Por primera vez desde la difusión del informe, el organismo visitará la planta de Fordo el próximo 28 de enero. El complejo comenzará a funcionar en febrero. Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido se mantienen alertas

Los especialistas internacionales visitarán la segunda planta del país para enriquecimiento de uranio en Fordo, al tiempo que medios diversos hablan del creciente temor estadounidense de que Israel lance un ataque sorpresivo contra Irán.

Según "The Wall Street Journal", el presidente estadounidense Barack Obama, el secretario de Defensa, Leon Panetta, y otros representantes gubernamentales de alto rango emitieron advertencias a la cúpula israelí sobre las consecuencias de un eventual ataque militar.

La tensión se suma a los crecientes intentos por parte de Estados Unidos y Europa por presionar a Irán con nuevas sanciones contra su industria del petróleo, vía por la que se pretende hacer desistir al país persa de su programa nuclear.

La visita de los expertos del OIEA era esperada. De su informe podría depender si se retoman las conversaciones internacionales sobre el programa atómico iraní.

La propia cúpula de Irán se pronunció este viernes a favor de retomar las negociaciones en Turquía, donde ya tuvieron lugar las conversaciones hace un año pero fueron pospuestas ante la falta de avances.

En la planta de Fordo, mantenida durante mucho tiempo en secreto, unos 160 kilómetros al sur de Irán, se enriquecerá uranio en un 20 %. Los iraníes comenzarán a operar la planta en febrero.

En el Consejo de Seguridad de la ONU, los representantes de Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido subrayaron que con este emprendimiento Irán actúa en contra de resoluciones del Consejo y del OIEA.

La visita de los inspectores será de aproximadamente un mes, según informó el vocero de Exteriores iraní Ramin Mehmanparast, que aseguró que su país no abandonará sus objetivos en este campo. "Irán continuará ejerciendo sus derechos en materia nuclear y no hará ningún tipo de concesiones en este sentido", aseguró.

En medio de las fuertes tensiones con Estados Unidos por el posible cierre del estrecho de Ormuz, vía crucial en el tráfico de petróleo, la potencia norteamericana, según "The Wall Street Journal", tomó medidas para proteger su presencia en Cercano Oriente por si se produce una agudización de la situación militar.

En Israel, que se considera amenazada por una posible bomba atómica iraní, hace meses que se lleva adelante un debate sobre los argumentos a favor y en contra de iniciar una operación militar contra las instalaciones nucleares del Estado islámico.