Papademos se comprometió a cumplir con los ajustes exigidos por la UE, pero el líder de la oposición, Antonis Samaras, afirmó que no respaldará más medidas de austeridad. Pidió apostar por el crecimiento

Vienen días complicados para Grecia. El miércoles el nuevo ministro de Grecia, Lucas Papademos, someterá su Gobierno a un voto de confianza en el Parlamento, y un día después, precisamente para oponerse a los planes de ajuste, se espera una de las manifestaciones más contundentes de cuantas haya celebrado la población por coincidir con el aniversario de un levantamiento estudiantil que ayudó a derrocar la última dictadura en 1973.

Lo mismo opina el dirigente de Nueva Democracia, Antonis Samaras, quien se negó directamente a firmar ante la Unión Europea una declaración que lo comprometiera a apoyar las medidas de ajuste, que se resumen en recortes sociales y subidas de impuestos, y que el bloque europeo exige para entregar el sexto tramo de ayudas, que asciende a 8.000 millones de euros, y que Grecia necesita para no entrar en suspensión de pagos a mitad diciembre (al no poder pagar pensiones y sueldos públicos).

"Algunos dicen que para desbloquear el pago [de 8.000 millones de euros] tenemos que firmar una declaración conjunta con todos los partidos que apoyan este nuevo gobierno de transición", indicó Samaras a sus legisladores. "Lo dije antes y lo digo ahora: no voy a firmar estas declaraciones", afirmó.

Para Samaras, líder de un partido de centroderecha, la solución pasa exactamente por el lado contrario. Aseguró que no volverá a respaldar medidas de austeridad, que deben revertirse los compromisos fiscales que ha prometido Atenas a los acreedores internacionales, la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que lo que su país necesita, en cambio, es más crecimiento. "Lo dijimos y lo diremos siempre: sin crecimiento no se puede", subrayó.

Lo mismo reconoce el propio ministro griego Lucas Papademus, ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE),  al señalar en su primera comparecencia como jefe de Gobierno que  "las actuales políticas [de austeridad] han agravado la recesión y aumentado el desempleo". Al mismo tiempo señaló que no se cuestiona la permanencia del país en la eurozona, y que el trabajo que le ha sido asignado es demasiado amplio para poder llevarlo a cabo antes de febrero, cuando expira su mandato.

Aun así hay que recordar que por primera vez desde que fuera derrocada la junta militar en 1973 la extrema derecha, con el partido LAOS ha pasado a formar parte del nuevo Ejecutivo de unidad nacional, que también integra al Pasok y a Nueva Democracia. LAOS, para mayor sorpresa, también se ha declarado en contra de apoyar los planes de ajuste de la UE.

Se espera que la cuestión de confianza que debe pasar Papademos este miércoles ante la Cámara de Diputados sea aprobada tanto por PASOK como por Nueva Democracia y LAOS. Mientras tanto el malestar social sigue y trabajadores del sector público iban a dejar sus puestos de trabajo durante tres horas, además, el sindicato del sector privado GSEE está estudiando nuevas huelgas a nivel nacional para los últimos días del mes.