El Verdadero Destino de Yoani Sánchez |
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Escrito por Indicado en la materia
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Miércoles, 27 de Marzo de 2013 15:49 |
Por Jorge Hernández Fonseca.-
Es importante comprender que algún cubano contemporáneo tiene el deber de realizar a inicios del Siglo XXI, por el bien de Cuba, algo similar a lo hecho por José Martí a finales del Suglo XIX y ese, desde mi personal punto de vista, es el verdadero destino de Yoani Sánchez.
El Verdadero Destino de Yoani Sánchez
Jorge Hernández Fonseca
27 de Marzo de 2013
A la oposición política cubana se le presenta hoy día una disyuntiva impostergable. ¿Aprovecha la dinámica política ocasionada por la salida simultánea de varios jóvenes opositores políticos del interior de la isla, sobre todo, la repercusión que en la prensa internacional han tenido las comparecencias públicas de la bloguera cubana Yoani Sánchez a lo largo y ancho del Mundo, o solamente las utiliza como una herramienta adicional de información opositora en esta larga lucha?
Yoani Sánchez ha expresado diversas veces --y en más de una tribuna-- sus temores respecto a las potenciales represalias que sufrirá a su regreso a la isla. Hay que decir que la bloguera cubana ha hecho por la difusión de la situación de calamidad real de la isla, lo que ningún otro medio u órgano opositor había conseguido antes, con una capacidad comunicadora ejemplar. Adicionalmente, y por lo antes dicho, es deber del exilio cubano protegerla de la desidia de la dictadura a su regreso. ¿Qué mejor protección podríamos brindarle que la solidaridad manifiesta y pública de todas las organizaciones opositoras de dentro y fuera de Cuba?
El razonamiento anterior se mezcla con la urgente necesidad de tratar de obtener una unidad básica y representativa, que congregue todo el universo opositor al castrismo. La realidad es que los cubanos no hemos podido (sabido) presentarnos como una fuerza única que se opone a la dictadura castrista dentro y fuera del país. No es necesario que las organizaciones políticas opositoras se disgreguen, cesen o sean eliminadas. Hablamos de una unión de propósitos, que públicamente reconozca una personalidad central, rodeada tal ver por prestigiosos cubanos de dentro y fuera de la isla, que conformen un Núcleo Representativo Opositor, del cual Yoani podría ser la cabeza visible.
Recordemos que José Martí fundó un Partido unitario a finales Del Siglo XIX, que no era más que la unión de muchas organizaciones de independentistas cubanos en el exterior, junto a conglomerados obreros diversos, algo muy parecido a lo que se nos presenta con la diversidad de organizaciones democráticas que luchan por la libertad y la democracia para Cuba. Hoy no habría que crear un partido, hay muchos (y muy buenos) ya creados. Lo que tendríamos que hacer es –consensualmente-- definir el Núcleo Representativo de la Oposición cubana ante la comunidad internacional y ante la dictadura castrista.
Para un país como Cuba, que tuvo un poeta como apóstol de su independencia de España en el Siglo XIX, no sería nada extraño tener una bloguera como apóstol de su libertad en siglo XXI. Evitando comparaciones individuales en sus personalidades, peso histórico, maneras de actuar y vocación para la acción política, lo que define ahora el paralelo entre la tarea aglutinadora que tuvo que enfrentar el poeta José Martí en su época, y el deber --también aglutinador-- que tiene la casi obligación de enfrentar la bloguera Yoani Sánchez en nuestros días, es la tarea a cumplir.
La faena que se presenta ante la Nación Cubana hoy en día reclama con urgencia de una personalidad --entre tantas capaces y sacrificadas que hoy tenemos-- justamente aquella escogida entre miles para ejecutar similar tarea que la realizada en el Siglo XIX: unir la isla y el exilio en un solo ideal: la libertad, sin déspotas que nos opriman y nos dividan.
No estamos haciendo comparaciones personales. Estamos analizando los momentos históricos que se presentaron ante José Martí y su obra de unión patriótica, y los momentos actuales, donde precisamos de alguien, que entre nosotros se tome la tarea de hacer similar trabajo que Martí hizo por la independencia de Cuba, para libertar la isla de una dictadura de 54 años.
Yoani Sánchez no es José Martí, ya lo sabemos. Pero Yoani Sánchez tiene ante sus ojos, igual que Martí lo tuvo hace 120 años, la misma tarea pendiente de unir voluntades, ahora dispersas, para propiciar la creación necesaria a la Nación Cubana; de mostrar una opción de gobierno cubano creíble, dentro de la oposición política nuestra. Así las cosas, se impone una pregunta: ¿por qué Yoani Sánchez para esta tarea, habiendo tantos cubanos meritorios y dignos?
La respuesta a esta pregunta --para mí-- contiene dos aspectos: el de contenido y el de forma. El primer aspecto asociado al contenido, es que la bloguera cubana --gústenos o nos guste-- es la única personalidad cubana que ha sido escuchada con credibilidad en los cuatro confines del globo. Es opositora cabal a la dictadura y aunque se le señalan determinadas fallas en sus expresiones y líneas, ninguna de ellas compromete su papel protagonista de la fuerza democrática cubana actual. Adicionalmente --en este mismo punto-- Yoani Sánchez carece de compromiso político partidario u organizativo, lo que seguramente le generará confianza ante una oposición tan fragmentada. El segundo aspecto –el aspecto de forma-- es que Yoani Sánchez ha declarado hasta la saciedad que no quiere ser política y que no le gusta el terreno político como activista.
Hay que tener en cuenta que Yoani ha expresado repetidamente la idea de que su futuro político está asociado a un medio de prensa, entendido como el cuarto poder de la República. En mi presencia Yoani dijo a un grupo de periodistas en Brasilia: “no tengo el suficiente cinismo como para ser política”. Sin embargo, toda la acción y prédica de Yoani en el exterior es netamente política. Quizá Yoani se refiera a no tener aspiraciones de ser gobernante, sin embargo, la tarea que enfrentaría Yoani --si decide abrazar la causa martiana de aglutinar la oposición anticastrista de dentro y fuera de la isla-- no es justamente gobernar. Es conducir --circunstancialmente-- a las huestes opositoras, para constituirse en una opción creíble de poder alternativo a la dictadura de los hermanos Castro ante la comunidad internacional, que es muy diferente, y que Yoani ha demostrado que puede hacer con mucho éxito. Martí tampoco era político, ni fue gobernante, mucho menos cínico, y condujo a los cubanos de su época a la añorada independencia.
De manera que, si Yoani Sánchez decidiera entrar en el terreno libertador en esta etapa de luchas, posteriormente, en la etapa republicana de elecciones políticas, podría irse a su periódico con el agradecimiento patrio del deber cumplido. Claro que Yoani es una persona honesta, sin ningún tipo de cinismo como el que caracteriza a algunos políticos tradicionales. Pero, ¿era José Martí cínico?, ¿lo era George Washington? Se repite aquí la necesidad de no hacer comparaciones. La estatura de estos pro-hombres de siglos atrás --verdaderos creadores de Naciones-- no puede (ni debe) ser comparado a personas que aún viven y que estarían por demostrar sus verdaderas cualidades, por prometedores que sean sus resultados actuales. Es con relación a la tarea a ser realizada a lo que me refiero cuando hablo de Washington y Martí, que la ejecutaron como gigantes. Sin embargo, es importante comprender que algún cubano contemporáneo tiene el deber de realizar algo similar a inicios del Siglo XXI por el bien de Cuba y ese, desde mi personal punto de vista, es el verdadero destino de Yoani Sánchez.
Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com
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Última actualización el Martes, 02 de Abril de 2013 18:09 |
Escrito por Indicado en la materia
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Miércoles, 27 de Marzo de 2013 10:56 |
Por Yoani Sánchez.-
Hace frío en La Haya. Por la ventana se ve a una gaviota que ha encontrado un trozo de galleta tirado en la acera. En el cálido local de un bar varios activistas hablan de sus respectivas realidades. Desde una esquina de la mesa un periodista mexicano explica el riesgo de ejercer la profesión de informador en una realidad donde las palabras se pueden pagar con la vida. Todos escuchamos en silencio, imaginando la redacción de noticias baleada, los colegas secuestrados o asesinados, la impunidad. Después interviene el saharaui y sus palabras son como arena que se mete en los ojos, los enrojece y hace que las lágrimas afloren. También las anécdotas del norcoreano me estremecen. Nació en un campo de prisioneros del cual pudo escapar a los 14 años. Sigo cada una de esas historias, puedo vivirlas. Amén de las culturas y la geografía el dolor es dolor en cualquier parte. En pocos minutos paso de estar en medio de un tiroteo entre cárteles a una tienda en el desierto y después al cuerpo de un niño tras las alambradas. Logro ponerme en la piel de todos ellos.
Aguanto la respiración. Me llega el turno de hablar. Cuento de los actos de repudio, las detenciones arbitrarias, los fusilamientos de la reputación y de una nación en balsa que cruza el estrecho de La Florida. Les hablo de las familias divididas, de la intolerancia, de un país donde el poder se hereda por vía sanguínea y nuestros hijos centran sus sueños en escapar. Y entonces llegan todas esas frases que he oído cientos, miles de veces. Nada más decir las primeras palabras ya sé por dónde vienen: "pero ustedes no pueden quejarse, tienen la mejor educación del continente"... "sí, será así, pero no puedes negar que Cuba se ha enfrentado a Estados Unidos por medio siglo", "bueno no tienen libertad, pero salud pública no les falta"... y un largo repertorio más de estereotipos y falsas conclusiones sacadas de la propaganda oficial. La comunicación se ha roto, el mito se ha impuesto.
Un mito alimentado por cinco décadas de distorsión de nuestra historia nacional. Un mito que ya no apela a la razón, sino a la creencia ciega; que no acepta críticos, solo adeptos. Un mito que hace imposible que tantos nos entiendan, que se sintonicen con nuestros problemas. Un mito que ha logrado que a muchos les parezca bien para nuestra nación lo que nunca aceptarían para la suya. Un mito que ha roto el canal de la normal simpatía que genera en cualquier ser humano la víctima. Un mito que nos tiene atrapados con más fuerza que este totalitarismo bajo el que vivimos.
La gaviota se lleva su pedazo de dulce en el pico. En la mesa se vuelve a hablar de África del Norte y de México. Pierde sentido explicarles mi Isla. Para qué, si todo el mundo parece saberlo todo de nosotros, incluso sin nunca haber vivido en Cuba. Me estremezco de nuevo al escuchar la cruda vida de esos activistas, me coloco en su lugar otra vez. ¿Y quién se pone en el nuestro? ¿Quién deshace este mito en el que estamos atrapados?
Tomado de CUBA LIBRE; EL PAÍS;
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Última actualización el Miércoles, 27 de Marzo de 2013 11:02 |
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LOS DETECTIVES DEL EXILIO CUBANO |
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Escrito por Indicado en la materia
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Miércoles, 27 de Marzo de 2013 10:41 |
Por Héctor Lemagne Sandó.-
*Sherlock Holmes, Hércules Poirot, La Srta. Marple, Edgard Hoover y otros
famosos detectives reales y ficticios se quedaron chirriquiticos al lado de
los investigadores cubanologos que han resurgido lanzando todo el fango que
tienen en sus cabecitas y en sus corazones contra Yoani Sánchez, Eliécer
Ávila y contra todos los que a su forma y con sus herramientas, tratan de
hacer algo para mejorar la situación que en Cuba viven casi 12 millones de
cubanos.*
*Quisiera que alguien me dijera quien en 54 años ha provocado, durante
varios días y a todos los niveles, tanto interés en el mundo respecto a la
problemática cubana como lo ha hecho, sobre todo Yoani Sánchez. *
*Tengo que repetir que esta Señora ha llevado el tema de Cuba a foros
internacionales donde nunca pudieran ser invitados algunos que ni escribir
saben. Esos que sólo rebuscan defectos y lanzan mil piedras como si ellos
estuvieran libres de pecados. Las especulaciones, críticas,
descalificaciones, acusaciones y conjeturas sobre Yoani pasan ya de castaño
obscuro y colindan con lo ridículo, lo estúpido, la falta de respeto y
sentido común. He recibido muchos enlaces, entre ellos el de Zoe Valdes que
sobre Yoani derrama tanto veneno, envidia y hasta odio que da bochornosa
pena. Dediqué una preciosa mañana a leer los comentarios de ese blog y me
maravilló que la inmensa mayoría era a favor de la ya famosa Yoani Sánchez
y ni uno a favor de quien ve en peligro perder el poco protagonismo que
cree tener.*
*Miguel Saavedra, Emilio Izquierdo, y otros que no lo conocen fuera de
Hialeah, cuando lo convencieron para que desistiera de hacer un acto de
repudio contra Yoani, se le ha ocurrido una estupidez mayor, que es
sentarse en una mesa frente a la Torre de la Libertad para dar una
“conferencia de prensa.” Ahí está lo que motiva a ciertos individuos que no
ven mas allá de sus narices y otros, que los siguen ciegamente, no se dan
cuenta que le están haciendo el cardo gordo al régimen. ¿O lo saben? *
*Pero ahora ha surgido una nueva modalidad. De forma agresiva, y a la vez,
muy sutil, utilizan la libertad de expresión para situarla a favor de ellos
y en contra de todos los que no opinen como ellos. Se toman el trabajo de
buscar y rebuscar en el diccionario algunas definiciones, sinónimos y
antónimos de palabras que usaste para además de contradecirte atacarte con
mas rabia, y tratan de convencerte que quien está equivocado eres tú. Esto
unido a que dedican tiempo en investigar tu vida privada lo mismo a través
de terceros o cuartos, que por algo que en el siglo antepasado escribiste y
se te fue un borrón. Es increíble como algunas personas, porque están en
desacuerdo con una u otra opinión cambian la actitud y a veces hasta se
ofenden porque tu razonamiento no coincide con el de ellos. ¡Así somos los
seres humanos y más difíciles los cubanos!*
* Ahora me doy cuenta por que hay miles de compatriotas fuera y dentro de
la isla esclava que no participan o luchan activamente para lograr la
libertad. Algunos en el exilio por envidia, celos, resentimientos y hasta
odios escondidos, no admiten que alguien, hasta ayer desconocido/a, que
está realizando una labor nueva y diferente, arrebate la hegemonía, la
excentricidad y el egocentrismo que durante décadas ellos han mantenido
haciendo y diciendo lo mismo.*
*Lo de Yoani Sánchez no termina con su gira. ¡Que Va! Las partes a favor y
en contra, sobre todo estos últimos, jamás olvidarán las reacciones u
opiniones de los primeros, y esperarán cualquier resbalón o palabra que no
encaje para vengarse de la única manera que saben; regando el veneno de la
difamación, la mentira y el estigma. Pero a la misma ves, este episodio le
ha abierto los ojos y la mente a muchos cubanos. ¡Ya se sabe quien es quien
y lo que cada cual persigue!
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Última actualización el Martes, 02 de Abril de 2013 18:21 |
Yoani Sánchez y el Problema Generacional Cubano |
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Escrito por Indicado en la materia
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Martes, 26 de Marzo de 2013 08:41 |
Por Jorge Hernández Fonseca.-
Un artículo reciente del Comandante Huber Matos, opositor encima de cualquier sospecha y luchador incansable por la libertad y la independencia de Cuba, nos acaba de entregar --desde una generación incluso anterior a la de Fidel Castro-- un artículo maravilloso sobre el tema que tratamos en este análisis. El tratamiento justo y correcto que el Comandante Huber Matos hace de las posiciones de Yoani Sánchez, Rosa María Payá, Eliézer Ávila y Bertha Soler, es un monumento al desprendimiento sectario que todos los cubanos dignos deberíamos imitar.
Yoani Sánchez y el Problema Generacional Cubano
Jorge Hernández Fonseca
20 de Marzo de 2013
Que la dictadura dinástica de la familia Castro tiene problemas generacionales, ya todos los cubanos lo sabíamos. El nombramiento reciente de un “extraño en el nido” como segundo al mando de Raúl, ocasionó más sorpresas que análisis, porque después de la defenestración de Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, todos centraban su atención en los vástagos herederos de Raúl, en la certeza de que los vástagos de Fidel estaban fuera del pareo sucesorio.
La dictadura castrista, además de ser dinástica es reconocidamente militar y el designado como segundo hombre de Raúl al frente del gobierno, no lo es. Como no lo es ninguno de los hijos o nietos de Fidel, muy diferente a como sucede en la familia de su hermano. Es por eso que se da por seguro que la sucesión dinástica en adelante se daría por la vía sanguínea de Raúl, incluso sin necesidad de que el “elegido” (a dedo) sea necesariamente militar, su familia lo es.
La oposición política a los hermanos Castro sin embargo se cree (nos creemos) inmune a este tipo de consideraciones generacionales. Se habla poco --o no se habla nada-- de problemas generacionales en el seno de la oposición política cubana, dentro y/o fuera de la isla. No obstante creernos inmunes al aspecto generacional que sufre la dictadura que combatimos, los opositores --como buenos cubanos al fin y al cabo-- también tenemos nuestro (fuerte) problema generacional, y con él, el deber del análisis para no proceder como lo hacen Fidel y Raúl, que obvian este importante aspecto que los corroe lentamente por dentro y los destruirá.
La aseveración anterior ha quedado muy clara --desde mi personal punto de vista-- con los injustos ataques que la bloguera cubana Yoani Sánchez ha venido sufriendo por parte de sectores del exilio opositor, analizando determinadas declaraciones de Yoani y si estas la “califican” como opositora “consecuente”, o incluso, si es una opositora “real, a toda prueba”.
No quiero detenerme en el mérito (o no) de los criterios que Yoani ha ido expresando a lo largo de su recorrido iniciado en Brasil --donde personalmente pude acompañarla y escuchar de sus propios labios diversos conceptos y enfoques, diferentes a los que tradicionalmente yo hago en mis artículos de opinión-- pero que indiscutiblemente tenían (y han continuado teniendo a lo largo de su recorrido por otros países) el sello netamente opositor a la dinastía Castro, a la falta de libertades por ellos implantada en Cuba, así como a su condición represiva e totalitaria.
Repensando esta mi experiencia personal con Yoani Sánchez y las opiniones vertidas en el seno de la polémica contra algunas de sus declaraciones --y con la constatación de que los argumentos expresados contra Yoani, la mayoría de las veces estaban contaminados por un enfoque equivocado con relación a lo que realmente había dicho, o al tono y la forma como lo había manifestado-- he llegado a la conclusión que, lejos de la mala fe --cosa que descarto en personas honestas que la critican-- hay un problema generacional que también nos aqueja.
Como dije antes, no voy a analizar el mérito de si Yoani tiene o no tiene razón, incluso porque nadie --mucho menos yo-- se puede dar el lujo de monopolizar la atribución de ser “el gerente general” de las “autorizaciones” que cada opositor debe tener para expresar su condición de tal. Yoani es joven y por tanto, es muy rebelde. Que lo diga si no la policía política que la trata de acosar, policía que muchas veces resulta “acosada” por la bloguera. La realidad es que las nuevas generaciones opositoras, como Yoani, como Rosa María Payá, como Eliézer Ávila, tienen criterios opositores muy diferentes a los nuestros, de una generación anterior.
No es que por ser jóvenes tenga razón y la generación anterior esté equivocada. El análisis es que debemos ser abiertos a la aceptación de otros puntos de vista, aunque no lo compartamos, y no ver cada posición como siendo “no opositora” o lo peor, ver a un infiltrado en nuestras filas. La mayoría de las veces que creemos haber detectado a un infiltrado en nuestras filas lo que estamos haciendo es dando un crédito a la policía política cubana que no tiene, haciéndola más abarcadora de lo que realmente es, incrementando nuestro miedo y magnificando el enemigo.
De manera que, no solamente la dictadura hereditaria de los hermanos Castro padece del problema generacional, también la oposición política al castrismo adolece del mismo mal y es necesario estar consciente de ello, para poder salir adelante exitosamente. Ni Pérez Roque ni Carlos Lage son (ni eran) opositores. Simplemente pensaban muy diferente a los envejecidos dictadores cubanos y por ello los “eliminaron”, erróneamente para el proceso sucesorio en el seno de la dictadura comunista que nos oprime. Un error que perjudica la sucesión castrista.
Afortunadamente Cuba cuenta con una reserva inagotable de patriotismo y amor a la Patria. Un artículo reciente del Comandante Huber Matos, opositor encima de cualquier sospecha y luchador incansable por la libertad y la independencia de Cuba, nos acaba de entregar --desde una generación incluso anterior a la de Fidel Castro-- un artículo maravilloso sobre el tema que tratamos en este análisis. El tratamiento justo y correcto que el Comandante Huber Matos hace de las posiciones de Yoani Sánchez, Rosa María Payá, Eliézer Ávila y Bertha Soler, es un monumento al desprendimiento sectario que todos los cubanos dignos deberíamos imitar.
No estoy haciendo un llamado a concordar con estos líderes de la disidencia interna. Cada uno de nosotros, --tal y como lo tiene el Comandante Huber Matos, fundador de una de nuestras aguerridas organizaciones opositoras --el CID-- y sin renunciar a sus líneas, principios y directivas-- debemos pasar a reconocer el mérito que tienen la sangre joven que se ha inyectado en el espectro opositor y que en el caso específico de Yoani en Brasil (y del resto del Mundo, como bien ha apuntado esa gloria de Cuba que es Paquito de Rivera) le ha hecho el daño más devastador a la dictadura castrista, denunciando creíblemente sus desmanes, ineficiencia y represión, sin pronunciar siquiera una sola vez en Brasil la palabra “dictadura”.
Desde estas líneas hago un llamado a la cordura, sobre todo a aquellos que por militar en altos cargos de organizaciones democráticas cubanas, tienen por ello el deber de aceptar que “hay vida inteligente” fuera de nuestras cabezas y que de la misma manera que nuestra generación se insurgió valientemente contra la dictadura (al costo de más de 9 mil fusilados y entre 300 y 400 mil jóvenes condenados a largas e injustas penas de cárcel) la generación joven opositora actual tiene el derecho (nadie puede pretender monopolizarlo) a decidir sus posiciones políticas.
Es por todo lo anterior que Yoani Sánchez tiene que tener derecho a intercambiar en paz (en público, o en privado) sus puntos de vista con los luchadores democráticos cubanos de épocas anteriores que residen en Miami. Es por eso que Yoani Sánchez debe beber en la fuente de antiguos luchadores por la libertad de la isla, como son los expresos políticos (que están abiertos a recibirla en la “Casa del Preso”) a intercambiar puntos de vista con Huber Matos, Comandante de la lucha contra la dictadura de Batista y héroe de la lucha contra el castrismo, en la certeza de que la lucha de las nuevas generaciones contra el totalitarismo no es más que la continuación de una lucha mucho mayor del todo el pueblo cubano por su libertad y la conformación de un futuro democrático sin dueños de mentira ni salvadores de la patria.
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