La Casa Blanca le comunicó a Israel su inquietud por los presos intercambiados por el soldado Gilad Shalit. Hamas había admitido que el canje alentará nuevos secuestros

Una intensa campaña para liberar al soldado Gilad Schalit, capturado por la red terrorista islámica Hamas en 2006, lo convirtió en un símbolo nacional en Israel. El sargento de 25 años quedó libre este martes, poniendo fin a lo que para su país ha sido una larga y dolorosa saga. Pero Jerusalén se vio obligado a reconocer que no tenía forma viable de rescatarlo en una operación militar, pese a que estaba detenido a unos pocos kilómetros de su frontera.

En lugar de ello, Israel accedió a un desigual intercambio por 1027 prisioneros que funcionarios de Hamas dijeron abiertamente que los alentará a capturar más soldados, y que dejó en libertad a palestinos encarcelados por algunos de los ataques más mortíferos contra Israel.

Interrogado acerca de si el gobierno de los Estados Unidos había alertado a Israel sobre la peligrosidad de algunos detenidos o si había expresado su desacuerdo con la liberación, el vocero del departamento de Estado, Mark Toner, respondió: "las dos". Y agregó: "No quiero entrar en los detalles de nuestras preocupaciones. Dije que teníamos preocupaciones en los dos terrenos".

Un primer contingente de cerca de 500 presos palestinos fue liberado el martes y el resto será excarcelado en los próximos dos meses. Los Estados Unidos "comunicaron (su) posición al gobierno israelí tras haber consultado la lista", comentó Toner.