Lo aseguró la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay. Francia consideró un "escándalo" que el Consejo de Seguridad no haga nada al respecto y lo tachó de "moralmente responsable"

"Es mi estimación que el total de personas muertas desde el comienzo de las protestas a inicio del año es ahora cercano a las 5.000. Esta situación es intolerable", dijo Pillay al informar al los miembros del máximo órgano internacional de seguridad sobre la situación en ese país. Añadió, además, que más de 14 mil personas fueron detenidas y 12.400 huyeron a países vecinos.

El número de víctimas mortales revelado significa un aumento más que relevante respecto al último balance brindado por la ONU. El 1 de diciembre, la propia Pillay había dicho que los muertos ascendían a 4 mil y alertado que la violencia desplegada por Bashar Al Assad se dirigía a una guerra civil.

El pedido para una presentación de Pillay fue solicitado por Francia y sus socios occidentales con el fin de presionar para que el Consejo de Seguridad se decida a actuar, cuestión que no se ha conseguido por las reticencias de Rusia y China.

"Creo que es necesario que esos países del Consejo de Seguridad que todavía dudan y son reticentes cambien de opinión", señaló antes de la reunión el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, quien exigió condenar "las atrocidades y la represión" llevada a cabo por Damasco sobre su población. "Se lo debemos a quienes están bajo la represión en estos momentos y a quienes han perdido la vida", indicó.

El ministro alemán consideró que una eventual declaración del Consejo no respondería "sólo al deseo de los países occidentales, sino al del pueblo de la región", como demuestra el compromiso de la Liga Árabe.

Aunque el encuentro se celebró a puertas cerradas, el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, utilizó la cuenta de la misión francesa en Twitter para señalar que "el honor del Consejo de Seguridad está en juego" si éste no actúa para detener la represión. "La Historia juzgará el silencio de unos y la indiferencia de otros", añadió.

Terminada la cita, Araud dijo que es el silencio del órgano ante la situación es "escandaloso". "El Consejo de Seguridad es moralmente responsable por lo que está pasando hoy en Siria, del sufrimiento del pueblo sirio", indicó.

Francia, apoyada por sus socios europeos, encabeza junto a los Estados Unidos las gestiones para lograr que el Consejo condene la actuación del Assad.

Sin embargo, esos esfuerzos han chocado, por ahora, con la oposición de Rusia y China, que ejercieron en octubre su derecho a veto en ese órgano para rechazar un texto en ese sentido.