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Artigos: Cuba
Cuba rumbo a la democracia PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 28 de Septiembre de 2013 12:17

Por Pedro Corzo.-

La oposición a los hermanos Castro siempre ha tenido como meta el cambio político, un objetivo valido y trascendental, para cualquier persona o entidad que  está  a favor de construir una sociedad que  respete los derechos ciudadanos, pero quizás hubiera sido más efectivo haber logrado vincular esa gestión a un trabajo comunitario intenso que expusiera en toda su crudeza los abusos sociales y económicos que la dictadura cargó a la ciudadanía.

"Si no luchas ten al menos la decencia de respetar a quienes sí lo hacen”

José Martí

Pero la realidad es que las fuerzas políticas que se opusieron al totalitarismo nunca tuvieron oportunidad de asociar sus propuestas de cambio con las necesidades de la población,  porque el régimen estableció un control absoluto sobre los gremios, colegios profesionales y sindicatos, aún más, creó nuevas organizaciones que como correas de transmisión,  hicieron posible que las disposiciones gubernamentales llegaran hasta el último rincón de la isla.

Las grandes limitaciones con las que ha operado la oposición por décadas  le han impedido desarrollar junto a la lucha política,  una paralela que tuviera como meta denunciar y concientizar a la ciudadanía sobre los derechos sociales y económicos que les eran violentados.

El gobierno con zanahoria y garrote sedujo a un amplio sector de la población. La gente perdió la conciencia de sus derechos y con los años y las inagotables cosechas de fracasos que sumían cada día más en la miseria al individuo, se fue desarrollando una masa indiferente en todo lo que no fuera satisfacer sus propios intereses.

Una vanguardia que nunca dejó de estar, pero que se hizo pública cuando fue oportuno, apartó en alguna medida el cambio de régimen de sus objetivos primarios, y se abocó a una campaña a favor de los derechos humanos, pero con valoración política.

Posteriormente los objetivos de esa avanzada fueron evolucionando y progresando para constituir  grupos especializados que tenían objetivos más definidos y concretos, como fue la constitución del periodismo y el sindicalismo independiente entre otras vertientes,  actividades que no impidieron que se gestaran agrupaciones estrictamente políticas de carácter contestario que proclamaban el objetivo de cambiar el régimen.

Estas actividades fueron reprimidas, y a pesar de las protestas y el descontento creciente entre antiguos partidarios, el régimen mantuvo el control  de todas las entidades de la sociedad civil.

La incapacidad del gobierno para encontrar soluciones a las demandas naturales de una sociedad moderna, le paralizaba todavía más, la improductividad y corrupción azotó el país. El desencanto cundió, la oposición creció, y la represión se incrementó.

Si el fin de la Unión Soviética fue un severo golpe para la dictadura en el aspecto económico,  también lo fue para la imagen pública de la nomenclatura que no cesó de afirmar durante décadas que el futuro del mundo era del socialismo.

Este porrazo afectó negativamente a un sector de la clase dirigente cubana. La fe de muchos de los conversos se quebró cuando vieron a las repúblicas soviéticas caer por ineficiencia e incapacidad, pero aunque las contradicciones internas se multiplicaron, hasta ahora no han sido suficientes como para afectar el control que ejerce la nomenclatura sobre el país.

El periodo especial precisó a la dictadura a replantearse algunas de sus tácticas de gobierno, entre ellas la legalización del dólar y el trabajo por cuenta propia, que fueron en cierta medida el acicate para enterrar al régimen en un círculo vicioso de obligadas reformas que demandan constantes reajustes que afectan su control sobre la sociedad civil.

La falta de voluntad de los gobernantes para introducir cambios estructurales ha hecho que los fracasos se acumulen junto a una espiral ascendente de ineficiencia y corrupción, lacras que  hacen cada vez más inviable la dictadura, determinaron nuevas reformas como fueron el cambio de relaciones con la iglesia, una reforma migratoria, reajustes en la represión,  y flexibilización de algunas de las regulaciones que habían limitado el hacer individual por décadas.

Todas estas disposiciones han dejado fisuras en el control del estado sobre la sociedad,  grietas que algunos sectores de la oposición han ido ocupando paulatinamente,  lo que ha hecho posible una  aproximación e identificación  entre los que ya tienen conciencia ciudadana, la oposición, y los que están asumiendo, aunque sea lentamente, conocimiento de sus derechos.

Una de las tareas que ya cumple la oposición ha sido ir identificando los problemas del ciudadano con la ineficiencia y el abuso de poder de los gobernantes, a la vez que los asocia con la falta de derechos políticos.

El camino de las reivindicaciones sociales, individuales y colectivas, es una de las rutas por las que se asfixiará a la dictadura, en consecuencia, la oposición tiene la posibilidad de vincular las necesidades generales de la sociedad y las demandas ciudadanas, a su objetivo de llevar la democracia a Cuba.

Última actualización el Sábado, 28 de Septiembre de 2013 12:24
 
EL GOBIERNO CUBANO Y LA TRANSICIÓN PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 25 de Septiembre de 2013 12:13

Por Marzo Fernández-

El gobierno cubano, y de eso no hay dudas, continua trabajando de forma muy sistemática en el cumplimiento de ""la ruta crítica" que ellos mismo se  han trazado para una " Transición Pacifica " que les permitiera continuar ejerciendo el Poder, aun sin la presencia de los hnos. Castro.

En cuanto al Gobierno, ya se tomó la decisión más difícil, el nombramiento como sucesor oficial de Miguel Díaz Canel, un hombre de extrema confianza, formado por ellos mismos, de lealtad probada, con carisma y una sólida formación cultural. A partir de este nombramiento, prácticamente todas las decisiones gubernamentales, están siendo aprobadas por Díaz Canel, y lo más importante, los nuevos nombramientos para los principales cargos de dirección corresponden a su decisión. En la vida cotidiana, ya está ejerciendo su cargo a plenitud total. En la práctica, Raúl se encuentra muy limitado, debido a su edad y estado de salud. Se ha convertido en un observador, de la realidad cubana, aunque mantiene al igual que Fidel, la capacidad del veto.

En la economía, falta poco por hacer. Las empresas estatales, vienen siendo "saneadas" con el despido de más de 500 mil trabajadores. Como es habitual la "ineficiencia" ha sido privatizada. Las empresas estales, en particular las más rentables y las generadoras de divisas, ya están en manos de la nomenclatura, en especial los muchachos del II Frente, la principal base de apoyo de Raúl.

La historia de la "Piñata sandinista" y de la desaparición de la extinta URSS, tienen planeado repetirla. Esperan que emerjan, como los hombres más ricos de Cuba, los actuales dirigentes. El yerno Luis Alberto Rodriguez López–Callejas desde hace algún tiempo, mantiene un absoluto control, sobre la inversión faraónica, del Puerto del Mariel, vinculada estratégicamente a la Ampliación del Canal Panamá y sobre todo al incremento en desarrollo de las 2 principales economías del área BRASIL-USA. Como si fuera poco, ejerce un control total, sobre la actividad turística y la corporación de corte capitalista CIMEX. El yerno es el poder real, en el control de la economía cubana.

En el orden político, hay que reconocer que las fuerzas armadas y los aparatos represivos, se mantienen leales y sin fisuras. Son la garantía de la transición, mantienen el control total sobre la población. Basados en los principios establecidos por Fidel, “QUE LA CALLE ES DE LOS REVOLUCIONARIOS” reprimen con brutalidad sin límites, cualquier tipo de manifestación callejera. No tienen compasión, ni con mujeres ni niños.

La oposición diseñada y controlada por ellos mismos, sobre la base del PACIFISMO y opuesta a cualquier hecho armado o de violencia, está condenada al maltrato, y cuando cruza los límites a una cruel prisión o la muerte como el caso de Payá. Y lo más importante es mantenerlos divididos. En estas actividades, hay que reconocer que son eficientes. Siempre lo digo, y repito,  lo único que en Cuba es científico es la Represión.

En la triste realidad, la única organización (no gubernamental) con capacidad de convocatoria, guste o no es LA IGLESIA. La Iglesia, es la única institución, fuera del aparato estatal, que tiene una presencia activa en todas las regiones del País, aún las regiones donde no llega el estado, son atendidas por un cura.

Sin olvidar, que su membresía (los curas) está formada, por hombres con una sólida formación cultural, politica e ideológica. No improvisan y mantienen una férrea estructura de lealtad y sumisión. Son impenetrables. Además cuenta con un soporte internacional, muy poderoso. Hay que recordar siempre, que la historia de la Iglesia, es la historia de la humanidad. Han sobrevivido a todos los regímenes sociales y políticos. Además cuentan con los Servicios de Inteligencia más eficientes del mundo. Todos van a confesarse a sus instalaciones, las mujeres y en especial "las esposas de los dirigentes" que gozan del bienestar terrenal, acuden a buscar el bienestar divino en la otra vida. Los curas lo saben todo, absolutamente todo.

Hay que tener siempre presente que  Fidel Castro fue formado por los Jesuitas. Cuando envía los médicos a las zonas más remotas del mundo, él está convencido que está evangelizando  y regando el comunismo en las zonas más atrasadas, y sumando nuevos adeptos. Los médicos son sus misioneros.

En la transición, que en varias oportunidades ha sido analizada entre Raúl y el Cardenal Ortega (tengan presente que la única oposición que reconocen los comunistas, es la Iglesia, el resto de los opositores no tiene representación) tienen previsto darle a la Iglesia  espacios en la prensa y en los medios de comunicación y alguno que otro día festivo para conmemoraciones religiosas. Hasta ahí.

Mientras tanto, nos mantenemos a la defensiva. Tenemos que ser capaces de pasar a la ofensiva. Lo más importante es lograr, lo que parece una "misión imposible": la unidad de todos los cubanos, que luchamos contra los comunistas, aquí y allá, y de elegir entre nosotros una figura presidenciable, como contrapartida a la propuesta de los comunistas.

Tomado de NUEVO ACCIÓN

 
Médicos Cubanos en Brasil: Ciudadanos de Segunda PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 24 de Septiembre de 2013 08:20

Por Jorge Hernández Fonseca.-

¿No es este “bloqueo” del salario de los médicos cubanos algo similar que el famoso “bloqueo americano”? ¿En qué parte de este convenio 'leonino' está la “justicia social” o incluso “la lucha contra la explotación capitalista”? ¿Es esta explotación --esta discriminación-- lo que quiere el gobierno de Brasil para con sus ciudadanos?


Médicos Cubanos en Brasil: Ciudadanos de Segunda

Jorge Hernández Fonseca

13 de Septiembre de 2013

Los exiliados cubanos que vivimos en Brasil estamos viviendo una situación “sui generis”: por un lado, enfrentamos el trauma de ver como nuestros compatriotas médicos residentes en la isla --enviados al Brasil para trabajar en zonas apartadas junto a colegas de otras nacionalidades en el plan “Más Médicos”-- son tratados como “ciudadanos de segunda”. Todo porque hay una orden de la dictadura castrista –aceptada por el gobierno izquierdista del Gigante Sudamericano-- que los despoja de prácticamente todos sus derechos (no pueden traer su familia, no pueden contratarse directamente, no pueden moverse del lugar asignado, no pueden ganar el salario previsto…) muy diferente al trato que se brinda al resto de sus colegas brasileños y de terceros países.

Esta situación de “apartheit” con los médicos cubanos, muy debatida por la prensa, el Congreso y la opinión pública brasileña (el ciudadano medio la entiende como “trabajo esclavo”) ha evidenciado ante la sociedad del Coloso Sudamericano el verdadero trato que la “revolución cubana” da a sus nacionales. Como nadie en Brasil quiere creer que los médicos cubanos solamente recibirán 200-300 dólares por mes –de los 4 mil 400 dólares mensuales que el gobierno brasileño pagará a la dictadura cubana-- existe un despertar de la opinión pública local hacia la explotación inhumana existente dentro de Cuba.

Cuando las autoridades brasileñas se ven obligadas a admitir que un médico cubano recibe un salario mensual de 30 dólares por mes en la isla, algo del velo castrista cae y queda desnuda la verdadera cara de una dictadura discriminatoria hacia lo mejor de su pueblo. Si el trauma de los cubanos que residimos en Brasil es doloroso al contemplar tanta explotación, la consternación de los brasileños no es menor, incluso la de los “izquierdistas”.

¿Es esta explotación --esta discriminación-- lo que quiere el gobierno de Brasil para con sus ciudadanos? Si no fuera así, ¿por qué acepta tratar a los médicos cubanos discriminándolos, financiando con más de 17 millones de dólares mensuales a los hermanos Castro mientras a cada médico cubano le paga una limosna de 300 dólares mensuales? ¿En qué parte de este convenio 'leonino' está la “justicia social” o incluso “la lucha contra la explotación capitalista”? ¿Cómo puede el gobierno de un país abierto, demócrata como Brasil, que contrata médicos de varios países, discriminar inhumanamente al noble y sufrido pueblo cubano? ¿No es este “bloqueo” del salario de los médicos cubanos peor que el famoso “bloqueo americano”?

Las anteriores interrogantes nos llevan a concluir que hay factores ocultos por detrás de los hechos. La presencia en Brasil de los médicos cubanos para trabajar en el interior de la geografía brasileña, además de tener la ventaja (electoralista para el gobierno) de ofrecer ayuda médica a poblados apartados, tiene ciertamente el objetivo de colocar “cabos electorales” en zonas remotas, que harían propaganda para la reelección del actual gobierno, acosado por protestas callejeras y que el año próximo --cuando Castro completará los 4 mil médicos comprometidos-- enfrentará elecciones presidenciales de difícil pronóstico actualmente. En paralelo --como parte de la estrategia-- el gobierno izquierdista de Brasil financiaría así la represión dentro de Cuba, tirando el salario de los médicos y entregándoselo casi íntegro a los hermanos Castro.

Sin embargo, este trato discriminatorio que el gobierno brasileño da a sus “promotores electorales”, podría convertirse en un arma de doble filo. Si bien los cubanos harán propaganda en favor de la izquierda local, su propia presencia --ganando una fracción insignificante del salario (la parte mayor irá a los bolsillos de sus amos en Cuba)-- se constituirá en otra propaganda negativa, efectiva y poderosa contra aquellos que explotan de manera inhumana unos profesionales sacrificados pero cautivos.

Es difícil afirmar que el plan del gobierno brasileño con los médicos no es para beneficiar poblaciones carentes. Sin embargo, los razonamientos anteriores, las respuestas a medias y la falta de explicaciones convincentes sobre las interrogantes formuladas, conducen al sendero ‘electoralista’ de la reelección de la actual mandataria, sumado a la estrategia del gobierno actual para financiar el desastre castrista en la isla. Las autoridades brasileñas pagan 4.400 dólares por mes a cada médico dentro del plan “Más Médicos” para interiorizar la salud pública con unos pocos médicos brasileños y con un puñado de médicos extranjeros. En el caso de los 4 mil médicos cubanos, mayoría dentro del plan, se le suma a su tarea médica la labor electoralista, más el apoyo gubernamental izquierdista para que no reciban el pago que merecen, con el único objetivo de financiar la dictadura con el salario de los galenos.

El gobierno brasileño es de continuidad de un gobierno anterior de 8 largos años, también amigo de Castro, pero nunca antes mostró interés en los médicos cubanos; ¿por qué ahora, a menos un año de las elecciones presidenciales y estando Cuba en crisis económica, se organiza un plan de este tipo sin discutirlo previamente con la sociedad brasileña, ni siquiera con las asociaciones médicas del país?

Toda esta historia “mal contada” se explica cuando sabemos que el gobierno de Brasil quiere sustituir Venezuela como financiador de la dictadura castrista, mientras ésta le ayuda a mantenerse en el poder ganado las próximas elecciones con la ayuda de los médicos cubanos.

Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com

 
Cuba y Venezuela juntas contra el despotismo PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 22 de Septiembre de 2013 11:20

Por Pedro Corzo.-

Venezolanos y cubanos siempre han sido aliados en la lucha por la libertad, así que saludamos las palabras de solidaridad  del presidente electo de los demócratas venezolanos, Henrique Capriles Radonski, quien manifestó su voluntad de ayudar a los isleños a  recuperar los derechos que les ha conculcado el castrismo.

No obstante no se pueden obviar  partes de sus declaraciones, en particular cuando dijo que Venezuela no era Cuba, lo que permite decir, a quienes buscan pescar en ríos revueltos que  Capriles no valora como corresponde, la lucha de más de cinco décadas por la libertad  de un sector del pueblo cubano, por lo que es prudente, hacer un poco de historia.

Cierto que Venezuela no es Cuba, pero no porque ambos  pueblos se hayan comportado de manera diferente en la lucha por sus derechos.

Los que asumieron el compromiso de batallar por sus convicciones tanto en un país como en el otro, hacen lo que se ajusta a sus valores y principios, aunque lamentablemente,  las consecuencias de un empeño no siempre se corresponden con los esfuerzos y sacrificios de los involucrados.

Muchos son los factores que determinan un resultado y no por eso tienen menos importancia los bríos de quienes combaten por sus convicciones.

El escenario socio cultural y político en el que se implantó el castrismo en Cuba, 1959,  difería  completamente del que le correspondió a Hugo Chávez, 1998, cuando empezó a implementar una autocracia fundamentada en una dictadura institucional.

En Cuba se estableció un régimen totalitario que eliminó los partidos políticos. La prensa fue intervenida y expropiada. Se confiscaron los bienes masivamente, desde una fábrica de azúcar a una barbería.  La economía pasó al control absoluto del estado.

La sociedad cubana perdió su independencia.  Desaparecieron los colegios profesionales y sindicatos. Hasta hace unos meses viajar y pronunciarse contra el régimen sin consecuencias era imposible. Dar un acto político en el exterior y después regresar al país,  era un sueño inalcanzable.

A los diez años de la dictadura de los hermanos Castro, habían perecido en combate o ante el paredón de fusilamientos cerca de 5, 000 hombres y las cárceles estaban abarrotadas, al extremo que a finales de la década del 60 y principios de los 70, se calcula que había aproximadamente 75,000 prisioneros políticos.

Aun así, a pesar de más de cinco décadas,  en Cuba no ha desaparecido la  resistencia y en las cárceles nunca han faltado presos políticos.

Por otra parte los años de exilio no ha apagado el patriotismo de muchos cubanos. Si miramos la historia, es difícil encontrar otro núcleo de exiliados  en el   mundo, que haya mantenido el compromiso de seguir defendiendo sus valores y nacionalidad por más de cincuenta años.

Los demócratas de Venezuela encontraron refugio en la isla cuando la dictadura de Marcos Perez Jiménez,  y Don Rómulo Betancourt, insigne venezolano,  fue el aliado más firme de los cubanos en la lucha contra el castrismo.

A finales de los 70 y los 80 miles de cubanos encontramos  en Venezuela refugio. Fuimos acogidos solidariamente. Trabajamos e hicimos una vida nueva, sin imaginar que años más tarde miles y miles de venezolanos tendrían que salir de su tierra porque un régimen que tenía como objetivo el “mar de la felicidad de Cuba”, los obligó a abandonar el país.

De catorce años a la fecha la alianza se ha reforzado, como consecuencia de que el despotismo chavista se asoció con el totalitarismo castrista. Cuba ha facilitado  a la autocracia venezolana  su conocimiento sobre actividades  represivas y control social, mientras Venezuela subsidia al gobierno de los Castro.

El reencuentro en tierras estadounidense de cubanos y venezolanos es fructífero. Exiliados de ambas nacionalidades llevan trabajando juntos muchos años para llevar a sus respectivos países la democracia, algo que todos, incluidos los más encumbrados líderes  de cual quiera de las partes, deberían tener presente.

Un dirigente político de la talla de Henrique Capriles es consciente de los peligros de la manipulación y que en realidad lo que hace la diferencia es como los déspotas usan los recursos del poder, porque venezolanos y cubanos nunca dejaran de luchar por sus derechos.

Henrique Capriles es un experimentado político y conoce que el populismo no se vence con más populismo. Que son necesarias propuestas firmes y claras, que no  se puede prometer el paraíso porque no está a  nuestro alcance, y que el discurso del contrario no debe determinar el propio.

Ojala la democracia llegue pronto a Cuba y Venezuela y que jamás en ninguno de los dos países se  vuelvan a violar los derechos de sus ciudadanos, y para eso es preciso conservar la memoria y no elegir,  nunca más, a déspotas como Hugo Chávez o canonizar a verdugos como Fidel Castro.

Última actualización el Domingo, 22 de Septiembre de 2013 11:25
 
Cuestión de Tiempo PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 21 de Septiembre de 2013 09:16

Por Raúl Rivero.-

Fernando Pimentel, el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio es uno de los cuadros más imaginativos de la izquierda de aquella nación o un tipo honesto con el valor de decir que las inversiones que hace su país en Cuba no tienen nada que ver con la publicitada solidaridad con un pueblo que vive en la miseria. Para él, la Isla está en fase de transición hacia una economía de mercado y cuando eso suceda Brasil se beneficiará por el apoyo que le ofrece ahora al Gobierno.

Lo explicó esta semana en la Cámara. El compañero de viaje y hombre de confianza de Dilma Rousseff cree que la dictadura hará el cambio en el momento en que el gobierno de Estados Unidos levante el embargo comercial. Cuando eso ocurra, dijo, cada crédito que ofrecemos significará exportación de servicios brasileños. Mucha imaginación y previsión. Llegar antes a las ruinas. Como se dice por allá, de esos Marcos Pérez hay muchos en Buena Vista.

Para los personajes que piensan así los cubanos no existen. Son una cifra que tendrá valor nada más que en ese porvenir. Su sensibilidad de demócratas y defensores de los pobres está congelada en la retórica de los discursos de sus partidos políticos donde la palabra trabajadores sirve para florear las siglas.

Los 11 millones de hombres y mujeres que viven en Cuba son sombras sin ilusiones ni temperaturas. La izquierda latinoamericana solo mira y atiende al Gobierno. Ellos piensan a largo plazo y en el fruto de sus inversiones con los amigos en el poder. Ni un minuto para el día de hoy y, por ejemplo, para la dama de blanco Sonia Garro, en prisión desde marzo de 2012 y a quien la fiscalía le pide ahora 10 años de cárcel. Y 14 para su esposo, el opositor Ramón Muñoz.

No hay un gesto para el drama cotidiano de la represión y las golpizas. Indiferencia y cambio de luces ante la escasez y las necesidades de la población porque nada de eso sale en los medios triunfalistas del régimen. Como tampoco publican los complicados sueños del ministro Pimentel que aspira a recuperar las inversiones de su país y a ganar dinero cuando se implante en Cuba la economía de mercado. "Eso es cuestión de tiempo", aseguró.

Pero la fecha, según el ministro, la marca el imperialismo.

Tomado del DIARIO DE CUBA

 
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