La ex presidente chilena abandonó el silencio autoimpuesto en temas de la situación local y reclamó cambios en el sistema electoral y tributario. Lo hizo tras reunirse con el actual mandatario, Sebastián Piñera

Bachelet y Piñera se reunieron este martes para dialogar sobre posibles políticas y economía, en el marco de una serie de encuentros con ex presidentes que el gobernante chileno comenzó semanas.

La actual titular del departamento de la Mujer de Naciones Unidas fue recibida en el Palacio de La Moneda, lugar que ocupó durante su mandato entre 2006 y 2010. Al término de la cita, Piñera dijo: "Su experiencia y sus consejos han sido muy útiles y relevantes".

En tanto, el encuentro sirvió a Bachelet para volver a pronunciarse sobre la política chilena, algo que había dejado de hacer tras dejar la presidencia. Al término de la reunión, destacó la necesidad de eliminar el sistema binominal, una fórmula electoral que, a su juicio, es "obsoleta" y "genera falta de legitimidad en las instituciones políticas".

El sistema, instaurado por la dictadura de Augusto Pinochet, fomenta la creación de grandes coaliciones políticas, por lo que anula a las minorías. Al respecto, la mandataria destacó que las "condiciones" del país cambiaron y que la política debe "estar a la altura" de las nuevas demandas, haciendo todo lo posible para llegar a acuerdos.

Consideró, además, "indispensable" una reforma tributaria "de verdad", para "cambios permanentes que incluyan un conjunto de correcciones al sistema permitan que haya equidad tributaria".

En referencia a las masivas manifestaciones por una educación pública, gratuita y de calidad que marcaron el 2011, señaló la necesidad de instaurar una reforma educacional que fortalezca el sistema público y "que permita avanzar en mayor igualdad y en más gratuidad".

A lo largo de diciembre, Piñera se reunió con los ex presidentes Patricio Aylwin (1990-1994), Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006), todos ellos de la coalición de centro izquierda de la Concertación.

Esos encuentros ocurren en momentos en que toda la clase política está desprestigiada,    con apoyos por debajo del 20 por ciento para oposición y oficialismo. La incógnita es qué ocurrirá con el movimiento social en 2012, año en que los estudiantes, gremios de la salud y grupos ambientalistas ya anunciaron protestas.

Con un apoyo de 82 por ciento en los sondeos (la desaprobación de Piñera supera el 60%), Bachelet tiene casi asegurado su regreso a la presidencia en 2014 si finalmente decidiera postularse.