Cuba, Venezuela y el socialismo derrotado |
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Escrito por Indicado en la materia
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Domingo, 10 de Marzo de 2019 10:20 |
Por Jorge Hernández Fonseca.-
En la Cuba castrista queda sólo una caricatura, donde el rey está cada vez más desnudo. El sucesor de la dinastía de los hermanos Castro, Miguel Díaz Canel, se manifiesta cada vez más como enterrador del cadáver socialista, que como sucesor efectivo.

En reciente reunión con el sector estatal gastronómico, les pidió a los administradores estatales que “copiaran los métodos de los restaurantes privados”, admitiendo sumariamente el fracaso socialista del castrismo. Me custa mucho trabajo imaginar a Fidel Castro diciendo algo así.
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Última actualización el Martes, 19 de Marzo de 2019 05:18 |
El fracaso de la “ingeniería social” marxista |
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Escrito por Indicado en la materia
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Lunes, 25 de Marzo de 2019 20:54 |

Por Jorge Hernández Fonseca.-
Es fundamental comprender que el carácter científico de una disciplina no viene asociado a aspectos voluntarísticos, como pretende el marxismo hacer con su filosofía, basado en lo cual, le es posible “diseñar” una sociedad como un ingeniero diseña una nueva máquina. Esa pretensión es una quimera mecanicista falsa y fatal.
El fracaso de la “ingeniería social” marxista
Jorge Hernández Fonseca
24 Marzo 2019
Es harto conocido como las sociedades marxistas han usado la “ingeniería social” para diseñar sociedades artificiales, obviando las complejidades de su origen natural. El marxismo y el leninismo impusieron soluciones a problemas de origen sociológico en unos casos y antropológicos en otro, sin tener los conocimientos científicos exactos en tales disciplinas. La sociología y la antropología no son ciencias exactas, por lo que no se puede hacer diseños sociales con posibilidades de éxito, sin esos conocimientos.
Para los profesionales de las ingenierías y la arquitectura por ejemplo, es común la actividad de diseño y proyecto usando la tecnología, a través de las cuales se crean nuevos artefactos y sistemas técnicos, así como modernas edificaciones que han posibilitado al hombre construir el mundo artificial y confortable que hoy disfrutamos.
Hay sin embargo otros campos del quehacer humano que no se someten todavía a las leyes de la ciencia y la tecnología, bien porque su naturaleza es de otro tipo, bien porque los conocimientos actuales todavía no han podido penetrar sus secretos: filosofía, religión, e arte son campos así, por sólo mencionar algunas áreas fuera de la ciencia, que lógicamente poseen sus importantes valores propios e inmutables.
Sin embargo, la frecuencia con que la ciencia y la tecnología irrumpen en el mundo real actual con sus nuevas realizaciones ha creado un procedimiento mediante el cual, dominando las leyes científicas correspondientes, es posible diseñar y construir formidables puentes, enormes edificios, veloces aviones, o enviar un hombre a la luna.
Otras importantes disciplinas no filosóficas, como son la sociología, la política y la economía –que son menos estructuradas en sus conocimientos que la física o la química-- el marxismo pretendió establecerlas como disciplinas “científicas” a partir de estudios y principios que continuamente se generan en estos complejos e importantes campos, pero que de manera ninguna le validan para establecerlas como “ciencias”.
Es fundamental comprender que el carácter científico de una disciplina no viene asociado a aspectos voluntarísticos, como pretende el marxismo hacer con su filosofía, basado en lo cual, le es posible “diseñar” una sociedad como un ingeniero diseña una nueva máquina. Esa pretensión es una quimera mecanicista falsa y fatal.
La filosofía marxista leninista no es ciencia, es filosofía y como tal usa como método la lógica y no el método científico, por lo tanto, no es posible considerarla como ciencia; continúa siendo filosofía y no por eso es menos importante. El hecho que las realizaciones de la ciencia hayan sobrepasado con creces a las mejores realizaciones de la filosofía en la actualidad, no significa que para ganar prestigio haya que asociarse necesariamente a la ciencia, como pretende la filosofía marxista leninista.
El marxismo leninismo parte de una interpretación de la sociedad que no tiene nada que ver con las ciencias y como tal, es puro diletantismo filosófico, aunque respetable y coherente, no es ciencia. Intentar diseñar una sociedad sin tener los conocimientos científicos sobre las leyes que rigen la misma, es como tratar de diseñar un motor sin conocer exactamente los sistemas mecánicos, energéticos, de materiales, etc.
Ese afán de “nuevos y más justos proyectos de sociedades igualitarias”, es el impulso que lleva a los intelectuales marxistas, imitando el trabajo del mundo de las disciplinas científicas o tecnológicas –pero sin verdaderamente conocer a profundidad las leyes en estos campos-- a apoyar el proyecto de verdaderos engendros sociales que fracasan, terminando en actos de repudios y sangrientos paredones de fusilamiento.
Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com
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Última actualización el Jueves, 04 de Abril de 2019 11:59 |
Tres lecciones de la lucha venezolana para la oposición cubana |
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Escrito por Indicado en la materia
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Miércoles, 06 de Marzo de 2019 09:32 |

Por Jorge Hernández Fonseca.-
Tres lecciones importantes --entre otras-- pueden extraerse como experiencia para la oposición política cubana enfrascada en similar lucha que la del pueblo venezolano por su libertad.
Tres lecciones de la lucha venezolana para la oposición cubana
Jorge Hernández Fonseca
6 Marzo de 2019
La lucha del pueblo venezolano para liberarse del yugo castro-comunista ha tomado el rumbo definitivo de la victoria. La secuencia de acontecimientos que ha llegado hasta hoy encierra lecciones importantes para la lucha del pueblo cubano, por la razón fundamental de ser los castristas los principales asesores políticos de la dictadura venezolana, y los que la dirigen.
Tres lecciones importantes --entre otras-- pueden extraerse como experiencia para la oposición política cubana enfrascada en similar lucha que la del pueblo venezolano por su libertad.
Una primera lección está relacionada con el peso que ha tenido en esta lucha el respaldo internacional para reconocer, apoyar e incentivar a los demócratas venezolanos en su empeño, sobre todo, el apoyo casi total e incondicional que ha brindado Estados Unidos de América. Para la lucha del pueblo cubano esto es muy importante, porque sectores opositores cubanos insisten en guardar distancias del apoyo de EUA, para evitar la inevitable y manida propaganda comunista contra la oposición cubana. Ser apoyado por EUA no significa ser títeres de EUA.
La segunda lección que los cubanos debemos aprender es la importancia del exilio en la lucha por la libertad. Se sabe que la dictadura castrista siempre ha sembrado la cizaña de la división entre “cubanos de dentro y cubanos de fuera”, cizaña que ha sido asimilada en parte por sectores opositores de dentro de la isla. Si en el caso de la Venezuela chavista hay un monolítico apoyo externo, es en buena medida resultado del trabajo del exilio venezolano.
Hay una tercera lección que se aplica al caso cubano, cada vez más clara en el caso venezolano. A pesar de que toda Latinoamérica insiste en descartar una solución militar externa, los cubanos sabemos que Maduro no entregará el poder si no es forzado a hacerlo por la vía de la fuerza. Fidel Castro en vida acunó una frase que es válida también en Venezuela: “lo que obtuvimos por la fuerza, por la fuerza tienen que quitárnoslo”. En Venezuela se trata que la fuerza sea el propio ejército venezolano, pero de no ser posible, será fuerza externa.
Adicionalmente, el apoyo a la lucha actual del pueblo venezolano democrático se debe en buena medida al trabajo de congresistas norteamericanos de origen cubano, como Marco Rubio y Miguel Díaz Balart, entre otros funcionarios cubano-americanos, que han aportado elementos de decisión a la presidencia de los Estados Unidos, conminándola a tomar acciones decisivas en favor de la democracia y la libertad de la Venezuela oprimida y necesitada, incluso de ayuda humanitaria. Los luchadores venezolanos dentro del país, sienten agradecimiento a sus hermanos latinoamericanos en posiciones claves dentro de la administración estadounidense, sin sentirse acomplejados por semejante apoyo, desinteresado y solidario por ser latinos.
En el caso cubano ha habido bastante división por estos tres temas, puestos ahora sobre la mesa de discusiones y resaltados en la lucha del pueblo venezolano. La dictadura de Maduro, al igual que la dictadura castrista, insiste en colocar la dicotomía del contradictorio entre el chavismo y EUA, copiando el esquema castrista, el cual repite que el contradictorio cubano no es entre el pueblo oprimido de la isla y la dictadura opresora, sino entre “La revolución (jinetera) y EUA”. Nadie dentro de Venezuela rechaza el apoyo internacional y mucho menos rechaza la colaboración de Estados Unidos contra Maduro. Los cubanos debemos aprender esa lección.
Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com
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Última actualización el Jueves, 14 de Marzo de 2019 12:06 |
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Brasil: ¿Por qué no apoya con más fuerza la democratización de Venezuela? |
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Escrito por Indicado en la materia
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Lunes, 04 de Marzo de 2019 05:34 |

Por Jorge Hernández Fonseca.-
Jair Bolsonaro, durante su campaña electoral a la presidencia de Brasil, se mostró mucho más agresivo contra la dictadura venezolana que lo demostrado una vez en el gobierno. Eso tiene una causa, que trataré de exponer en adelante, basado en informaciones directas desde Brasil.
Brasil: ¿Por qué no apoya con más fuerza la democratización de Venezuela?
Jorge Hernández Fonseca
28 de Febrero de 2019
Jair Bolsonaro, durante su campaña electoral a la presidencia de Brasil, se mostró mucho más agresivo contra la dictadura venezolana que lo demostrado una vez en el gobierno. Eso tiene una causa, que trataré de exponer en adelante, basado en informaciones directas desde Brasil.
El gobierno de Bolsonaro tiene una base ideológica fuerte, basada en los preceptos de un filósofo brasileño, Olavo de Carvalho, muy relacionado con tres de los hijos de Bolsonaro, los cuales son políticos recién elegidos a sus cargos de senador, diputado federal y vereador (consejal). Ellos han ejercido fuerte influencia dentro del gobierno, ya que el presidente electo estuvo fuera del comando por razones de salud poco después de la toma de posesión. Esta influencia no ha sido bien vista por el ala militar del gobierno, que es muy fuerte, tiene varios ministros y el propio vice-presidente, lo que ha provocado la división del equipo de gobierno.
Esta división, y errores propios de un partido pequeño, carente de experiencia y recursos, en el seno del cual fue elegido Bolsonaro a la presidencia, cobraron ya la primera gran pérdida al verse Bolsonaro obligado a sustituir de sus cargos a su segundo hombre al mando, su ministro de la presidencia y ex presidente del partido de gobierno. Esta división ha debilitado el inicio del proceso de gobernar, a lo que se suma un delicado proceso judicial en andamiento relacionado con uno de los tres hijos de Bolsonaro. Todo se suma a la falta de personas con experiencia en el comando del país, a los problemas de salud y a la formación de un equipo que nunca antes había trabajado junto. Todo sumado es la causa de que la política exterior se haya descuidado.
Adicionalmente, el nuevo canciller de Brasil, Ernesto Araujo, es de la línea dura contra la dictadura de Venezuela, pero los diplomáticos de su cancillería, celosos por el nombramiento de un canciller “indeseado”, por estar asociado a la filosofía de Olavo de Carvalho, no ven con buenos ojos una probable intervención militar en Venezuela. Además, el vice-presidente y general, Hamilton Mourón, del ala militar del gobierno, ve con sospechas la presencia de una política agresiva contra Venezuela, donde fue agregado militar. Esto ha provocado que, en entrevistas a periodistas extranjeros, el vice-presidente se haya pronunciado para aplicar una línea más pacífica en las relaciones con Venezuela. Así las cosas, no ha habido una política coherente con Venezuela. Resultado, no hubo nadie del gobierno en la frontera con Venezuela el día que se debería haber entrado la ayuda humanitaria, siendo que allí hubo varios muertos.
El problema del presidente Bolsonaro con el proceso no resuelto de su hijo, la ausencia por enfermedad durante un buen tiempo al inicio de su gobierno, el tener que estructurar una filosofía de trabajo en un equipo que no había trabajado junto nunca antes, el rechazo del ala militar al ala de los hijos del presidente (lo cual ha atado las manos del flamante canciller brasileño) y la necesidad de sustituir de inicio al segundo hombre en el comando del gobierno, ha sido motivo más que suficiente para que la importante política de Brasil hacia la Venezuela de Maduro no haya sido suficientemente debatida y aceptada por todos los entes relacionados.
Son estas las complicadas circunstancias con las que hoy Bolsonaro recibe a Juan Guaidó. |
Última actualización el Martes, 12 de Marzo de 2019 06:26 |
Los dos príncipes: Jair Bolsonaro y López Obrador |
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Escrito por Indicado en la materia
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Domingo, 02 de Diciembre de 2018 02:47 |

Por Jorge Hernández Fonseca.-
Al final de período de cuatro años podremos comparar el estado socio económico de México y Brasil para hacer un juicio de valor respecto a los gobiernos de izquierda y derecha. Con independencia de lo que ocurra con los regímenes izquierdistas ya existentes, la competencia entre el México de AMLO y el Brasil de Jair Bolsonaro emergerá como una demostración respecto a cuál de los sistemas político-económico más se aviene al objetivo de desarrollo para Nuestra América.
Los dos príncipes: Jair Bolsonaro y López Obrador
Jorge Hernández Fonseca
1 de Diciembre de 2018
En épocas de derrotas socialistas a lo largo y ancho de Nuestra América, surge una victoria electoral inobjetable de la izquierda en México: el triunfo y la toma de posesión como presidente de ese país, de Andrés Manuel López Obrador, AMLO, que anuncia un “cambio de régimen” desde el viejo y esperpéntico capitalismo mexicano, hacia el socialismo de su partido MORENA. Algo así ya lo habíamos visto en la Venezuela de Hugo Chávez, en el Brasil de Lula da Silva y en la Nicaragua de Daniel Ortega, para no hablar de la decrépita dictadura de los Castro.
Dentro de un mes exactamente toma posesión en Brasil Jair Bolsonaro, impulsado por otra inobjetable victoria electoral, en este caso contra la izquierda local, el cual anuncia un gobierno “de derechas”, liberal capitalista en la economía y conservador en el aspecto de la cultura y los valores de la sociedad brasileña. Este contraste servirá como “experimento” socio-político-económico, para definir --sino científicamente, al menos en igualdad de condiciones-- cual de ambos lados del espectro político tiene mejores resultados globales: la derecha o la izquierda.
No soy neutral en esta competencia, apuesto a mi “caballo ganador”: Jair Bolsonaro. En su discurso de toma de posesión, AMLO ya preanunció el inicio del desastre populista de izquierda que tomará cuenta de México por desgracia los próximos seis años. Aumentos de los valores que se usarán en el sistema de retiro de los mexicanos, y otros gastos “sociales”, sin decirnos de donde salen los recursos financieros para esos gastos, fuera de lo que la izquierda denomina como “justicia social”. No es que no haya injusticias, es que los gastos no pueden ser mayores que los ingresos. Ese desbalance es el origen inequívoco del desastre económico.
No importa que México exhiba de entrada una sociedad bien afinada económicamente con el país más poderoso del Mundo, los EUA. Acaba de firmarse en Buenos Aires la continuación del NAFTA, una sociedad México-Canadá-EUA en el área económica. Brasil por su parte inicia desde cero la posibilidad de una alianza política con los EUA, que hasta el presente no tiene visos de alianza económica, pero si tiene prenuncios de una fuerte alianza política y “militar”.
Adicionalmente, ya AMLO comenzó a enseñar las uñas. Seguramente dará apoyo a Maduro en Venezuela, a Ortega en Nicaragua y a Raúl Castro en Cuba, mientras que por otro lado se consolida la alianza EUA-Brasil-Colombia, que finalmente extirpará parcialmente el cáncer dictatorial en Latinoamérica. En ese sentido, México, fuera del apoyo político en organizaciones internacionales, podrá hacer muy poco para preservar lo más rancio de los regímenes de izquierda latinoamericana. Lo que todavía no queda claro es la solución de la dictadura cubana.
El período presidencial en México es de seis años, en Brasil es de cuatro años. Al final de período de cuatro años podremos comparar el estado socio económico de México y Brasil para hacer un juicio de valor respecto a los gobiernos de izquierda y derecha. Con independencia de lo que ocurra con los regímenes izquierdistas ya existentes, la competencia entre el México de AMLO y el Brasil de Jair Bolsonaro emergerá como una demostración respecto a cuál de los sistemas político-económico más se aviene al objetivo de desarrollo para Nuestra América.
Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com
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Última actualización el Sábado, 08 de Diciembre de 2018 02:14 |
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