El Gobierno ha comunicado a la Iglesia Católica "que desde ningún centro de decisión nacional se ha dado la orden de agredir" a las Damas de Blanco, dijo este lunes el Arzobispado de La Habana en un comunicado firmado por su portavoz, Orlando Márquez. Será Fidel, fuera del gobierno, quien da las órdenes?

El portavoz indicó que en los últimos días representantes de varias agencias de prensa han preguntado la opinión de la Iglesia sobre los "malos tratos" que sufren desde hace varias semanas, en varios puntos del país, "esposas de algunos exprisioneros, de los que fueron excarcelados recientemente".

"Acerca de actos en que las personas pueden ser ofendidas de palabras o de obras, no es necesario preguntar la opinión de la Iglesia", dice Márquez en la nota, recibida en la redacción de DIARIO DE CUBA. "Es bien sabido, y lo hemos reiterado en varias ocasiones, que la violencia de cualquier tipo, aplicada a personas indefensas, no tiene ninguna justificación".

La Iglesia "en el momento presente que vive nuestro país, como en toda otra circunstancia, persigue el bien del pueblo cubano, la reconciliación entre todos y la paz, por medio de actitudes y gestos que favorezcan el desarrollo sereno que Cuba necesita en esta etapa de cambios en que vivimos y que el pueblo cubano espera y reclama", añadió.

"Cualquier otro modo de abordar la realidad cubana que pueda afectar la convivencia pacífica y quebrantar el bien de la nación no puede encontrar ningún respaldo entre quienes tenemos una visión cristiana del mundo y el deber de pensar y actuar según los requerimientos de nuestra fe", concluyó.

Las principales representantes de las Damas de Blanco, Laura Pollán y Berta Soler, se reunieron la semana pasada con Ramón Suárez Porcari, canciller del Arzobispado de La Habana, a quien pidieron la mediación de la Iglesia para que el régimen "cese la represión y las golpizas" contra las integrantes del grupo, mujeres que las apoyan y miembros de la disidencia interna.

El cardenal Jaime Ortega no participó en ese encuentro. Suárez Porcari se comprometió a trasladarle el contenido de la conversación.

Este lunes, Soler dijo a DIARIO DE CUBA que las Damas de Blanco no han recibido aún respuesta directa de la Iglesia Católica y afirmó que el régimen "miente" al decir que no ha ordenado la represión.

"El Gobierno no puede negar que ha ordenado a sus órganos represivos agredir a las Damas de Blanco", dijo Soler. El pasado 18 de agosto, en La Habana, "nos agredieron turbas organizadas que iban con ómnibus que ningún cubano de a pie puede desviar para hacer lo que quiera", recordó la portavoz del grupo femenino.

"Fuimos golpeadas, pateadas por estas turbas, pero también por varios oficiales de la Seguridad del Estado, que representan al Gobierno. El Gobierno sí está ordenando, indicando y financiando a estas turbas y a estos agentes para que nos agredan", denunció Soler.

Lo mismo pasó en Matanzas este fin de semana y en Palma Soriano el 28 de agosto, dijo.

En esa localidad de Santiago de Cuba, "quien nos introdujo brutalmente dentro del ómnibus a las mujeres que queríamos ir a misa en la Catedral fue el Gobierno cubano, porque eran policías uniformados y agentes de la Seguridad del Estado", añadió.

Soler aseguró que las mujeres seguirán con su "presencia pacífica en las calles, abogando por la libertad de los presos políticos".

"Además, vamos a ir a la Iglesia porque esa es la casa de Dios, sus puertas están abiertas para todo el que busque apoyo y paz espiritual, y vamos a orar por la libertad de los presos políticos", dijo.

El cardenal Ortega intercedió en mayo de 2010 ante el Gobierno para que las mujeres "no fueran agredidas" tras de varias semanas de golpizas y "actos de repudio". Poco después, el arzobispo de La Habana negoció con Raúl Castro el acuerdo para la excarcelación de unos 115 prisioneros —en su mayoría deportados a España—, incluyendo a 52 disidentes miembros del Grupo de los 75 que cumplían fuertes condenas desde 2003.

Tomado del DIARIO DE CUBA