A pocas horas de cumplirse 10 años de los atentados contra las Torres Gemelas, las calles de la ciudad muestran un impresionante operativo de seguridad. En los últimos días se detectaron advertencias de Al Qaeda

Pese a que el presidente Barack Obama logró eliminar a Osama Bin Laden -el autor intelectual del brutal ataque al World Trade Center-, el miedo que siempre han despertado sus amenazas terroristas volvió a emerger el viernes con fuerza.

Algo que demuestra que la principal potencia del mundo está muy lejos de haber ganado la guerra contra el terrorismo, que inició ni bien chocaron los dos aviones contra las Twin Towers y un tercero contra el Pentágono.

Los datos “creíbles pero aún no confirmados” de que podría producirse un atentado con un coche bomba durante el décimo aniversario de los ataques, que fueron revelados el jueves por la noche, convirtieron inmediatamente a Nueva York en una ciudad blindada.

Uno de los ejemplos de este “alerta máximo” se vio en el famoso puente de Brooklyn, donde todos los vehículos sospechosos eran detenidos y revisados en forma meticulosa. Mientras que alrededor del Ground Zero, donde se hallaba el World Trade Center, la Policía colocó puntos de control en los que chequeaba a toda aquella persona que quisiera entrar a ese sector la ciudad.

Mientras tanto, y en medio del puntilloso despliegue de seguridad, las autoridades neoyorquinas informaron que habían detenido a un ciudadano albanés por sus supuestos vínculos con la planificación de un ataque terrorista. Según afirmaron los diarios The Wall Street Journal y The New York Times, el sospechoso de 27 años respaldó económicamente a organizaciones islámicas fundamentalistas de Pakistán. Y cuando allanaron su vivienda encontraron escrituras que decían que “había llegado la hora de los mártires”.

El viernes trascendió que la información sobre el posible atentado provino de Pakistán. Un informante, cuya nacionalidad todavía no fue dada a conocer, le dijo a un agente de los servicios de inteligencia que dos ciudadanos estadounidenses de origen árabe habían partido desde Afganistán. Y que después de haber hecho escala en uno ó dos países, llegaron a EE.UU. la semana pasada. Pero como si esto fuera poco, de acuerdo a la versión del “Garganta Profunda” además hay una tercera persona que participó en el supuesto complot, pero esta última viajó a Europa y no a Norteamérica.

Entre los documentos que fueron encontrados en la casa donde las fuerzas especiales estadounidenses mataron a Bin Laden en Pakistán había uno que mencionaba la posibilidad de un atentado en el aniversario del 11 de setiembre. En este sentido la secretaria de Estado, Hillary Clinton, admitió el viernes por la tarde que ya sabían que detrás del complot estaba Al Qaeda