Cuba castrista apoya a Guyana en el reclamo que Venezuela hace de parte del territorio guyanes

Ante la disputado sobre el territorio Esequibo entre Venezuela y Guyana, ha habido ...

Mientras impulsan la reforma agraria en Brasil, crecen los conflictos por la tierra y los más afecta

El martes, el lobby del agronegocio en la Cámara de Diputados aprobó ...

Venezuela: el penúltimo via crucis, Por Beatrice E Rangel

Los inicios del Siglo XXI venezolano serán recogidos por la historia como ...

El director de la agencia atómica de la ONU advirtió que Irán está a “semanas, no meses” de poder ar

En recientes declaraciones a Deutsche Welle, Rafael Mariano Grossi, director de la ...

Censura no Brasil pode resultar no impeachment de Alexandre de Moraes?

No programa de hoje, Deltan Dallagnol e os advogados Fabiana Barroso e ...

Artigos: Latinoamérica Fidelochavista
Maduro y su Mundo Feliz PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 02 de Noviembre de 2013 11:07

Por Pedro Corzo.-

La decisión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro de crear una instancia gubernamental dedicada a la búsqueda y consecución de la Suprema Felicidad,  conduce al libro 1984 de George Orwell, en el que el Gran Hermano contaba con ministerios claves como el de la Verdad y el Amor, y el régimen se sostenía sobre consignas como “la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud y la ignorancia la fuerza”.

Estas consignas se ajustan perfectamente al modelo político que Hugo Chávez impuso en Venezuela, que hasta el momento reproduce algunos aspectos del régimen cubano, y según promesas del desaparecido mandatario tiene como objetivo llegar al mar de la felicidad de los hermanos Castro, del que el presidente Maduro ha demostrado ser un apasionado devoto.

De que la Guerra es la Paz para el mandatario

venezolano se aprecia con la cantidad de armas que su país ha adquirido en los últimos años, que la Libertad es la Esclavitud se evidencia, entre otros condicionantes en las restricciones y sanciones impuestas a los medios de comunicación y la Ignorancia la Fuerza, la personifica el propio presidente con las visiones que dice haber tenido, o por la barrabasadas que no cesa de pronunciar como cuando dijo “Cristo redentor se hizo carne, se hizo nervio, se hizo verdad en Chávez”.

En consecuencia en la búsqueda de la felicidad para todos,  Maduro que creó un vice ministerio para lograr la felicidad de cada ciudadano, no duda en  amenazar con llevar a prisión a los periodistas que denuncian la escasez, confiscar los bienes de quienes considera acaparadores o simplemente amenazar o encarcelar, a los dirigentes políticos de la oposición.

La ficción política de Orwell, como el Mundo Feliz del también británico Aldous Huxley,  o Tierra de Extraños del escritor cubano José Antonio Albertini, al igual que otras obras de diferentes autores que abordan este género, describen un mundo en el que los poderes del estado tienen la autoridad para determinar la conducta del ciudadano, sus sentimientos y hasta sus relaciones sexuales.

Ese poder absoluto es la aspiración de todo  dictador. El pasado siglo XX  contó con déspotas que con el objetivo de hacer feliz al género humano, destruyeron cientos de millones de vidas y afectaron el desarrollo de los pueblos que llegaron a dirigir.

Huxley, Orwell y Albertini,  describen una sociedad en la que el líder justifica el uso de la fuerza con el subterfugio de  que la humanidad para sobrevivir debe ser sometida a las restricciones y regulaciones que él Conductor considere necesarias.

Hay que admitir que Maduro no está solo. Han sido muchos los dirigentes políticos y religiosos,  que han prometido el paraíso en la tierra y simplemente han adelantado el infierno para aquellos que están bajo su influencia.

Casos como los de James Warren Jones, alias Jim Jones, que fundó la secta Templo del Pueblo y provocó un suicidio masivo en Jonestown, Guyana, causando la muerte de 913 personas, incluidos 270 niños, o el de Waco, donde David Koresh, contribuyó a la muerte de 168 personas, hasta los ataques suicidas de los extremistas islámicos a los que se les promete un mundo de leche y mielcon tal de que asesinen inocentes.

Hay muchos más ejemplos  y no está de más recordarlos. La pureza de la raza de Adolfo Hitler, el Paraíso de los Trabajadores de Lenin y Stalin, la Revolución Cultural de Mao Tse Tung, el edén que conquistó el pueblo camboyano como consecuencia del pensamiento mágico de los Kmer Rouge, hasta el Pan con Libertad de Fidel Castro, sin olvidar el hombre nuevo de Ernesto Guevara.

La mayoría de los líderes usan las promesas para alcanzar el poder y conservarlo sin perder el sentido común, pero cuando imaginan que han tocado el cielo con las manos, el delirio se acentúa y la destrucción total del país está asegurada.

Maduro pudo haber empezado a jugar con palabras y promesas como estrategia, pero tal parece que ha sido encantado por su propia hechicería,  por lo que la situación es muy seria ya que cuenta  con la capacidad represiva para imponer su voluntad.

Sin embargo el iluminismo del mandatario venezolano no es lo peor y es que tanto a él como a sus homólogos mencionados y omitidos, no les han faltado seguidores. Aparentemente hay un sector de la humanidad que gusta del cuento, compra las promesas más absurdas y mata o se deja matar por ellas.

Ahí está el problema, sino quedaran ciudadanos con mentalidad de siervos, estos esclavistas serian rápidamente desenmascarados y expulsados del poder.--

Pedro Corzo

Periodista

 
A Maduro le quitaron sus banderas PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 26 de Octubre de 2013 11:14

Por Francisaco Olivares.-

Entre las grandes preocupaciones de Nicolás Maduro, cierta obsesión por cada paso que da Henrique Capriles, parece ser una de las más importantes. Desde "burguesía parasitaria" hasta "mafia amarilla" es lo más suave que utiliza el Presidente para referirse a este incómodo opositor, quien no cesa en sus andanzas dentro y fuera del país. Por eso ya le han recordado en varias oportunidades que ya le tienen lista una celda.

El pasado jueves, nuevamente rodeado de militares y desde el lugar de reposo de su padre político, el señor Maduro reveló su alarma porque los opositores, encabezados por Capriles, están arrebatando las banderas políticas que utilizara Chávez. Especialmente destacó la gorra tricolor y el término "hay un camino".

Ciertamente en aquellos años Chávez ofrecía democracia, desarrollo de la infraestructura del país, que seríamos una potencia agrícola y turística y habría progreso y seguridad.

Su gran capacidad histriónica, su habilidad política, pero especialmente los grandes recursos petroleros con los que contó durante 14 años, le permitieron vender un sueño. ¿Podría hoy decirle Maduro a los electores? ¡Hay un camino!

De allí pues que Maduro para el evento del 8D solo le queda esgrimir: "voten por el legado de Chávez".

Visto pues desde el pasado, es lo único que pueden ofrecer sus candidatos frente a otros que llaman a recuperar las libertades, a desarrollar la economía, a terminar con los controles y recuperar el país para los ciudadanos.

Ayer señalaba Capriles: "si usted quiere un país en crisis económica, donde la comida y las medicinas están cada vez más caras: ahí está Maduro. Pero si usted quiere un país para comer bien y dormir bien, ¡aquí estamos nosotros para ofrecérselo, para construirlo juntos!".

Esta semana el ministro Merentes ofreció que para 2014 habrá una inflación de 28% mientras la de este año cerrará en 45%. Al tiempo Maduro ofrecía que mantendrá las mismas políticas de controles. Con lo cual ya sabemos que será más de lo mismo. En otras palabras rumbo al colapso.

Chávez fue un líder que con un hábil lenguaje y muchos petrodólares ofrecía "el mar de la felicidad". Ahora hay un heredero atrapado en la ineficiencia al que solo le queda el discurso hiperbólico y el imaginario legado que en lugar de progreso y desarrollo lo ha encerrado en un callejón

De modo que Capriles, al recorrer las calles del país al lado de los candidatos demócratas y del pueblo que los sigue, solo está ocupando un espacio abandonado por los rojitos, quienes hundidos en la corrupción, la incapacidad y atrapados por una ideología atrasada, han llevado a este país a la ruina económica y moral.
Tomado de EL UNIVERSAL; VENEZUELA
@folivares10

 
Maduro no dura meses en el poder PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 20 de Octubre de 2013 18:50

Por Guillermo I Martínez.-

No hay país en América Latina que este siquiera cerca de Venezuela en recursos naturales. El país no sólo tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo. También tienen hierro, aluminio y oro.

Venezuela tiene todos los recursos naturales para considerarlo un país rico. Pero en estos momentos le falta los recursos humanos para mantener la economía del país a flote. El actual gobierno no tiene los recursos humanos para darle una mejor vida al pueblo venezolano.

Hablando claro: Nicolás Maduro, el presidente escogido por Hugo Chávez poco antes de morir, no tiene ni el talento ni la capacidad intelectual para sacar a Venezuela de sus problemas políticos y económicos.

Rafael Poleo, un importante periodista venezolano que hoy vive en el exilio dice que las cosas van de mal en peor para Maduro. Poleo quien dirige El Nuevo País y la Revista Zeta, dice que la escasez de comida y productos de primera necesidad en el país pueden llevar a disturbios en Caracas y provocar hasta un golpe militar.

Poleo no es el único en pensar de esta forma. Heinz Dieterich, quien por muchos años fuera el principal ideólogo de Hugo Chávez dice más o menos lo mismo.

En un artículo publicado el martes en el Diario de Caracas, Dieterich dice que si el gobierno de Maduro “no toma medidas inteligentes y drásticas de manera inmediata en lo económico y político, tiene los meses contados”.  Agregó que bajo esa premisa Maduro no llegará más allá de marzo/abril 2014.

La inflación en Venezuela llegó al 49,9% en septiembre de este año, comparada con el 18% en septiembre del año pasado. Es la inflación más alta en el hemisferio occidental. Falta los productos básicos de la canasta familiar, hay apagones con frecuencia. Caracas es una de las ciudades más inseguras de América Latina.
Dieterich cree que Maduro puede ser derrocado si hay “movilizaciones callejeras dirigidas por Washington y la derecha, o una alianza destituidora y sustitutiva entre Fuerzas y Gobernadores.

“Dada la incapacidad total para enfrentar los graves problemas del país que ha demostrado el gobierno, es poco probable que pueda evitar su colapso’’, agregó Dieterich.

Una encuesta de la prestigiosa firma de Alfredo Keller y Asociados da peso a las opiniones de Dieterich y Poleo. La encuesta realizada en septiembre muestra que Maduro no ha podido mantener los niveles de popularidad de Chávez. 

Según la encuesta el 42% de los venezolanos se oponen al régimen, el 25% se considera independiente y el 34% dicen ser todavía partidarios de chavismo con Maduro de presidente.

Maduro hace lo que le ordena Cuba. El ha intentado hostigar y perseguir a sus oponentes y a culpar al imperialismo americano y a sus lacayos por la crisis que atraviesa el país.

Dieterich cree que al menos que Maduro despida al 80% de los miembros de su gabinete, a los que considera incompetente y a la vez reestructure la economía del país en forma diferente al modelo seguido por Chávez, el presidente será derrocado antes de la primavera del 2014.

El ve como la inflación de septiembre se va a convertir en una hiperinflación en diciembre. Agrega que los ricos han sacado más de $150 mil millones del país en los últimos nueve años. Todo esto asfixia a los pobres y a la clase media del país.

Maduro insiste que el imperialismo estadounidense tiene la culpa de los problemas sociales y económicos que aquejan a Venezuela. El expulsó a tres diplomáticos americanos acusados de conspirar para tratar de derrocarlo.

A principio de mes detuvo a un barco norteamericano en aguas territoriales de Guayana y lo forzó a navegar hasta la isla de Margarita. El gobierno de Maduro insiste en que dichas aguas son territorio venezolano. Pero cinco días después, sin dar explicaciones, el gobierno dejo ir al buque.

Un reportaje reciente el The New York Times dice que ladrones en Caracas se habían robado el cobre del tendido eléctrico del principal estadio de la capital. En otro incidente, al morir un camionero en un accidente, un grupo de motociclistas se robó la cargo – toneladas de carne de res.

Chávez fue un déspota que sabía como calmar al pueblo. El era un líder de la izquierda latinoamericana.  Para sus seguidores era una figura con mucho carisma., que sabía escaparse de los más difíciles aprietos.

Maduro es sólo una copia mala de Chávez. Pierde popularidad por día. A él le quedan meses, no años en el poder.

 

Tomadod e MARTINOTICIAS


Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su dirección electrónica es: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

 
El ALBA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 19 de Octubre de 2013 19:40

Por Pedro Corzo.-

Aunque Venezuela se retiró recientemente del CIDH hay que  reconocer que el dirigente político que más ha pugnado con esa entidad hemisférica,  exigiendo su reforma y traslado a otro  país,  ha sido el mandatario ecuatoriano Rafael Correa.

Correa, en representación de todos los gobiernos integrantes de la Alianza Bolivariana de Las Américas encabeza desde hace cerca de dos años una campaña contra la CIDH, entidad autónoma de la Organización de Estados Americanos.

Correa y sus pares de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia, junto a las presidentas de Brasil y Argentina entre otros gobernantes, han sido los principales promotores de una reforma de la entidad, en la confianza de que los abusos en que incurren contra sus ciudadanos,  no sean rechazados por el organismo.

Durante la 42 Asamblea General de la OEA, Correa atacó a la CIDH y afirmo que “La Comisión Interamericana de Derechos Humanos está totalmente influenciada por países hegemónicos, por el oenegeísmo (ONG) y por los intereses del gran capital”.

Nicolás Maduro,  que como presidente de Venezuela hizo efectiva la voluntad de Hugo Chávez de separar el país del CIDH, declaró en un encuentro internacional, era canciller entonces,  en nombre de los países del ALBA,  que el Sistema Interamericano se había degradado al igual que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Paradójicamente el propio  secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, un aliado de quienes piden limitar la autoridad de la CIDH, declaró que su intención es "darle certeza al sistema, en ningún caso debilitarlo y abogó por fomentar una Comisión mucho más flexible", por lo que cabe preguntarle a Insulza,  si la flexibilidad implica no irritar a los autócratas aun cuando lo ofenden,  como cuando el desaparecido Hugo Chávez manifestó que ignoraba al Secretario General y calificó sus declaraciones de necias.

En consecuencia en la 42 Asamblea de la OEA,  se aprobó  realizar cambios en el CIDH, decisión que  se concretó por unanimidad, tras un fuerte debate con los países del ALBA en otra Asamblea, fallo que por suerte no afectó la capacidad de imponer las medidas cautelares o de protección que emite el organismo, el propósito principal de los que procuraban la reforma.

La realidad es que los gobiernos que buscan limitar la actuación de la CIDH, es porque temen investigaciones independientes que demuestren las violaciones a los derechos humanos en las que incurren y que se dicten medidas cautelares que les impidan continuar con sus abusos.

Una de las secciones más atacada fue la Relatoría Especial de Libertad de Expresión, que cuenta con más fondos para trabajar, porque acepta donaciones externas,  condición a la que Venezuela,  Bolivia, Ecuador y Nicaragua se oponen, lo que conduciría a su desaparición. La relatoría ha sido muy criticada por los países del ALBA.

La intención de limitar los ingresos del CIDH a las fuentes internas, los estados miembros solo provee el 55 %, implicaría según Tirza Florez, de la Asociación de Jueces por la Democracia de la República de Honduras  “que el CIDH perderían cerca del 45% de su financiamiento, el cual proviene de fuentes externas”.

Instituciones como el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, en una carta suscrita por más de 400 organizaciones no gubernamentales, señaló que "no se puede atropellar los principios en función de coyunturas de corto plazo", Human Rights Watch, denunció que algunos gobiernos quieren cercenar a la CIDH y algunas de sus relatorías, como la de libertad de expresión.

Renzo Pomi, de Amnistía Internacional dijo, "Si los estados intentaran imponer reglas y límites a una institución que crearon independiente, la estarían condenando a la irrelevancia y negando a los habitantes de las Américas la justicia que buscan, agrego que el sistema continental de derechos humanos es "el orgullo de las Américas".

Luz Estela Castro del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres dijo que “El doble discurso de los estados es lo que está debilitando nuestro sistema”.

Otra declarante Viviana Krsticevic, del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, señaló que "Algunas de las propuestas puestas sobre la mesa suponen un retroceso y responden a los intereses de los gobiernos pensados como litigantes, y no como defensores de los derechos en una democracia" y apunto  “Esta coyuntura es una de las más serias y graves que ha vivido el sistema interamericano en términos del cuestionamiento a su legitimidad”.

Pero todas estas declaraciones y muchas más que han sido omitidas por razones de espacio, no ejercerán ninguna influencia si los gobiernos genuinamente democráticos del continente no enfrentan a los despóticos, pero todavía será peor si cada ciudadano de América calla ante la amenaza que pende sobre los derechos de todos.


--

Pedro Corzo

Periodista

Última actualización el Sábado, 19 de Octubre de 2013 19:44
 
El lenguaje y el totalitarismo PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 11 de Septiembre de 2013 16:59

Por Carlos Alberto Montaner.-

Gracias por invitarme a colaborar con este foro sobre la libertad de expresión.

No voy a entrar en los asuntos concretos de Venezuela porque aquí hay expertos que conocen el tema mucho mejor que yo.

En realidad éste es un viejo debate que comenzó hace muchos siglos.

Tal vez en el siglo XIII, en la Universidad de Oxford, cuando unos franciscanos  defendieron la idea de que las autoridades religiosas no tenían el monopolio de interpretación de la realidad.

Hasta ese momento reinaban el método y la visión escolásticos. Todas las verdades ya habían sido descubiertas por las autoridades de la Iglesia y al conjunto de la sociedad sólo le correspondía verificar lo que ya se había establecido.

El totalitarismo es la expresión actual de aquel monstruoso ataque a la razón.

Los venezolanos que, durante al menos 40 años, disfrutaron de un lenguaje político plural, hoy contemplan, justamente horrorizados, cómo el régimen chavista, que es una expresión del totalitarismo, va adueñándose de todas las palabras.

Me explico. Un régimen totalitario no es sólo aquel que acapara todas las empresas e instituciones.

Antes de llegar a ese punto, el régimen totalitario debe construir una especie de tela de araña verbal para sujetar al conjunto de la sociedad.

Por encima de todo, el régimen totalitario es el que impone por la fuerza un relato único, una sola voz de mando, una indiscutible interpretación de la realidad.

La cúpula totalitaria lo sabe todo, es dueña de verdades absolutas y a partir de ese convencimiento genera un tipo de relación autoritaria que somete a la sociedad a los caprichos de la dictadura.

¿Cómo se forma parte de la dictadura? Quiero decir, más allá del voto ritual en las elecciones amañadas, ¿cómo se manifiesta la adhesión al totalitarismo?

Muy sencillo: suscribiendo el relato y repitiendo el discurso oficial.

Los regímenes totalitarios son dictaduras corales. El coro tiene que estar afinado. Quien emite una nota discordante es un disidente.

Si su disidencia consiste en aportar una interpretación distinta del pasado, es un revisionista.

Si su disidencia es un juicio severo sobre alguna lacra del presente, es un hipercrítico que actúa movido por oscuros intereses económicos.

Si la disidencia radica en predecir un futuro diferente, la acusación es desviacionismo.

Para lograr la unanimidad del discurso, para conseguir el coro perfecto, el régimen totalitario arma jaulas institucionales.

El presidente o sus portavoces seleccionan y desacreditan públicamente a los enemigos de la unanimidad.

El parlamento legisla para crear reglas que castigan a estos temerarios que disienten.

Los tribunales se encargan de convertir esas reglas en sentencias.

Las fuerzas del orden público castigan a las voces rebeldes que han roto el perfecto afinamiento del coro.

Los medios de comunicación durante el proceso, han difamado y desacreditado al adversario.

Cuando ya está exiliado o preso, si no lo han liquidado físicamente, esos medios salen al campo de batalla para rematarlo moralmente.

El acto final es darles el tiro de gracia moral a los heridos.

Los llaman terroristas, fascistas, agentes de la CIA, burgueses despreciables que medran con la pobreza de los necesitados. Cualquier ofensa es conveniente y útil para sus planes.

El lenguaje de los medios de comunicación al servicio del totalitarismo tiene que ser siempre descalificador.

El opositor jamás es una persona que tiene una opinión diferente. El adversario es siempre un canalla guiado por los peores intereses.

Quien se opone es un mal nacido, un tipejo al servicio de poderes extranjeros.

Ese lenguaje de odio es esencial para poder destruir físicamente a los adversarios. Hitler llamaba gusanos a los judíos que se proponía exterminar.

Fidel, Raúl y los medio de comunicación de ese régimen totalitario llaman del mismo modo a los cubanos que se le oponen.

La agresión siempre comienza por el lenguaje.

La consecuencia de este clima de inmensa hostilidad verbal, seguido de instituciones totalitarias dedicadas a construir sociedades corales, es la desaparición gradual de la rebeldía y el oscurecimiento de la realidad.

La verdad oficial sustituye a la verdad real.

Las personas, aterradas, comienzan a repetir mecánicamente el discurso oficial. Eso es lo seguro.

Aprenden a callar sus verdaderos criterios y a esconder sus emociones para poder sobrevivir.

Pero hacen algo todavía más grave: enseñan a sus hijos a mentir. Los convierten en mentirosos para que no corran peligros ante la saña del estado totalitario.

Cuando eso sucede ya es muy difícil zafarse el nudo dictatorial.

El mecanismo es diabólico: una vez que la persona asume el relato oficial y repite el discurso de los amos del poder, se desata el proceso de la disonancia.

Quien la padece vive la incomodidad tremenda de creer una cosa, decir otra y hacer, cuando puede, algo diferente.

La disonancia, esa incoherencia moral lastima profundamente. Los seres humanos están sicológicamente predispuestos para la coherencia, para decir la verdad.

Lo he repetido muchas veces: ¿están conscientes quienes me escuchan de las reacciones fisiológicas que ocurren cuando mentimos?

Nos sudan las manos y las axilas, nos cambia la voz, se dilatan las pupilas, el corazón se acelera, la piel se enrojece. Hay toda una reacción fisiológica, como si el organismo se rebelara.

Y es que se rebela. Se rebela tanto, que al cabo del tiempo, esa rebelión se somatiza como una gran tristeza, como una pena infinita.

Entonces ocurre el fenómeno psicológico que espera y beneficia a la dictadura: surge una de las variantes del Síndrome de Estocolmo.

Es tanto el miedo, es tan grande el pesar, que se presenta una especie de docilidad voluntaria, incluso de afecto por el que nos hace daño.

En ese punto, se ha cerrado la última reja de la jaula. Los totalitarios han domado a sus víctimas con el lenguaje.

Naturalmente, las consecuencias de ese terrible fenómeno es la pobreza material creciente de la sociedad y la pobreza moral, también creciente.

Del empobrecimiento que produce la falta de libertad, no hay que hablar. Lo conocemos todos.

El empobrecimiento moral es otra cosa. Es la anomia, que dicen los sociólogos. Sometidos todos a unas reglas absurdas y falsas, secretamente se va gestando una sociedad sin normas, en la que todo vale. Eso es la anomia. Algo así como la ley de la selva.

Es asombroso que ese devastador proceso comienza cuando nos roban las palabras, pero es así. Lo hemos visto mil veces. Por eso es tan dañino el totalitarismo.

 
«InicioPrev11121314151617181920PróximoFin»

Página 16 de 51