factor común a todas las dictaduras institucionales, como se pueden calificar los regímenes de Evo Morales, Rafael Correa  y Daniel Ortega.


A pesar de las acusaciones contra la oposición de buscar la inestabilidad política, tanto Chávez como sus partidarios, están convencidos que sus contrarios no tienen capacidad  ni voluntad  para producir un proceso de desestabilización que pueda  poner en peligro el régimen y menos el país.


La nomenclatura bolivariana está consciente que los únicos con capacidad y voluntad para recurrir a la violencia son ellos. También saben que aunque los dirigentes de las Fuerzas Armadas han hecho publica su adhesión al gobierno, hay un número importante de oficiales que acatan el mandato presidencial, exclusivamente por su lealtad a la constitución.


El presidente Hugo Chávez, independientemente al estado real de su salud, ha manipulado con fines electorales la  información relacionada con su enfermedad, al extremo, afirmó Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanalisis, que en el país el “monotema es la salud de Chávez”.


Muchos analistas opinan que los miles de rumores sobre su recuperación o gravedad, han restado espacio a un genuino debate electoral y a un balance de la gestión del gobierno, lo que en la opinión de Vicente León, va en detrimento de las posibilidades de triunfo de Henrique Capriles, candidato de la oposición.


A los venezolanos les está llegando su hora 25. Esta es posiblemente la última oportunidad constitucional para impedir que el modelo castrista con las modalidades del siglo XXI, se imponga en el país.


Hay que votar si se tiene la oportunidad. Si vence el hastió y la decepción que provoca la política y los políticos, se está favoreciendo a los enemigos de la libertad y Hugo Chávez está entre ellos.

 
Riesgo de golpe en Venezuela: hora de decir no PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 05 de Mayo de 2012 12:13

Por Sergio Fausto.-

No hay duda de que el estado de salud de Chávez se agravó. Él mismo admitió el hecho, al implorar públicamente a Jesús que no se lo llevase todavía. El dramático llamado fué al inicio de abril, en una misa televisada para todo el país. La hipótesis de que no cuente con las condiciones físicas necesarias para disputar las elecciones de octubre dejó de ser posible para volverse probable. Así, se dibujó en el horizonte el espectro de la alternancia de poder, el mayor temor del chavismo. De hecho, si las encuestas sirven de guía a estas alturas, seis meses antes del encuentro, cualquier candidato del gobierno, excepto el propio Chávez, sería derrotado por Henrique Capriles, el candidato único de la oposición.

Para un movimiento político que se apoderó del Estado, lo agigantó y transformó en un instrumento para el ejercicio arbitrario del poder, solo que bajo la facahada de un régimen constitucional y democrático, esa es una perspectiva aterrorizante. Para algunos inaceptable.

Ya en noviembre de 2010, el general Henry Rangel, jefe del órgano de la cúpula de las Fuerzas Armadas, dijo con todas las letras, en entrevista de prensa, que en caso de victoria de la oposición, el pueblo y los militares se rebelarían. Chávez no sólo no lo condenó, si no que lo promovió a un nivel todavía más alto en el generalato. En enero de 2012, lo nombró ministro de defensa. Semans atrás, el generla Henry Rangel volvió a declarar inaceptable la vistoria de la oposición. Chávez afirmó que aceptaría sí, pero no repredió al subordinado. Al mismo tiempo, el presidente venezolano propaga la idea de que la oposición, con ayuda de los Estados  Unidos, planea promover la convulsión social para justificar un golpe de estado. Como parte de ese escenario político, formó un comité civil-militar con el supuesto objetivo de veitar la subversión opositora. Y ordenó al servicio de inteligencia que vigilase a gobernadores y prefectos de la oposición, así como a los comandantes de sus respectivas fuerzas policiales, para prevenir que llevasen a cabo el tal plan de desestabilización política.

Todos esos son hechos ampliamente difundos por la prensa. A ello se unen indicios igualmente preocupantes. En un artículo reciente, el periodista venezolano Nelson Bocaranda afirma que hubo en La Habana una reunión entre oficiles de la alta cúpula de las Fuerzas Armadas de Venezuela y dirigentes del régimen cubano, entre ellos el propio Raúl Castro. Los participantes de la reunión habrían discutido la hipótesis de emplear las Unidades de Protección al presidente, fuerzas especiales directamente ligadas a Chávez, entrenadas y/o formadas por cubanos, para realizar actos de provocación que serían atribuidos a la oposición y justificarían una intervención militar para la mantención del régimen chavista. Cuesta poco recordar que Cuba depende vitalmente de la ayudsa económica de Venezuela y que los cubanos conocen exactamente el real estado de salud de Chávez.  O sea, están interesados en la mantención del régimen y saben que éste está en peligro.

Si no podemos afirmar con certeza la veracidad de lo que escribe Bocaranda, por otro lado no cabe duda de que algún tipo de intervención militar en los próximos meses es una hipótesis real en Venezuela. Y si esto llegara a ocurrir, sería a manos del chavismo, con o sin su líder al mando del proceso, por la simple razón de que hoy la oposición, lo mismo que sus sectores menos democráticos, ahora minoritarios, no disponen de apoyo en las Fuerzas Armadas, ni del auxilio de las “milicias populares”. Las armas están con Chávez y los suyos.

Difícil imaginar que una intervención armada diere lugar a un gobierno, por no decir régimen, capaz de perdurar en el tiempo. Probablemente el poder emergente tendría una corta vida, pero seguro que lanzaría a Venezuela a una escalada de inestabilidad y violencia que haría empalidecer, por duración e intensidad, al recuerdo del caos provocado por el “Caracazo”, en 1989. En aquella ocasión, la capital del país quedó patas arriba en medio de la revuelta popular contra la política económica de Carlos Andrés Perez, al final duramente reprimida por la policía y el ejército, dejando muertos y heridos. Esta vez,  se enfrentarían dos bloques sociales y políticos completamente antagonizados, fracturando la sociedad y las fuerzas armadas, en un país donde la violencia y la diseminación de armamentos ya alcanzaron niveles alarmantes.

Venezuela tiene 30 millones de habitantes, es un gran exportador de petróleo, tiene una de las mayores reservas probadas de ese combustible fósil en el mundo y es la cuarta mayor economía de América del Sur. Los que pase en ese país tendrá repercusiones en la región. En el gobierno de Dilma, Brasil ha mantenido una actitud de mayor alejamiento en relación a Chávez y lo que él representa, apesar de la proximidad de su asesor especial para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, con el gobierno venezolano (son próximas también las relaciones de José Dirceu con personajes del régimen chavista).

Llegó la hora de que Brasil envíe un recado claro a Chávez y a los suyos: el gobierno brasileño no se quedará quieto y pasivo si hubiese, bajo cualquier justificación, un intento de golpe o autogolpe para evitar el transcurso normal del proceso electoral, ya de sí muy comprometido por las arbitrariedades del régimen chavista.

La presidente Dilma sabrá evaluar el modo y los medios para enviar ese recado. Podrá tomar la inciativa en solitario o articularla con otros jefes de estado sudamericanos, en especial con el hábil y capaz presidente Juan Manuel Santos de Colombia, país vecino e importante socio comercial de Venezuela. Puede incluso valerse de los buenos oficios de sus colaboradores y compañeros de partido que gozan de la intimidad del actual gobierno venezolano.

Pero no pude ignorarse la hora grave que vive Venezuela.

(Publicado en O Estado de Sao Paulo, traducido por Infolatam)

Infolatam
Sao paulo, 26 abril 2012

 
La agonía de Hugo Chávez PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 02 de Mayo de 2012 07:32

Por Carlos Alberto Montaner.-

Sus médicos cubanos ya le comunicaron al presidente Hugo Chávez que muy probablemente no llegará vivo a las elecciones de octubre. No se trata de certezas, sino de una aproximación estadística. Las personas de su edad afectadas por el cáncer agresivo que padece, complicado por la metástasis generalizada que se ha desatado, suelen sobrevivir equis meses. A veces exceden el período o a veces no llegan. Sólo se trata de un macabro promedio.

Una de las primeras reacciones de Chávez fue llamar a un jefe de Estado amigo para contárselo. A partir de ahora hará cosas cada vez más extrañas. Necesita, como cualquier persona moribunda, ánimo, compasión, palmadas cariñosas.

Una vieja amiga tanatóloga, especialista en ayudar a morir a los enfermos terminales, que ejerce su triste y necesaria profesión en un gran hospital, siempre insistía en que las gentes necesitan, por encima de todo, más que palabras de consuelo, que le aprieten la mano cuando se despiden de este mundo. Ese contacto final de piel a piel es misteriosamente reconfortante. Quita un poco el miedo que provoca asomarse a ese abismo insondable.

En efecto, las personas moribundas sufren de varios miedos diferentes. Le temen a la destrucción acelerada del cuerpo. Han vivido pendientes de él. Lo han cuidado, lavado, protegido, lo han enseñado con orgullo, y, de pronto, el deterioro, en lugar de ser paulatinamente perceptible, se presenta de sopetón como una pesadilla.

Las personas, especialmente las poderosas, además, le temen a la pérdida de autoridad sobre el propio yo. El enfermo terminal está a merced de los médicos, de los enfermeros, de los parientes. De una manera cruel, se invierten las relaciones de poder y el enfermo terminal sufre la indignidad de ser sometido por cualquiera con una bata blanca o por el familiar o amigo que le hace compañía. Vuelven a ser tratados como niños.

Y está el miedo al dolor. Ése es terrible y acarrea una consecuencia nefasta: el enfermo terminal subordina toda su existencia, la poca que le queda, a tratar de evitar esa experiencia. Se obsesiona con el dolor. Habla y piensa constantemente en eso. El resto de los temas dejan de ser importantes. Ante un dolor agudo, ¿quién piensa en el amor, en la responsabilidad o en lo que sea? ¿Qué hay más absorbente que el temor a un dolor penetrante?

Chávez advierte que tiene poco tiempo para la inmensa cantidad de asuntos que deja pendientes, pero súbitamente han cambiado sus prioridades. ¿Le importa mucho el destino de su revolución bolivariana a estas alturas de la vida o de la muerte? Tal vez no. Se sabe rodeado de bandidos dedicados al desfalco de los fondos públicos y de narcos generales que han echado las bases de un narcoestado. Con esa impresentable tropa no puede comparecer ante la posteridad. La revolución bolivariana fue un sueño trunco.

¿Le importa hoy, a las puertas de la muerte, aquel loco proyecto del socialismo del siglo XXI que nunca llegó a definir del todo, o que definió de tantas maneras que nadie tiene la menor idea de lo que está hablando? ¿Quién va a derrotar ahora al imperialismo yanqui y enterrar al capitalismo? ¿El limitado señor Nicolás Maduro? ¿El viejo pillín José Vicente Rangel? ¿Se cree alguien que Diosdado Cabello es un revolucionario idealista consagrado a la redención de la especie?

¿Puede Chávez dejarle a un albacea el encargo post mortem de que continúe ejerciendo la filantropía revolucionaria con Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros Estados pedigüeños? Chávez es pródigo como nadie con el dinero de los venezolanos. Se ha comprado la fama a punta de bolívares. Le regala plata a candidatos extranjeros, a amigos, a cualquiera que pasa por Caracas y le hace un cuento. ¿Quién va a reproducir ese comportamiento dadivoso para cultivar su gloria tras su muerte?

¿Qué es, en suma, la revolución bolivariana? Chávez lo sabe y se lo lleva a la tumba con pesar: es sólo una nueva oligarquía política que saquea al país impunemente. Nada más. Si en algo Chávez recuerda a Bolívar, es en que también ha arado en el mar. Todo ha sido inútil. Su experimento revolucionario no será estudiado en las clases de Ciencias Políticas, sino en las de Criminología. Se morirá con esa pena. Es muy triste.

 
APONTE APONTE PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 22 de Abril de 2012 10:55

Por Nelson Bocaranda

“APONTE APONTE. Expolicías, un banquero y varios periodistas son apenas parte de la saga que arrancó desde que el temido militar, convertido en juez por capricho de Chávez, se escapó en lancha hacia Curazao apenas el pasado mes. Sus declaraciones grabadas para la DEA son la mejor prueba de la inmundicia roja rojita en materia de justicia.

Aponte, amenazado de muerte por militares, carteles y funcionarios del gobierno, optó por salvar su pellejo y contar lo que sabe del negocio de la droga y del negocio de la política en el chavismo corrupto que controla el país. Sus historias: Luisa Estela Morales y Luis Ortega eran extorsionadoras y me llamaban para darme instrucciones para imputar o allanar sin razones.

Cuenta como los casos de Mazuco y los paracachitos fueron “montados”. Confirma que el testigo encapuchado contra el zuliano era un preso al que le dieron el guión acusatorio y luego lo perdonaron. Todo falso. Apunta a perdones que para supuestos narcotraficantes se ordenaban desde oficinas del alto gobierno. No tiene empacho en señalar a los generales Cliver Alcalá y Reverol de la ONA como vinculados al narcotráfico.

Dirijan las pesquisas a Puerto Cabello para comprobarlo. Las sentencias tienen costo. La justicia se compra con dinero en Venezuela. Habla de las reuniones todos los viernes en la sede de la Vicepresidencia con los jefes de los poderes: TSJ, FGR, AN PGR, CGR para darles órdenes de a quien perjudicar o abrirle juicio. Cita el caso de un militar agarrado con droga por el que lo llamaron desde una oficina en Miraflores, de MinDefensa cuando era ministro Baduel, Rangel Silva, Carvajal de la DIM y otros para que lo soltara.

Revela los montajes a Usón, Poggioli, Simonovis y los policías del 11A donde la Sala Penal convalidó todo lo que presentaron en su contra y no aceptaron ninguna de sus defensas. Aponte se siente utilizado (?) y dice que le dio miedo quedarse por temor a ser asesinado en “un atraco normal de los que pasan a diario en Caracas”. Tras recoger sus libros de su oficina en el TSJ se dio cuenta que la justicia era de plastilina.

Reconoce la valentía y honestidad de la jueza Afiuni al decir: “es una mujer muy valiente y que esos son los juristas que representan bien al sistema judicial”. El cinismo del magistrado no tiene nombre. Y apenas comienza. Tiene guardados en Curazao, Panamá y Dominicana cantidad de documentos que comprometen al gobierno a todo nivel. El ventilador está en “ON”…”.

Extracto del artículo publicado por el diario El Universal

El Universal
Caracas, 19 de abril de 2012

 
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