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Artigos: Cuba
EL TRIUNFO DEL EMBARGO II PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 23 de Enero de 2013 09:21

Por Huber Matos Araluce.-

(Cuba: la reforma migratoria y el triunfo del embargo, 2 de 4)


Nadie puede negar que en Cuba haya habido cambios. Hay algunos fundamentales y otros que aunque han recibido más publicidad son parte de la campaña del régimen para cambiar su imagen y tratar mantenerse en el poder.

Entre los más importantes, porque definen la realidad política y son preludio del futuro, es que para el pueblo se ha desacreditado la ideología comunista, la capacidad administrativa del gobierno, la honestidad revolucionaria, y la idea de la permanencia del régimen.

La población tiene una visión muy diferente. Para los cubanos el pasado es un fraude, el presente un desastre que tiene que cambiar, y el futuro es imprevisible.

Hay cambios muy anteriores a los actuales.

Cada vez que el gobierno lo creyó conveniente se dieron libertades económicas a la población, que luego fueron reversadas.

Algunas dirigidas por Fidel Castro se mantuvieron en forma permanente, como ha sido la participación de grandes empresas capitalistas en aspectos estratégicos de la economía: la minería y el turismo.

El criterio de la dictadura ha sido hacer lo que se tenga que hacer para garantizarse el poder.  Si el turismo lo podían manejar mejor los españoles, se negoció con los españoles, no hubo argumento ideológico que lo evitara.

Si el turismo, por la falta de oportunidades de trabajo, estimulaba la prostitución, el régimen no tuvo ningún escrúpulo. Hasta los policías se han aprovechado explotando a quienes la practican.

En esto de los cambios el castrismo no ha inventado nada. Cuando una minoría privilegiada ha visto en peligro su poder político y económico ha tomado uno de dos caminos:   El de ceder para tratar de mantener las ventajas principales, o el de enfrentarse y tratar de destruir al enemigo.

Bashar al-Assad en Siria, Muamar Gadafi en Libia, y Hosni Mubarak en Egipto se resistieron a los cambios.  Por muchas razones, Raúl Castro no puede enfrentarse frontalmente y destruir la oposición.  Si Cuba tuviera petróleo como Venezuela, con gusto habrían tomado esa vía.

Los comunistas en Rusia, China y Vietnam se convirtieron en capitalistas para mantenerse en el poder, y lo han logrado.  El castrismo ha escogido el mismo camino de estos países excomunistas, pero el embargo se lo impide.


1) La subvención venezolana durará mientras los chavistas controlen Venezuela. Si algún día se quedan sin esta ayuda el régimen castrista se desplomará. Ver “El revés que se avecina”, de Miriam Celaya.

2) La segunda fuente de ingresos en importancia son las remesas y los envíos de los exiliados a la isla. Una represión despiadada en Cuba que implique muertos y condenas a cientos o miles de ciudadanos, como sucedió en el pasado, puede afectar esa fuente de ingresos desde los Estados Unidos.

3) La tercera son los  ingresos del turismo, que es una industria muy frágil a los conflictos sociales. En un país empobrecido y con un pueblo descontento el turismo puede desaparecer en cuestión de días, semanas o meses.

Aun con estos ingresos, el deterioro económico de la isla continúa, y con ello el aumento del descontento. Por estas razones, la salvación a largo plazo depende del levantamiento del embargo.

¿Por qué?

Porque la única forma de revertir la situación económica en Cuba es con inversiones capitalistas. Pero los capitalistas no van a invertir en Cuba si no hay relaciones económicas normales con Estados Unidos.

Tampoco van a invertir en un país que depende de que los chavistas mantengan el poder en Venezuela, ni van a invertir en un país descrito por su propio “presidente” como bordeando el abismo.

Si no se levanta el embargo la supervivencia del régimen está en peligro.  Ante este panorama, la solución de la dictadura en Cuba es, como hemos mencionado, copiar lo que hicieron Rusia, China y Vietnam.

El problema para la dictadura es que en Estados Unidos hay un grupo muy poderoso de cubanoamericanos que ha logrado condicionar el levantamiento del embargo a una transición hacia la democracia.

Como el régimen no intenta suicidarse, se ha negado a aceptar un compromiso en esos términos. En su lugar, ha dado inicio a una serie de "cambios", con la esperanza de que estos puedan convencer a Washington de que se tienen que conformar con lo que han cedido, porque no habrá mayor apertura.

Continuará

 
¿EL FRACASO O EL TRIUNFO DEL EMBARGO? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 22 de Enero de 2013 09:14

Por Huber Matos Araluce.-

(Cuba: la reforma migratoria y el triunfo del embargo, 1 de 4)


Quienes se oponen al embargo de los Estados Unidos contra “Cuba” ahora argumentan que, como el régimen en la isla está promoviendo reformas, el levantamiento del embargo las aceleraría.  Señalan las nuevas libertades que tienen los cubanos para salir del país y volver a entrar, y otras reformas en el campo económico. Dan la impresión que estamos en la antesala  de la democracia.

Esta serie de  artículos plantea el argumento contrario: lejos de fracasar, el embargo ha triunfado, porque se ha convertido en la carta de negociación que puede conducir  a Cuba a una transición pacífica hacia la democracia.

Por esta razón, suspenderlo en estos momentos equivaldría a brindarle una victoria a la dictadura en Cuba y arriesgarse a consolidarla.  Además, tanto la llamada reforma migratoria como las demás medidas aperturistas que se han tomado tienen el objetivo de ayudar salvar a la dictadura castrista.

Aunque en otras oportunidades hemos comentado sobre los argumentos que se han esgrimido contra el embargo, es necesario volver a mencionarlos, para tener presente cómo ha ido evolucionando la oposición a esa medida.

Por mucho tiempo se ha insistido en la tesis  de que el embargo ha fracasado porque no ha podido derrocar a la dictadura. Una falacia que ha ido perdiendo popularidad, aunque todavía se esgrime de vez en cuando.  El embargo no se impuso para derrocar al castrismo, sino que fue una acción del  gobierno de John F Kennedy en 1960 como respuesta a las confiscaciones sin compensación de propiedades de estadounidenses en Cuba. Luego la ley Helms-Burton apretó las clavijas, pero cualquier persona informada debía saber que otras naciones suplían a Cuba lo que necesitaba y le compraban lo poco que la isla exportaba.

Desde el gobierno de Kennedy hasta nuestros días la dictadura continuó negociando con las principales naciones industrializadas, democráticas y capitalistas del mundo.  La “Revolución” recibió préstamos y donaciones, compró maquinaria, fabricas, y acumuló una deuda de aproximadamente 46 mil millones de dólares, razón por la cual ha perdido su capacidad de endeudamiento externo.

El régimen disfrutó durante tres décadas de una subvención de la URSS que le permitió, entre otras cosas, financiar los servicios de salud, educación y deporte. Sin esa subvención los “logros” de la “revolución” se habrían evaporado mucho antes, porque nunca los podría haber sostenido la ineficiente economía de la isla.

El  fracaso en Cuba lo explicó Fidel Castro cuando admitió públicamente que se debía a que ellos no habían sabido construir el socialismo. Cuando su hermano heredó el poder declaró que si no se hacían cambios caerían al abismo. A confesión de partes relevo de pruebas.

Otros de los argumentos utilizados para criticar el embargo ha sido que esa medida perjudicaba al pueblo cubano y le servía como excusa al régimen para mantener la represión.  En el 2012 se demostró la falsedad de esta afirmación. En la encuesta del Instituto Republicano Internacional (IRI) solo el 4% de los cubanos que viven en la isla señalaron al embargo como el mayor problema de Cuba.

Descartados estos sofismas contra el embargo, ahora se utiliza el de que si este se suspende se aceleraran los cambios en Cuba.  Esto parecería implicar  un beneficio neto para el pueblo cubano.   El planteamiento nos recuerda el esquema de que la falta de progreso económico en Cuba se debía a la insistencia de los Estados Unidos en mantener el embargo y no a las contradicciones de la economía comunista.  Es una forma de alimentar el mito de Cuba como la víctima de los Estados Unidos.  Escenario que fue muy rentable para el régimen de la isla.


Continuará...

 
Chávez y la transición cubana PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 26 de Enero de 2013 12:09

Por Marzo Fernández.-

Me decido hacer unas notas sobre Chávez, debido a que tengo la impresión de que el pueblo venezolano no tiene la noción de lo que realmente está pasando en su país. Como yo veo el panorama venezolano, puede ser que esté equivocado, pero es mi opinión.

Para empezar. Estoy convencido, y si conozco al gobierno cubano, que Chávez está cautivo, mejor dicho prácticamente preso en Cuba. El gobierno cubano maneja cuidadosamente la enfermedad de Chávez, emite los partes y pronósticos de la enfermedad, le da eventualmente sus pases de salida y entrada a Venezuela, y es él el único que realmente conoce la verdadera situación de Chávez.

Y si esto fuera poco, son más de 60 mil funcionarios cubanos, los que dirigen todas, absolutamente todas, las dependencias del gobierno venezolano, nada escapa al escrutinio rigurosos de los asesores que en la práctica ya han asumido las funciones de dirección.

Los cubanos ya dirigen la economía, controlan la importación y distribución de alimentos, todo el sistema de salud pública y de relaciones exteriores, el ministerio del interior, la Disip y todas las fuerzas armadas, el sistema electoral, y lo más importante, la riqueza nacional: el petróleo.

La famosa empresa PDVSA, que en un tiempo fue un ejemplo administrativo, hoy se dirige desde Cuba. Cuba dirige Petrocaribe, refina la gasolina de Venezuela y la riqueza nacional, que fue retirada de USA ya está en manos cubanas. ¿Quién vende el petróleo venezolano en el Caribe?

En mi opinión, lo primero que debe hacer el pueblo venezolano, es rescatar a Chávez de las manos del gobierno cubano, y lo segundo, fusilarlo por traidor, por entregar todo el patrimonio nacional a una potencia extranjera. La traición de Chávez al pueblo venezolano, no tiene antecedentes en la historia universal. ¿Cómo un presidente, puede estar sometido a semejante cautiverio? Ningún funcionario, menos un especialista médico, por supuestas medidas de seguridad nacional, tiene acceso a Chávez y menos a su historia clínica.

El gobierno cubano, que maneja muy bien el arte de la política, del engaño. Que es un verdadero prestidigitador, con una mano nos entretiene y con otra hace el truco. Genera noticias: la libertad de Carromero, la prisión de Alan Gross, la represión permanente, la privatización de la crisis insoluble de la economía, la libertad de los 5; eso es el diversionismo. Con la otra se consolida el sistema empresarial en divisas controlado por los herederos militares, se hacen inversiones faraónicas financiadas por Brasil y Venezuela y preparan una nueva Asamblea Nacional que será la responsable de llevar a cabo la verdadera transición. La política y la económica ya están prácticamente terminadas.

Ya han saneado, prácticamente todo el sistema empresarial, con el despido de más de 450 mil trabajadores. Aspiraban llegar al millón, pero tembló el pulso. Los herederos recibirán empresas rentables, nuevas uniones basadas en un sistema de acciones, depositadas en bancos extranjeros, con propietarios.

Que nadie se sorprenda, los preparativos se han elaborado muy cuidadosamente. Para el gobierno cubano, Venezuela ha sido una provincia extremadamente rica, que ha permitido financiar una verdadera transición. Ellos saben muy bien, que el sistema socialista sin un financiamiento externo, NO FUNCIONA.

Estoy seguro que estas notas, no serán del agrado de muchos hermanos venezolanos, pero es la triste realidad, de la entrega de un país a una potencia extranjera. CUBA.

 
La Desilusión de Latinoamérica con las Izquierdas Marxistas PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 21 de Enero de 2013 13:04

Por Jorge Hernández Fonseca.-

En América Latina –referido al tema comunista-- Cuba fue un verdadero “divisor de aguas” en el Siglo XX. A pesar de que el partido marxista cubano, el “Partido Socialista Popular”, nunca fue importante, se impuso en la isla indirectamente a través de una organización supuestamente democrática, el Movimiento 26 de Julio creado por Fidel Castro.


 

La Desilusión de Latinoamérica con las Izquierdas Marxistas

Jorge Hernández Fonseca

20 de Enero de 2013

Desde que triunfó la revolución comunista en la Rusia zarista de inicios del Siglo XX --repleta de promesas de mejoras para los “desfavorecidos”, aquellos sobre los que Marx decía “no tener que perder más que sus propias cadenas”-- muchos políticos e intelectuales latinoamericanos comenzaron a estructurar partidos políticos de corte marxista a lo largo y ancho de Nuestra América. Esto se sucedió junto a movimientos insurreccionales de similar ideología, con el objetivo de traer a Latinoamérica los supuestos beneficios que los diarios rusos difundían a raudales como siendo ventajas propias del nuevo estado “soviético” conformado entonces.

La historia de las organizaciones marxistas latinoamericanas del Siglo XX está por escribirse y sería una página importante por la extraordinaria carga emotiva y esperanzadora probablemente existente entre sus cuadros y simpatizantes, durante el proceso de lucha para llegar al poder, en contraste con la frustrante cosecha obtenida en aquellos países en los que finalmente los movimientos marxistas llegaron a obtener las riendas del poder en la región.

En América Latina --referido al tema comunista-- Cuba fue un verdadero “divisor de aguas” en el Siglo XX. A pesar de que el partido marxista cubano, el “Partido Socialista Popular”, nunca fue importante, se impuso en la isla indirectamente a través de una organización supuestamente democrática, el Movimiento 26 de Julio creado por Fidel Castro, que después de su triunfo abrazó el marxismo. Usó el engaño al decir de inicio que no era comunista y haría “elecciones democráticas”, para después declararse marxista (reconocido por Castro en su último libro).

Analizando la primera mitad del Siglo XX --antes de la Cuba comunista-- predominó en América Latina el llamado “caudillismo nacionalista”, o “populismo”. Incluía reclamos sociales y apoyo a los trabajadores, pero desde una óptica no marxista. Así, Argentina tuvo uno de los movimientos caudillistas más importantes encabezado por el general Juan Domingo Perón. México tuvo también su movimiento nacionalista liderado por el general Lázaro Cárdenas. Brasil, igual que Argentina y México, lo tuvo en la figura de Getulio Vargas. Perú sufrió su dosis de caudillismo en torno a la figura de Víctor Haya de la Torre. En general, los movimientos “progresistas” no marxistas en América Latina descienden de estas corrientes.

Cuba tuvo su frustrado movimiento populista en el Partido Ortodoxo, nada marxista, liderado por Eduardo Chivás (al cual perteneció el propio Fidel Castro, que en la época fue candidato a la Cámara de Representantes). Chivás dejó un vacío político al decidir suicidarse envuelto en una polémica, lo que evitó el avance del populismo en Cuba, antes de la dictadura castrista actual.

En paralelo con esta profusión de movimientos nacionalistas --no comunistas-- en la Latinoamérica de la primera mitad del Siglo XX surgieron también golpes de estados militares que marcaron época a mediados de ese siglo. Venezuela con Marcos Pérez Jiménez, Paraguay con Alfredo Stroessner, Nicaragura con Anastacio Somoza, Haití con François Duvalier, República Dominicana con Rafael Leónidas Trujillo y Cuba con Fulgencio Batista, derrotado en lucha armada por organizaciones “revolucionarias”, lideradas por el movimiento de Fidel Castro.

La imposición del comunismo en Cuba provocó un vuelco radical en el papel del marxismo en Latinoamérica, que hasta ese momento se limitaba a mantener los partidos de corte comunista en casi todos los países del área. Como el triunfo comunista en la isla había sido precedido por una lucha armada apoyada mayoritariamente por la sociedad civil cubana, Fidel Castro hizo una lectura equivocada del papel del marxismo en su propia lucha, impulsando, financiando y entrenando en Cuba a simpatizantes comunistas latinoamericanos para el uso de las armas y explosivos exportando e imponiendo la guerra de guerrillas en toda la América Latina.

Esta guerra impuesta a casi toda Sud y Centroamérica por los cubanos, tenía como hipótesis equivocada que “los pueblos de la América Latina” apoyarían la lucha armada para implantar una dictadura comunista en cada uno de sus países. El más emblemático ejemplo del error elemental cometido entonces fue la pretensión que el “Ché” Guevara fuera el jefe de la guerrilla boliviana, siendo un extranjero llegado al país con tropas cubanas, aspecto cuestionado de plano por los comunistas bolivianos, que de esa manera rechazaron semejante pretensión.

Los comunistas cubanos explican hoy que la imposición de la guerra de guerrillas en toda América Latina se debió a un acto de “defensa” contra Estados Unidos, que hacía esfuerzos legales y encubiertos por derrocar al gobierno comunista de la isla, apoyando la lucha de los cientos de miles de demócratas cubanos que se levantaron en armas contra el comunismo dentro de Cuba, esfuerzo que costó la vida a más de 9 mil patriotas fusilados y a algo como 400 mil jóvenes cubanos que pasaron largos años en la cárceles castristas. El argumento utilizado por Castro para justificar la guerra de guerrillas que impuso a toda Latinoamérica, es la misma que esgrime hoy para reprimir a la inerme la sociedad civil cubana que continúa en rebelión.

La falsedad del argumento castrista se pone de relieve al constatarse que en los primeros meses de la asunción de Castro al poder --cuando todavía prometía elecciones libres y un gobierno democrático-- mucho antes de declarase comunista, envió a República Dominicana tropas cubanas lideradas por el comandante del 26 de Julio, Delio Gómez Ochoa, para tratar de derrocar a Trujillo. Pocos meses después envió otro contingente de tropas cubanas nada menos que a Panamá, para “liberar al pueblo del yugo de los Estados Unidos”. Todo durante el primer año de su acceso al poder en 1959, sin que todavía hubiera enemistad pública con EUA.

Historiadores discuten todavía si la proliferación de dictaduras militares en diversos países Latinoamericanos fue causada por la imposición guerrillera comunista de los años 60 y 70 del siglo pasado. En Brasil, país que conozco directamente, puede afirmarse que la dictadura militar brasileña fue un producto de la infiltración comunista cubana, tanto en el gobierno de João Goulart, como en el período posterior de dictadura militar. Se sabe del entrenamiento y financiamiento por parte de Cuba de los movimientos guerrilleros (urbanos y rurales) marxistas brasileños, fueron intentos reales de imponer en el país un régimen comunista de corte cubano.

De la misma forma que la tropas cubanas que invadieron Bolivia con “Ché” Guevara al frente fueron derrotadas y aniquiladas por el ejército boliviano, similar suerte corrieron las guerrillas a lo largo y ancho de Sudamérica. En Argentina, Chile, Uruguay, Perú, Brasil y Venezuela (en Colombia todavía continúan, como un mal ejemplo de una época pasada) así como en la mayoría de los países Centroamericanos y del Caribe, con la excepción de Nicaragua, en el cual las tropas cubanas obtuvieron el triunfo contra el ejército del dictador Anastasio Somoza.

Las principales razones esgrimidas por los comunistas latinoamericanos --formados en Cuba-- para justificar la necesidad de llevar sus países a una guerra civil fueron:

1)     Cada país estaba subordinado a un país extranjero, básicamente Estados Unidos, y esa subordinación implicaba en pérdida de soberanía y dependencia foránea inaceptable;

2)     El sistema capitalista era el causante de la explotación de los trabajadores por lo que había que estatizar todas las empresas para lograr la “justicia social”;

3)     Los políticos “capitalistas” eran fundamentalmente corruptos y sólo los políticos comunistas podrían establecer la “ética en la política” por su honestidad y compromiso.

Derrotado Fidel Castro militarmente en toda Latinoamérica y conjurado el peligro comunista de tomar por las armas a los países latinoamericanos, se siguió en la región una política con dos resultados. Por un lado, los países de América Latina pusieron en marcha procesos democráticos que suplantaron las dictaduras militares, y por otro lado, los comunistas cubanos crearon un mecanismo de tomar el poder político con sus incondicionales locales, usando las elecciones democráticas como camino de implantar su ideología. La táctica era asumir la presidencia del país por elecciones financiadas desde la Habana y una vez en el poder, hacer un cambio en la Constitución que permitiría a la cúpula gobernante perpetuarse en el poder.

Semejante mecanismo se inauguró en la isla de Granada, donde un movimiento (de la Nueva Joya, comunista) logró ganar las elecciones presidenciales y asegurar las riendas del poder político para ejecutar un plan de medio y largo plazo e instaurar una dictadura comunista. A continuación fue Venezuela, con el primer triunfo electoral de Hugo Chávez, que ha conseguido perpetuarse en el poder. Acto seguido fue Bolivia, quien eligió a Evo Morales, que inició junto a Chávez el camino de la eternización. Posteriormente fue Ecuador, al elegir a Rafael Correa y finalmente, la reasunción de Daniel Ortega en la Nicaragua inicialmente gobernada por él.

En paralelo con esta nueva forma de implantar sociedades marxistas a largo plazo y sin guerras civiles, otros países latinoamericanos también eligieron gobiernos de izquierdas, pero sin la dependencia ni el financiamiento de Cuba, aspecto que los convirtió en una especie de “izquierda light” o izquierda no marxista. Fue el caso de Michele Bachelet en Chile, de Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, de José Mujica en Uruguay, de Cristina Kirchener en Argentina, de Mauricio Funes en El Salvador y de Ollanta Humala en Perú. Todos estos presidentes no marxistas, disfrutaron del prestigio de haberse posicionado contra las dictaduras militares de los años 60 y 70, algunos como luchadores, otros como simples opositores.

De manera que Latinoamérica está compuesta actualmente por gobiernos de izquierdas mayoritariamente, lo que hace más fácil la situación de reconocimiento del régimen cubano por parte de la comunidad latinoamericana, aunque no respalde totalmente el régimen dictatorial cubano y sus excesos contra la oposición. Como se ha dicho, en realidad en América Latina hay dos tipos de izquierdas en el poder: la izquierda “carnívora”, liderada por la Cuba castrista y compuesta por los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua y la izquierda “democrática” compuesta por los gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay, Perú y El Salvador.

En estas condiciones, con las dos izquierdas en el poder, es posible realizar un análisis comparativo de los resultados de ambas izquierdas, así como los “logros” de la izquierda carnívora fidelo-chavista, puestos frente a los postulados marxistas originales, que costaron (y todavía cuestan, especialmente en Colombia) tanta sangre de latinoamericanos inocentes.

Así, se constata que Venezuela, por ejemplo, ha implantado un régimen marxista para empobrecer a su población, que mayoritariamente no disfruta de viviendas adecuadas, que no tiene abastecimiento de alimentos como lo había antes de Chávez; que vive un estado de falta de libertad de prensa, y sobre todo, que es dirigido minuciosamente por un estado extranjero, Cuba. ¿Para qué entonces criticar un estado de cosas e implantar otro similar o incluso, peor?

Un análisis somero y rápido indica que Ecuador, por ejemplo, vive un estado de persecución contra los representantes de la prensa libre; en Bolivia, la discriminación y la exclusión de los indios no ha tenido la atención que debería con un presidente indio; en Nicaragua, no quieren callar las profusas denuncias contra la corrupción de las esferas oficiales. ¿Fue para esos malos ejemplos que se derramaron ríos de sangre en la guerra de guerrillas de Latinoamérica?

Pero también en países de la izquierda “light”, como la de Brasil por ejemplo, se encuentran ejemplos que siempre fueron criticados a “la derecha”: los antiguos guerrilleros brasileños --en el poder actualmente-- ocupantes de altos cargos en el gobierno de Lula da Silva para, según ellos, “construir un país decente”, montaron desde el poder un sofisticado esquema de corrupción para comprar con dinero público robado el apoyo de los parlamentares opositores.

¿Cómo? --por ejemplo-- después de Venezuela haber ejecutado recientemente las más grave de las violaciones de la Constitución, al permitir un gobierno anti-constitucional continuar ejerciendo ilegalmente, encuentra “comprensión” en el resto de una Latinoamérica izquierdista, enferma y temerosa de las reacciones de la izquierda carnívora liderada por los hermanos Castro y por la “chequera” de Chávez. ¡Esas no fueron las promesas de la izquierda! Entonces, la decepción con la izquierda está relacionada con las razones iniciales expuestas:

1)     Ya ninguno de los países de la región depende de Estados Unidos, pero ahora dependen de Cuba, sobre todo aquellos países que conforman la izquierda carnívora, o dependen de la Venezuela de Chávez, que cobra bien caro la “ayuda solidaria”;

2)     Todos los países de la izquierda latinoamericana --carnívora o no-- abrazaron el capitalismo como la manera de “no morir de hambre”, como la Cuba de Raúl Castro, dejando el marxismo, esencialmente económico, en el “basurero de la historia”;

3)     La corrupción, que según los marxistas era “potestativa del capitalismo” ha calado fuerte en todos los países de la izquierda latinoamericana, sino que lo diga el hermano corrupto del presidente de Ecuador; pregúntenle a la hijastra de Daniel Ortega; a los ministros de Evo Morales; a los militares narcotraficantes venezolanos; al primer ministro de Lula da Silva en Brasil; a los incontables casos de corrupción en la propia Cuba. Todo seguido de un largo etcétera… con denuncias contra la presidenta de Argentina.

Así, se constata en Latinoamérica que todo el juego marxista ha sido un simple “quítate tú para ponerme yo”, empeorado. Desde la Cuba destrozada por los hermanos Castro --con el 25% de lo mejor de su población exiliada-- pasando por la Venezuela sin comida de Hugo Chávez, la corrupta sociedad nicaragüense creada por Daniel Ortega, la Bolivia de Evo Morales con su continúa confiscación de bienes productivos y un Ecuador sin la prensa libre que merece.

¿Es ese el cumplimiento de la promesa marxista, que impuso una sangrienta guerra civil en Latinoamérica y que llega después al poder con un capitalismo salvaje y una mayor corrupción?

Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Lunes, 21 de Enero de 2013 15:55
 
¿QUIEN MATO A HUGO CHAVEZ? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 17 de Enero de 2013 23:43

Por Huber Matos Araluce.-

 

Fidel Castro es “experto en todas las cosas de este mundo y del otro también”. Hugo Chávez en el Foro de Sao Paulo, julio de 2012

El extremo secreto  sobre la enfermedad de Hugo Chávez  ha sido defendido como una cuestión de seguridad nacional.  Aun en la situación actual el pueblo venezolano desconoce la verdad sobre la salud de Chávez.   Mucho menos tiene idea de la historia de cómo se descubrió su  cáncer y cuáles fueron los procedimientos que se le aplicaron.

 

El secreto se ha guardado celosamente porque Hugo Chávez pudo haber salvado su vida si se hubiera puesto en manos de adecuados  especialistas médicos, capaces de lograr un diagnóstico correcto de su afección.   Chávez cometió el error de ponerse en manos de Fidel Castro. En más de una oportunidad Chávez lo admitió.  Castro es famoso por creer que tiene amplios conocimientos de medicina.  El fue quien supervisó el tratamiento de Chávez. (Ver declaraciones oficiales en El Universal).

 

En los hombres de la edad de Chávez la descripción de sus dolores (hecha antes de llegar a La Habana) y como él los aliviaba acostándose en el suelo debían haber despertado sospechas a cualquier experto en la materia de que podía tratarse de síntomas de un cáncer conocido como Rabdomiosarcoma del musculo psoas iliaco.  Un musculo de la pared posterior abdominal que va desde la región lumbar hasta la pelvis.  En el curso de su trayecto, el psoas iliaco se relaciona con importantes órganos: diafragma, riñones, uréteres, vasos renales, colon, ciego,vejiga, arterias y venas ilíacas primitivas, y arterias y venas ilíacas internas.

Cuando Chávez llegó a Cuba en junio de 2011 y le detectaron una “tumoración", se le debió haber hecho una biopsia por aspiración  para descartar la posibilidad de un cáncer y proceder con el tratamiento adecuado. Este tipo de tumor debe ser tratado en centros de referencia establecidos y haberse puesto en manos de especialistas en este tipo de cáncer en Brasil o en los Estados Unidos.

 

En su lugar cometieron el error de drenarle el  tumor pensando que era producto de una infección.  A alguien se le ocurrió hacer un estudio posterior y descubrieron células cancerosas. Entonces en forma apresurada se llevó a cabo  una nueva operación, cuando lo correcto debió haber sido hacer una análisis cuidadoso de las alternativas a seguir.  Ambos procedimientos parecen haber exacerbado el crecimiento del cáncer.

 

El tratamiento con quimioterapia y radiación  a que fue sometido Hugo Chávez tuvo terribles consecuencias pues le destrozaron las pocas defensas que tenía. Por esta razón le aplicaron corticoides para levantárselas.  La consecuencia visible de este tratamiento fue la inflamación que no podía esconderse.

 

Hugo Chávez descartó los ofrecimientos que le hicieron países amigos.   Continúo viajando a Cuba y confiando en Fidel Castro.  Después de los procedimientos iniciales, fueron  Cuba a tratarlo expertos de otros lugares, pero ya era demasiado tarde.

 

Nota. Antes de que Hugo Chávez llegara a Cuba relató públicamente los dolores que padecía y que se aliviaba acostándose en el suelo.  Un medico amigo me alertó: “esto puede ser un cáncer”.  Luego fue indicándome los errores cometidos en el tratamiento.  Lo expuesto aquí es testimonio fiel de lo que me iba explicando durante la enfermedad.  Huber Matos Araluce (Patria Pueblo y Libertad)

 

 
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