Fue una de las jornadas más violentas desde el inicio de la revuelta a favor de reformas democráticas. El régimen de Bashar Al Assad volvió a reprimir violentamente a opositores. Crece la presión internacional sobre Damasco

"23 civiles murieron en Deraa por disparos de las fuerzas de seguridad basados en retenes en la carretera entre Jerbet Ghazale e Hirak", precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). En el mismo sector, "34 soldados murieron en enfrentamientos con hombres armados, probablemente desertores, de los cuales, 12 murieron", precisó el mismo organismo.

Así, el cálculo global alcanza a 70 personas fallecidas en hechos violentos registrados este lunes en Siria, una de las jornadas más luctuosas registradas en este país en ocho meses de revuelta popular reprimida por las autoridades.

Los hechos se producen en medio de un fuerte intercambio diplomático entre el régimen de Bashar al Assad -una dinastía que lleva cuatro décadas en el poder y que se inició con su padre- y la Liga Árabe.

La organización regional exigió el repliegue de las tropas gubernamentales en un acuerdo firmado en El Cairo, Egipto, hace dos semanas, pero ante el aparente incumplimiento de Damasco, decidió enviar 500 observadores a las zonas más conflictivas del país.

Por otro lado, la comunidad internacional está cada vez más atenta a lo que sucede en Siria. El presidente Barack Obama ha sentado su posición al señalar que el poder de Al Assad carece de legitimidad y dejar en claro su apoyo a una renovación del poder.