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Artigos: Cuba
¡VIVA ZAPATA! PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Sábado, 27 de Febrero de 2010 02:02

Por HUBER MATOS ARALUCE

El proceso que condujo a la muerte del preso político Orlando Zapata se pudo perpetrar con impunidad por la complacencia, rayana en complicidad, de la comunidad internacional con la dictadura más opresiva y larga que ha padecido un pueblo en este continente.

Orlando Zapata agonizaba en la isla en los mismos días que el gobierno español escenificaba un teatro en Madrid, donde se discutía, en términos “optimistas”,  la situación de los derechos humanos en Cuba.  A esas discusiones no se invitó a ningún representante de la oposición democrática cubana.  El Ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, anunciaba una era de progreso en el respeto a los derechos humanos en Cuba, si la Unión Europea suavizaba su política hacia la tiranía castrista.

En la misma semana de la muerte de Orlando Zapata los gobiernos latinoamericanos se reunían en México. Entre los invitados, de igual a igual y de abrazo en abrazo, estaba Raúl Castro, el dictador sustituto de Cuba y el responsable final de la muerte de Orlando Zapata.

Varios de los presidentes allí reunidos tienen estrechas relaciones con la tiranía castrista, y en el pasado reciente desfilaron por La Habana para desearle salud a un tirano que ha superado en criminalidad, crueldad y descaro a todos los dictadores de la historia latinoamericana.  En esa reciente reunión en México, como en la cumbre de la OEA celebrada en junio del pasado año en Tegucigalpa, todos los presidentes latinoamericanos callaron sobre la opresión que sufre el pueblo cubano y la persecución permanente contra la oposición democrática en la isla.

El caso más contradictorio es el del Presidente Luiz Ignacio Da Silva, un presidente demócrata que ha hecho pública su simpatía y cercana amistad con los dictadores de Cuba: Fidel y Raúl Castro.  Lula ha proclamado su interés en que Brasil se convierta en el principal socio comercial de ese régimen, al que le ha autorizado créditos por mil millones de dólares.  Orlando Zapata murió en La Habana cuando el presidente brasileño disfrutaba de la compañía de sus íntimos amigos, el viejo y nuevo dictador de Cuba.  Su tardío pésame por la muerte de Zapata no lo exonera de una relación vergonzosa.

Hasta el gobierno de los Estados Unidos muestra una actitud timorata con la dictadura castrista.  Da la impresión de que, si la actual administración pudiera, ya habría cortado los fondos a todos los programas de apoyo a la oposición democrática cubana y habría permitido que los capitales estadounidenses estuvieran comprando a precio de subasta las empresas cubanas.

Si todos estos dirigentes y sus gobiernos hubieran demostrado hacia Cuba solo una parte del interés y las acciones que tomaron por defender  la constitucionalidad y la democracia hondureña, Orlando Zapata estaría vivo, los presos políticos cubanos estarían libres y una transición a la democracia en Cuba sería posible. Pero no es así.  Se congratulan de sus acomodos y negocios con la tiranía, entre ellos un turismo, igualmente cómplice, que representa una de sus dos más importantes fuentes de ingresos.

A falta de solidaridad internacional, Orlando Zapata sabía que no tenía otra alternativa que estar dispuesto a pagar con su vida el respeto que merecía como persona.   El castrismo es especialmente despiadado contra los negros que se le rebelan.

Sin  solidaridad internacional, el pueblo cubano ha sido acorralado hacia una situación en la cual tendrá que pagar muy caro el precio de su libertad. Las declaraciones momentáneas de repudio por este crimen, de parte de quienes hasta ayer han estado escudando y excusando a la tiranía, no nos deben ilusionar. En las democracias occidentales hay grandes intereses económicos y políticos que están por encima de los principios y la solidaridad humana; esos intereses prevalecerán.

Los aliados de Castro lo seguirán siendo.  Quienes en el mundo callan ante los atropellos de la dictadura castrista, por conveniencia o por cobardía, continuarán guardando silencio hasta que la rueda de la historia esté a punto de aplastar a la tiranía.  Hasta entonces,  no debemos esperar otra cosa que la indiferencia o la complicidad de los gobiernos democráticos insensibles a la lucha del pueblo cubano por su libertad.

Orlando Zapata no puede morir en vano.  Su heroísmo unió a la oposición como nunca pudo la razón o un proyecto político.  Aunque momentáneo, ese frente común ha demostrado que en él reside nuestra autoridad moral y nuestro poder de convocatoria.  Cuando acabe de perder el temor, el pueblo cubano se unirá a la oposición en las calles y estoy seguro de que los militares descontentos nos respaldarán.

Todos los cubanos somos hermanos de Orlando Zapata; su heroico sacrificio nos obliga a un compromiso de lucha sin descanso.  Que desde hoy y hasta el derrocamiento de la tiranía, en los campos y en las ciudades, en las escuelas y las universidades, en las cárceles y en el exilio, al comenzar y al terminar el día honremos su memoria con un mensaje de libertad: ¡Viva Zapata!

 

San José, Costa Rica

 

 

Última actualización el Sábado, 27 de Febrero de 2010 02:03
 
El dolor de una madre PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Jueves, 25 de Febrero de 2010 11:53

Por JUAN CARLOS LEÓN

Reina Luisa Tamayo llevaba días llorando y alertando al mundo sobre la inminente muerte de su hijo, Orlando Zapata Tamayo, quien se encontraba en huelga de hambre hacía casi tres meses. Al final, ocurrió lo peor, nadie escuchó el clamor de esta sufrida madre y, finalmente, su hijo murió. Hoy nos sumamos al sufrimiento de esta admirable familia.

La comunidad internacional observó pasivamente como se cometía en Cuba otro horrendo crimen. Y todavía el menor de los hermanos Castro tuvo la osadía de decir que en los últimos 50 años en la isla nadie ha sido torturado, ni fusilado, ni abandonado sin recibir atenciones médicas de alta  calidad. ¡Hay que tener la cara bien dura para hacer semejantes declaraciones!

Da pena que presidentes latinoamericanos vayan a Cuba a tomarse fotos con estos dos tiranos, mientras una familia está totalmente devastada por la pérdida de uno de sus más aguerridos hijos. La muerte de Orlando no quedará impune y, tarde o temprano, los culpables tendrán que pagar por este asesinato premeditado.

Tamayo se suma a la larga lista de héroes que han sacrificado sus vidas por ver la patria libre y soberana. Nos viene a la mente un caso similar cuando Pedro Luis Boitel perdió su vida en condiciones similares, después de haber estado por varios días en huelga de hambre,  para llamar la atención sobre las constantes violaciones de los derechos humanos que se cometen en nuestro país.

Se supone que seamos los hijos los que le demos sagrada sepultura a nuestros padres pero, en este caso, le ha tocado a la señora Reina enterrar a su hijo querido. El dolor de esta madre ha sido tan grande, que ya casi no le quedan lágrimas por derramar. Esperamos que no hayan sido en vano. Unamos nuestras voces para que el mundo entero nos escuche. El pueblo cubano reclama justicia.

¡Descansa en paz, Orlando Zapata Tamayo!

Juan Carlos León

Miami, Fl., USA

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Última actualización el Jueves, 25 de Febrero de 2010 11:55
 
LOS JUEGOS MALIGNOS DE FIDEL CASTRO Y EL CASTRISMO PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Miércoles, 24 de Febrero de 2010 10:20

 

Por:JOSÉ L. MARTEL

 

La última noticia salida de Cuba tiene entorno manipulador. Dice la dictadura a través de su Consejo de Ministros: “Todos los médicos graduados en Cuba que se marcharon al exterior sin autorización oficial del Estado cubano sufrirán la cancelación de sus títulos y serán declarados inoperantes y denegados”. Dicen desde la isla esos usurpadores del cuerpo y alma de todo ser humano que se diga cubano especialmente ahora a todos los galenos que están ejerciendo en Estados Unidos de Norteamérica y otros lugares del mundo. ¿Nos considera el castrismo como un medio básico obsoleto y depreciado? ¿Aplicarán esta increíble y absurda disposición a nuestros médicos cubanos exiliados? Creo que ellos pueden ladrar y vociferar todo lo que quieran pero a que eso se lleve a cabo y se haga realidad aquí, espero que nunca ocurra ni  se aplique esa disposición totalmente descabellada y criminal.

 

Indudablemente Cuba ha sido es una artífice en dirigir la política americana de acuerdo a sus intenciones, de eso no cabe la más mínima duda. Y ante de entrar en material, felicito calurosamente a un periodista cubano, Pablo Alfonso, por dos artículos publicados en el Nuevo Herald, el pasado 25 de septiembre de 2005 que tituló: “Camarioca: Cuatro décadas de éxodo y dolor” y  “Tiempo de aniversario.”

 

Este talentoso  periodista, describe en uno de sus párrafos y de forma breve como Fidel Castro ha logrado transformar los problemas internos de su régimen en crisis domésticas dentro de Estados Unidos, utilizando las desgracias y miserias del pueblo cubano fomentando chantajes de altos alcances como los éxodos masivos de refugiados como un arma estratégica para negociar con el huésped de turno en Washington.

 

Como podemos observar esa lección no es aprendida por el gobernante cubano, es una creación de y letra> su política sucia contra todos los gobiernos estadounidenses afectando a esta nación americana que no ha sido capaz de crear un muro de contención definitivo que pare y destruya esas malignas y endemoniadas practicas del tirano. Es consabido que cada 10 años se alborota el vecino de las  90 millas.

 

Recordar siempre la salida de los primeros de 1959 que huían de los barbudos, siguieron los Vuelos de la Libertad con 260 mil cubanos, cifra aproximada en ocho años. En la década de los 60, la salida masiva de cubanos por el Puerto de Camarioca calculada en más de 2 mil personas. En los 80 se produjo el más numeroso con 125 mil cubanos llegando a Los Cayos de la Florida. La Crisis de los Balseros en 1994, aprovechando un estallido popular contra el régimen, descaradamente abrió las puertas de salida ilegal, llenando las aguas del Estrecho de la Florida de balsas y todo tipo de rusticas y precarias embarcaciones, dando lugar a que Estados Unidos acondicionara las instalaciones militares de la Base de Guantánamo y refugiar a esa ola marina de navegantes, desesperados y hambrientos que su único alcanzar tierra de libertad. ¿Cuántos? 25 mil cubanos.

 

El congreso federal  se ha visto en la necesidad de crear acomodo y decretos para contrarrestar estos envíos masivos desde Cuba. El ex-presidente Lyndon Johnson propuso y se aprobó la Ley de Ajuste Cubano  con el propósito de legalizar a todos los cubanos que llegaban. Otra respuesta del ex -presidente Bill Clinton con el decreto presidencial de   “Pies Secos-Pies Mojados” tan beneficiosa para el castrismo y tan dura, amarga y cruel para los que no pueden lograr tocar tierra, ni siquiera a UNA MILLA Y MEDIA, ya que son deportados al infierno.

 

Y en estos momentos que el gobierno del presidente Barack Obama no se deje intimidar y respete los conocimientos de nuestros médicos para que puedan seguir estudiando y revalidar sus títulos expedidos por las máximas instancias de las Ciencias Médicas de Cuba.

 

Miami, Florida, USA.

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Última actualización el Miércoles, 24 de Febrero de 2010 10:37
 
LA INDUSTRIA AZUCARERA: UNA FUENTE DE RIQUEZA EN LA CUBA POST CASTRO PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Lunes, 22 de Febrero de 2010 00:39

Por JORGE HERNÁNDEZ FONSECA

La problemática cubana, 50 años después de la implantación del castrismo, se ha convertido en un complejo dilema de múltiples facetas, distorsionadas todas por una ideología equivocada. Si en la Cuba actual se puede hablar de “una revolución”, es por el hecho de que la élite totalitaria gobernante ha destruido todos los aliceres de la sociedad y la cultura occidental que existía en la llamada entonces “Perla de las Antillas”.

Las soluciones a los problemas cubanos que afectan su sociedad van desde los aspectos económicos (fundamentales, porque el castrismo no sabe como producir bienes y servicios) pasando por problemas de infraestructura, destruida en medio siglo de disfrute indolente de lo creado por “otros” antes, además de tener que enfrentar una desidia personal generalizada en el carácter deformado de cada hombre y mujer, que ha tenido la desdicha de ser educado (deformado) en un sistema que sólo valora el mantenimiento del poder total a toda costa.

El presente trabajo pretende presentar someramente una propuesta en el terreno económico, cuando la isla finalmente se libere de la élite de poder que ha destruido la Nación cubana. Se trata de la industria azucarera, desmantelada también por el vendaval fidelista, pero que posee en los hombres y mujeres de la isla (y el exilio) una cultura de conocimiento agrícola e industrial, como ninguna otra industria entre las implantadas, “antes” o “después” en nuestro país.

Uno de los problemas graves que los cubanos tendremos que enfrentar en un futuro democrático, es pensar como mantener 11 millones de personas sin necesidad de vernos ante el triste panorama en que se encuentra Haití actualmente, donde las personas mayoritariamente viven de la caridad pública. Si no preparamos desde ahora un plan adecuando de recuperación nacional, el desastre cubano pudiera ser similar al que ahora enfrenta Haití, sin recursos naturales (petróleo) ni humanos, y sin un plan efectivo a seguir.

Cualquier plan económico para la Cuba del futuro debe contemplar aquellas áreas en las que actualmente Cuba puede producir de inmediato recursos demandados comercialmente por la comunidad mundial, de manera a no tener necesidad de depender mucho tiempo de la caridad pública internacional, como de inicio parece indispensable que suceda. Un plan de restauración económica debe iniciarse desde el día siguiente de la liberación de Cuba del yugo castrista. Algunas áreas económicas pueden explotarse desde el mismo inicio de la vida democrática, como la producción de níquel (en manos de empresas canadienses) y el turismo por ejemplo, hoy en manos de empresas españolas y donde la participación del capital estatal cubano debe hacer valer desde el primer día su independencia de estos capitales extranjeros.

Otro renglón adicional al turismo, con capacidad potencial y cultura de trabajo y conocimientos es sin dudas la industria azucarera. A diferencia del turismo y el níquel, esta es una industria donde el capital discriminatorio extranjero (como lo es el turismo en manos españolas) todavía no ha “entrado”, por lo que su adecuada administración y gerencia puede organizarse desde el inicio mismo de la implantación de un gobierno provisional, que ordene y trace las nuevas líneas de desarrollo, no solamente políticas, sino también económicas (como lo sería hacer justicia con la traición que el capital español ha perpetrado con los cubanos demócratas).

Como se sabe, la “revolución” de que hablamos al inicio, ha destruido la industria azucarera; pero los hombres y mujeres que permitían al país ser el primer exportador de azúcar del mundo viven aún en nuestras ciudades y en el exilio, lo que permite proponer un plan de reactivación de la industria y la agricultura azucarera, desde el comienzo mismo del triunfo democrático.

En realidad, quedan aún en la isla muchos centrales azucareros intactos, que adecuadamente remodelados y completados con inversiones productivas, pudieran comenzar a adecuarse a un plan de inversiones para producir azúcar y sus derivados, como lo es el etanol (alcohol) y la electricidad, que hoy tienen mucha más demanda en el mercado mundial que la propia azúcar que le da origen. Sería el etanol la llave del plan sucro-alcoholero que aquí proponemos.

Toda producción debe estar respaldada por una demanda. En el caso del etanol, esta demanda provendría de los Estados Unidos. El gigante del norte está directamente envuelto en un plan energético (plan bipartidista) de manera a independizarse de los suministros del petróleo del Oriente Medio. Este plan implica el mezclar toda su gasolina con cantidades importantes de etanol, para conseguir dos objetivos: primero, cada litro de etanol que se mezcle a la gasolina, es un litro de gasolina que se dejaría importar del Oriente Medio, sea directamente, o sea en su equivalente de petróleo. Segundo, la mezcla de gasolina con etanol provocaría un efecto menos contaminante en la atmósfera, combatiendo paralelamente el calentamiento global (la combustión del etanol contamina 61% menos la atmósfera que la combustión de la gasolina).

Estados Unidos produce más de 20 mil millones de litros de etanol, derivado básicamente del maíz. Esta producción norteamericana es muy costosa y requiere subsidios importantes para su producción, por lo que no es difícil imaginar un plan norteamericano de ayuda a la Cuba democrática, que utilice una parte de la ampliación anual de los subsidios a la producción de etanol de maíz, para dedicarlos a la producción de etanol de caña de azúcar en Cuba. De esta manera EUA, sin tener que eliminar sus subsidios (y los intereses asociados) podría financiar un plan de ampliación de la mezcla de gasolina con etanol, importando de Cuba cantidades importantes de este combustible, incluso, llamando al capital privado para tales inversiones.

Con este mercado garantizado, Cuba pudiera iniciar de inmediato un plan de producir etanol, azúcar y electricidad en sus instalaciones actuales y proyectar un plan de ampliación de la producción de etanol en nuevas fábricas sucro-alcoholeras, que también producirían energía eléctrica usando el bagazo de caña. Brasil, país donde vivo, tiene toda la tecnología asociada a un plan de este tipo. Basta decir que, con similares índices productivos que en Brasil (la Cuba republicana siempre estuvo por delante de Brasil en índices) la isla pudiera iniciar un plan de producción de etanol y electricidad de varias etapas, que incluyen la instalación de destilería en los lugares donde antes había un central azucarero destruido por la “revolución”.

Entre los centrales actualmente en operación (que deben ser remodelados) y la instalación de nuevas destilerías de etanol de caña de azúcar, la isla puede producir a corto plano una mezcla de dos mil millones de litros de etanol (10% de lo que EUA produce hoy) exportados por valores del orden de los 1,500 millones de dólares. Unos dos millones de toneladas de azúcar, buenas para el abastecimiento interno y alguna exportación esporádica, por valor de unos 800 millones de dólares. Más mil Mega Watts de energía eléctrica durante buena parte del año, con ahorro de 670 mil toneladas de petróleo, valoradas en 350 millones de dólares (en una Cuba sin petróleo y sin dinero para comprarlo). Estas ventas totalizan, a precios actuales, unos 2,650 millones de dólares por año y sus valores crecerían con los precios internacionales del petróleo.

Creando valores del orden de los 2,650 millones de dólares con producciones autóctonas, comercializables fácilmente, la economía cubana sería inyectada con una fuerza que, sumada a las entradas netas de dólares por conceptos del turismo y el níquel, ambas produciendo valores similares a los del plan sucro-alcoholero, producirían el necesario efecto multiplicador que supone la construcción de viviendas, el comercio, la producción agrícola no cañera y las industrias asociadas a estos ejes productivos, creando una sólida base de desarrollo. La ventaja del plan sucro alcoholero, además de sus producciones, es la gran capacidad de crear empleo en gran escala, en una amplia gama de especialistas y oficios diversos.

Cuba produciría así, en su industria sucro-alcoholera remodelada, una tercera parte de la electricidad que actualmente consume la isla, sin quemar una sola gota de petróleo combustible. Como se sabe, la dependencia petrolera de la isla (primero de la URSS y ahora de Chávez) ha sido el “talón de Aquiles” de la isla. La producción de electricidad con bagazo, ya justificaría un plan como el propuesto, permitiendo un desarrollo social más acelerado, ya que esa producción eléctrica es muy barata, como lo demuestran las instalaciones brasileñas.

Un plan de este tipo pudiera llevarse a cabo invirtiendo unos 10 mil millones de dólares en la industria sucro-alcoholera cubana, con una taxa de retorno bruto inferior a los 4 años. La tierra cultivable necesaria para un plan de este tipo ya existe en la isla. Independientemente de que ha sido política del gobierno de Raúl Castro distribuir tierras en usufructo, el fracaso del plan ha dejado cientos de miles de hectáreas disponibles, que se organizarían como productores de la materia prima necesaria para un plan así, generando empleo y renda adicionalmente.

El plan sucro-alcoholero produciría cientos de miles de puestos de trabajo remunerados en dólares desde el inicio, incentivaría la industria mecánica, la agricultura, el trasporte e irrigaría con mucha capilaridad una buena parte de la sociedad cubana, empleando todo tipo de mano de obra, desde ingenieros, investigadores y técnicos, hasta los cortadores de caña, todos con salarios en dólares. Producir etanol así, equivale a producir gasolina y electricidad, en una cadena productiva de cientos de miles de personas trabajando coordinadamente.

En resumen, un plan sucro-alcoholero en la Cuba democrática podría, desde el mismo inicio del proceso democrático, comenzar con las inversiones para la producción de etanol, azúcar y electricidad, cuya tecnología ya está en funcionamiento en Brasil desde hace muchos años. También inicialmente, dependiendo de las condiciones de los centrales existentes y en operación, pudiera comenzar a producirse cantidades limitadas de estos tres productos, que en cinco años llegaría a producir los volúmenes planificados en un proceso inversionista de igual tiempo, dando trabajo de inicio en la construcción y montaje de las fábricas a cientos de miles de técnicos calificados para el trabajo de remodelar la nueva industria azucarera cubana.

 

21 de Febrero de 2010

 

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Lunes, 22 de Febrero de 2010 00:51
 
España y el negocio de los derechos humanos en Cuba PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Lunes, 22 de Febrero de 2010 00:35

Por HUBER MATOS ARALUCE

Con los auspicios del gobierno español se acaban de celebrar en Madrid dos actividades que, según explica el Ministro Miguel Ángel Moratinos, han servido para “consolidar la confianza y la promoción, y el respeto de los derechos humanos" en Cuba.  España ha reiterado que quiere  persuadir a la Unión Europea a cambiar su política hacia Cuba.

España sabe que no podrá lograrlo, porque varios países europeos, escépticos del régimen castrista, han expresado su oposición a suavizar aun más su política hacia Cuba.  La insistencia  española tiene otros propósitos.

Como España es uno de los socios principales de la más vieja y represiva dictadura de Latinoamérica, su actual gobierno necesita hacerle creer a los socialistas españoles que es un defensor de los derechos humanos en Cuba. Millones de televidentes, lectores de periódicos, radioescuchas y cibernautas en España y en otras latitudes, ya habrán visto los titulares anunciando el  nuevo esfuerzo español por tan loable objetivo.

Es también muy importante para España dar la impresión, en la Unión Europea, de que es en alguna forma la representante de sus ex colonias latinoamericanas.  En el caso cubano trata de hacer creer que está especialmente capacitada para entender lo que pasa en la isla. Por ejemplo, según el embajador español en Costa Rica, España es: “el país que todos los europeos reconocen como el que tiene el mejor conocimiento de la situación en Cuba.

Hasta el gobierno de los Estados Unidos se ha llegado a creer que el intermediario ideal para hablar con los Castro es Rodríguez Zapatero.  Hace unos meses el presidente Obama pidió al presidente español su mediación ante Raúl Castro para descongelar la situación entre ambos gobiernos, por cierto sin ningún éxito. Véase Cuba en el limbo y el error de Obama (2).

Con su hábil, constante e indirecta defensa de la tiranía castrista, responsabilizando a los gobiernos occidentales de practicar una política absurda hacia Cuba, España gana puntos con la dictadura de la isla.  Además del comercio, el régimen castrista ha privilegiado a los empresarios españoles con un cuasi monopolio de la industria turística de la Cuba.

Las conversaciones sobre derechos humanos entre la dictadura y el gobierno de España, en los términos favorables en que las presenta siempre Madrid, le sirven a la tiranía para demostrar a la oposición interna, a los presos, a sus familiares y al pueblo cubano que, a la hora de hablar del tema de los derechos humanos en Cuba, ninguno de ellos cuenta.

Por esta razón el gobierno español no permitió que ningún representante de la oposición democrática cubana participara en estas recientes actividades en Madrid. El mejor golpe contra un enemigo es el que lo desmoraliza, y en esto el gobierno español es un aliado ideal de la tiranía.

En Cuba los atropellos contra ciudadanos apolíticos aumentan, la represión contra la oposición democrática es incesante, las condenas a prisión son completamente injustificadas  y el trato a los presos políticos en las cárceles es brutal. El gobierno español lo sabe perfectamente. Por eso, para demostrar cuán importante es la relación entre los socialistas españoles y los castristas cubanos, de vez en cuando la tiranía le regala al gobierno español algunos presos políticos, que son exhibidos como prueba del éxito de la estrategia española hacia Cuba.

El pragmatismo español no es difícil de entender, España es uno de los socios comerciales más importantes de la dictadura cubana. Como para el gobierno de Zapatero los negocios están por encima de los principios, su conducta es completamente congruente. Es un gobierno que le hace el juego al castrismo al mismo tiempo que evita criticar a otro buen comprador, Hugo Chávez, pasando por alto que este militar autócrata está aniquilando sistemáticamente la democracia venezolana.

No hay ninguna contradicción, tampoco, en que el gobierno español retirara su embajador de Tegucigalpa y denunciara a Honduras porque sus militares, su Corte Suprema y su Congreso violaron la constitución, al tiempo que tiene magníficas relaciones diplomáticas con  la dictadura más antigua de la región y con la versión venezolana. Honduras no tiene ni petróleo ni mucho turismo; es el segundo país más pobre de Latinoamérica y por eso, y solo por eso, en lugar de guantes de seda merecía el látigo.

 

San José, Costa Rica

 

Última actualización el Lunes, 22 de Febrero de 2010 00:38
 
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