“Nuestra principal preocupación es que cesen las golpizas y hostigamientos contra las Damas de Blanco en toda Cuba, pero también que ha habido mucha violencia en contra de otros activistas de la oposición pacífica”, declaró Blanca Soler, portavoz del grupo de mujeres familiares de presos políticos.

Juan O. Tamayo

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Soler dijo que ella, Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, y su hija Laura María, se reunieron en la oficina de la Arquidiócesis de La Habana con el monseñor Ramón Suárez Polcari, quien está a cargo de los asuntos no religiosos, y el portavoz Orlando Márquez.

Soler indicó que las mujeres esperaban reunirse con Ortega, pero se les dijo que éste había regresado el jueves de un atareado viaje a España y todavía se estaba recuperando. Las mujeres no piensan que la ausencia fue algo negativo, agregó.

Suárez Polcari “recogió toda nuestra preocupación y la trasmitirá al cardenal, que se pondrá en contacto con el gobierno y nos traerá una respuesta”, afirmó Soler a El Nuevo Herald por teléfono poco después de la reunión de 80 minutos.

Ortega intercedió ante Castro en la primavera pasada cuando turbas organizadas por el gobierno atacaron a las Damas de Blanco mientras marchaban después de la misa dominical en La Habana para exigir la liberación de los presos políticos. El acoso se detuvo rápidamente.

Sin embargo, miembros y simpatizantes de las Damas de Blanco en el este de Cuba han encarado hostigamientos mientras trataban de ejercer su derecho a asistir a las misas dominicales en la Catedral de Santiago y después marchar por las calles de la segunda ciudad más grande de la isla.

Mujeres activistas de Santiago y sus inmediaciones se han quejado de golpizas policiales, acosos sexuales y detenciones de uno o dos días para impedirles llegar a la catedral.

La policía también utilizó gases lacrimógenos y desplegó una unidad de control de disturbios el domingo para bloquear una marcha de protesta prevista en la cercana ciudad de Palma Soriano. Los 27 hombres detenidos en el incidente permanecían bajo custodia policial, según informes el martes.

Soler afirmó que las Damas de Blanco de La Habana han estado pidiendo reunirse con Ortega desde el 18 de julio, para quejarse de la violencia en la región oriental. Cuando fueron llamadas a la reunión del martes esperaban ver a Ortega, aunque no se les dijo específicamente que él estaría allí.

“Nosotros entendemos eso como seres humanos que somos, que se está recuperando”, declaró Soler. Incluso si hubiera asistido a la reunión -añadió- no habría sido capaz de dar respuestas inmediatas a las preocupaciones de las mujeres.

Las Damas de Blanco se han reunido previamente con Ortega o Suárez Polcari, o con Suárez Polcari y Márquez a la vez, agregó.

El activista de derechos humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz condenó la reciente represión en un comunicado emitido el martes, y dijo que estaba convencido de que había sido “ordenada o aprobada por el general Raúl Castro en persona”.

Sánchez describió los acosos como “actos violentos de represión política contra mujeres y otros disidentes pacíficos”, y aseguró que la mayoría de los hombres y las mujeres detenidos en las últimas semanas “han sufrido diversos actos de brutalidad policial”.

También instó a las organizaciones de derechos humanos y activistas en el extranjero, así como a los gobiernos democráticos, a expresar su apoyo a las víctimas de la represión política en Cuba, e hizo un llamado al gobierno de La Habana para que detenga los abusos.

En Washington, un portavoz dijo que el Departamento de Estado estaba “preocupado” por la “creciente violencia de las turbas organizadas por el gobierno” en las últimas semanas contra pacíficos manifestantes cubanos.

“Pedimos el cese inmediato del acoso y la violencia contra las Damas de Blanco”, indicó a la agencia de noticias Agence France Presse un portavoz del departamento. “Apoyamos el deseo de los cubanos de determinar libremente su propio futuro”.

La disidente Martha Beatriz Roque, de La Habana, le escribió al párroco de su iglesia pidiéndole que presione a sus superiores eclesiásticos para que éstos intercedan ante las autoridades a fin de que respeten el derecho de las mujeres a asistir a la misa en la Catedral de Santiago.

Agentes de la Seguridad del Estado les han dicho a algunas de las mujeres disidentes de las provincias orientales que sólo a quienes sean católicos practicantes se les permitiría asistir a la misa en la catedral, afirmó Roque en una misiva al reverendo Santiago Martínez, párroco de la Iglesia de San Juan Bosco, en el vecindario de Roque.
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BERTA SOLER HABLA SOBRE LA REUNIÓN

Sobre la reunión del martes con representes de la Iglesia Católica en la Isla, en el Arzobispado de La Habana, la vocera de las Damas de Blanco Berta Soler, declaró: “Nosotras sabemos que si depende de la Iglesia católica y del cardenal Jaime Ortega esas torturas no existieran, pero el Gobierno es impredecible”.

Precisó que tras las conversaciones del grupo con la Iglesia esperan que no ocurran incidentes en esas marchas en La Habana.

Por otra parte, la Dama de Blanco se refirió a las declaraciones realizadas en Miami por el cantautor cubano Pablo Milanés contra los maltratos a las mujeres, y dijo que sería “importante” que el músico “exhorte a otros artistas a que se pronuncien”.

Milanés dijo sentir vergüenza e indignación ante los maltratos contra el grupo de mujeres y calificó de “vil” y “cobarde” que “una horda de supuestos revolucionarios” las ataque, en una carta abierta dirigida al periodista cubano de Miami Edmundo García, quien cuestionó declaraciones del trovador a medios de Estados Unidos.

Soler advirtió que es “muy importante que otros artistas y escritores” se manifiesten en Cuba y que el mismo Milanés diga en la Isla lo que ha expresado en el extranjero.

Tomado de MARTINOTICIAS