Los rebeldes ganan en osadía en ese país, como lo demuestra el ataque por parte de desertores del Ejército con ametralladoras, granadas y cohetes contra la base de la poderosa Inteligencia del régimen a Al Assad

La "primavera árabe" que sorprendió a los decisores y analistas en enero del 2011 en las tierras de Túnez y luego en Egipto, se extendería a Libia en marzo. A diferencia de los dos casos anteriores, la situación libia desencadenaría una guerra civil y una intervención área y de reducidos núcleos de fuerzas especiales en tierra de la OTAN y Qatar.

Si el caso de Túnez daría lugar a la caída de una dictadura y la convocatoria a elecciones que derivaron en la reciente victoria de fundamentalistas moderados, en Egipto, el poder real, los militares, decidieron destronar a uno de los suyos, Mubarak, y conformar una junta militar que está llevando al país a elecciones en el 2012. Ahí se espera algún esquema de convivencia entre las FFAA y la Hermandad Musulmana, viejos rivales pero que han sabido mantener puntos de acuerdo básicos y tácticos.

Otro capítulo de esta "primavera" es Siria. Desde marzo, se producen masivas manifestaciones populares que han sido disueltas a sangre y fuego. Matizadas por algunos anuncios difusos y confusos de reformas y apertura política. En los últimos meses se han incrementado los comentarios y datos sobre ciertas disidencias dentro de las fuerzas militares. En un salto de calidad de esta tendencia, en la presente semana desertores de las FFAA de Siria llevaron a cabo un ataque con cohetes, ametralladoras y granadas contra la base de la poderosa Inteligencia del gobierno a las afueras de Damasco.

Estas instalaciones son parte fundamental de la estructura de control interno y de la represión del régimen de Assad. Es el primer ataque de importancia que los rebeldes llevan a cabo desde el estallido de la rebelión popular en marzo pasado.

Países como Turquía, Arabia Saudita y Qatar están interesadas en respaldar el derrocamiento del régimen sirio.

La cabeza visible de los insurgentes es el coronel Riad Al Assad, que tiene como base de operaciones Turquía. El total de efectivos armados podría llegar a 17 mil. En una reunión conjunta de los países de la Liga Árabe y Turquía, se resolvió profundizar las presiones sobre Damasco.

Irán se constituye en el único aliado importante de Siria en el Medio Oriente. No obstante, incluso algunos sectores del gobierno iraní han afirmado que Assad debería moderar la represión.

La situación Siria, con más de 4 mil muertos, ha llevado a la organización fundamentalista palestina Hamas a comenzar a trasladar a Qatar o Jordania su cuartel general que actuaba en Damasco.

El régimen sirio está basado en la minoría alawita, con históricos vínculos religiosos con los chiítas iraníes, con fuerte presencia en las FFAA y de inteligencia, siendo los sunnitas la amplia mayoría de la población.