En medio de la crisis, Obama, Merkel y Sarkozy fueron optimistas en sus discursos, pero advirtieron que queda mucho por hacer. Dede Moscú, Putin envió un saludo "más allá de la ideología política"

Los principales líderes mundiales aprovecharon sus mensajes de fin de año para llevar calma a los ciudadanos, luego de un año en el que la crisis económica marcó la agenda de las grandes potencias. Sin embargo, también advirtieron que 2012 no será fácil, y que aún habrá que hacer sacrificios para poder superarla.

En los Estados Unidos, el presidente Barack Obama envió un mensaje esperanzador para 2012, deseó un feliz año nuevo a los estadounidenses y señaló su país "empezó a ver señales de recuperación económica" este año, "incluso cuando muchos estadounidenses todavía están luchando para salir adelante". Para 2012 pronosticó "aún más cambios", pero subrayó que es "optimista" ante los desafíos que aún debe afrontar. "Al comenzar el año nuevo tengo la esperanza de que tenemos lo que se necesita para enfrentar esos cambios y ser aún más fuertes; para hacer crecer nuestra economía, crear más empleos y fortalecer a la clase media", apuntó el mandatario.

Desde Honolulu (Hawai), donde se encuentra de vacaciones junto a su familia, el mandatario repasó momentos claves de 2011 -el fin de la guerra en Irak y la muerte de Bin Laden- y  señaló que el año que entra es "decisivo para la clase media", y en él habrá "algunos debates y algunas peleas difíciles". "En muchos aspectos, las medidas que tomemos en los próximos meses ayudarán a determinar qué tipo de país queremos ser, y en qué clase de mundo queremos que nuestros hijos y nietos crezcan", consideró.

En Francia, el presidente Nicolas Sarkozy prometió en un grave mensaje de año nuevo que encontrará formas de sacar a la economía del estancamiento en los cuatro meses antes de las elecciones presidenciales y juró que no realizará más recortes al gasto público. El mandatario acotó al país que la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial seguirá afectando a los hogares en el 2012 e instó a la gente a ser estoica. Además, adelantó que desea acordar reformas en una reunión del 18 de enero con sindicatos, que también podrían impulsar el empleo y la competitividad económica.

"Sé que la vida de muchos de ustedes, ya desafiada por dos años difíciles, ha sido puesta a prueba una vez más. Están acabando el año más preocupados sobre ustedes mismos y sobre sus hijos", declaró en un discurso televisado de 10 minutos. "La única forma de conservar nuestra soberanía, de controlar nuestro destino, es elegir (...) la ruta de reformas estructurales en vez de la de acciones impulsivas que sólo suman confusión y caos sin restaurar la confianza", añadió.

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel advirtió que a pesar de la situación económica relativamente estable y el bajo desempleo de su país, el año próximo será más difícil que 2011, aunque no identificó los problemas que podrían presentarse ni precisó de qué manera afectarán a los ciudadano.

En su discurso televisivo anual de año nuevo -pregrabado y difundido por escrito antes de su transmisión nacional- la gobernante insistió en que a pesar de los problemas que tiene Europa, la crisis financiera al final estrechará aún más al continente. "Alemania tiene un buen comportamiento, aunque el año entrante sin duda será más difícil que 2011", explicó.

Mientras tanto, en una Rusia aquejada por masivas protestas por el supuesto fraude electoral en los comicios de diciembre, el jefe de gobierno Vladimir Putin deseó a todos los ciudadanos un feliz año nuevo, "sin consideración a la ideología política".  Feliz año, declaró, para "todos aquellos que simpatice con ideas de izquierda y los que apoyen la derecha, estén arriba, abajo o como deseen", señaló.

Putin minimizó las masivas protestas en su contra, que, según dijo el político de 59 años, no son nada "inusual". Rusia, argumentó, se encuentra en pleno proceso político. "Las elecciones parlamentarias han terminado y las presidenciales (en las que él mismo será candidato) están a la vuelta de la esquina". Con miras a 2012, que según el calendario oriental es un año del Dragón, Putin señaló: "Yo nací en el año del Dragón. Por norma general en esos años siempre tuvimos tiempos felices y espero que el dragón traiga también este año mucha felicidad, bienestar y salud a todas las familias rusas".