El mandatario se mostró satisfecho con los resultados de una investigación sobre el programa conocido como "Rápido y Furioso", que generó fuertes protestas del gobierno mexicano

Barack Obama expresó, en una rueda de prensa en la Casa Blanca, su "confianza total" en el fiscal general Eric Holder y en el "proceso que se adelanta para determinar quién es el responsable de esta decisión" que autorizó el operativo "Fast and Furious" ("Rápido y Furioso").

El mandatario reiteró que tanto él como Holder desconocían la operación, que permitió durante meses, a partir de finales de 2009, la entrada ilegal de unas 2 mil armas a México.

Tanto Obama como Holder habrían reaccionado "si alguien hubiera sugerido que se estaba permitiendo el paso de armas", indicó el mandatario.

"Rápido y Furioso", que creó roces entre los Estados Unidos y México, salió a la luz y fue cancelado luego de que se encontraran varias armas en la escena del crimen de un agente estadounidense cerca de la frontera con México.

El gobierno de Felipe Calderón protestó airadamente al destaparse el escándalo y Washington abrió una investigación interna que acabó con algunas destituciones.

Obama defendió a Holder, quien ha sido, a su juicio, "muy agresivo" para combatir el tráfico de armas y dinero desde los Estados Unidos a México, que terminan en manos de los violentos cárteles de la droga. El gobierno mexicano asegura que el 80% de las armas incautadas a los cárteles proviene de los Estados Unidos.