Con Madrid llena ya de decenas de miles de jóvenes peregrinos llegados de todo el mundo arrancó este viernes  la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ): hasta el domingo reunirá a más de un millón de participantes y tendrá su plato fuerte en la visita de Benedicto XVI, que aterriza el jueves en la capital española.

La céntrica Plaza de Cibeles se llenó este martes  por la tarde de decenas de miles de jóvenes que bajo un sol aún fuerte quisieron seguir la misa de apertura de la JMJ, oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que estuvo acompañado por obispos y cardenales de todo el mundo.

"Bienvenidos a España y bienvenidos a Madrid, su capital", dijo Rouco en la homilía, en una Plaza de Cibeles en la que los jóvenes católicos recibirán el jueves al Papa, que oficiará allí una misa de bienvenida. Hasta entonces, los jóvenes se prepararán estos días para su llegada con oraciones, catequesis y otros actos culturales y festivos organizados en Madrid.

"Las raíces cristianas de esta ciudad, muy antiguas, siguen vivas y vigorosas", destacó Rouco Varela, estrecho amigo de Joseph Ratzinger. El arzobispo de Madrid tuvo palabras de recuerdo para Juan Pablo II, impulsor de la JMJ.

Éstas son las segundas jornadas que organiza Rouco Varela, tras las celebradas hace 22 años en Santiago de Compostela.

Los actos principales de los días que el Papa compartirá con ellos son un viacrucis en la tarde del viernes que se celebrará en el Paseo de Recoletos y la Plaza de Cibeles y una misa multitudinaria en el aeródromo de Cuatro Vientos, que el domingo pondrá el broche final a las jornadas.

La JMJ, creada por Juan Pablo II en los años 80, es el mayor encuentro internacional de la Iglesia católica. Al ser elegido Papa, Joseph Ratzinger decidió mantenerla durante su pontificado y la de Madrid es la tercera a la que acude, después de las de Colonia (2005) y Sidney (2008).

El recuerdo de Juan Pablo II, el 'papa de los jóvenes', centró la misa de bienvenida que ofició el cardenal y obispo de Madrid, Antonio María Rouco, para los peregrinos que participan en la XVI Jornada Mundial de la Juventud, que se inició este martes y se desarrollará hasta el domingo.

"Las JMJ, con su ya larga trayectoria de más de un cuarto de siglo, son inseparables del beato, en cuya memoria celebramos esta tarde la eucaristía...", dijo el religioso durante la homilía que se hizo en la plaza de Cibeles de Madrid.

Las frases del cardenal fueron recibidas con aplausos de los cientos de miles de peregrinos que asistieron a la misa, concelebrada por 800 cardenales, obispos y arzobispos de varios países, junto a 8.000 padres.

El recuerdo a Juan Pablo II, creador de las JMJ en 1984, se completó con la presencia de una reliquia del beato en forma de una ampolla con su sangre que se colocó en el evangeliario utilizado durante la misa.

La ceremonia de bienvenida fue el momento culminante que esperaron cientos de miles de peregrinos que llegaron a la capital española desde los primeros días de este mes.

Antes de la misa, los peregrinos cantaron y aprovecharon para tomarse fotografías.

Mientras que, en el centro de Madrid, grupos de jóvenes flameaban banderas de Rusia, Chile, Estados Unidos y otros países, cantando o recordando que "¡esta es la juventud del Papa!", muchos de ellos se saludaban y observaban el inmenso escenario donde Rouco Varela ofició la liturgia.

En este mismo escenario, presidido por una gran imagen de la Virgen de la Almudena madrileña, se dará la bienvenida al papa Benedicto XVI que arribará al aeropuerto de Barajas el jueves, para presidir las actividades centrales de la JMJ, para las que hay inscritos 450.000 jóvenes, aunque los organizadores consideran que esta cifra de asistentes podría triplicarse en los próximos días.

Sin embargo, algunos grupos como los 'indignados' del grupo juvenil 15-M, movimiento que surgió con el estallido de grandes protestas el 15 de mayo contra la corrupción y desigualdades sociales, cuestionan la oportunidad y el coste del evento en un momento en que España se encuentra en medio de una crisis financiera.

Algunas asociaciones laicas y grupos de sacerdotes también cuestionaron el gasto corporativo sin precedentes que rodea la visita del papa.

La policía española detuvo ayer en Madrid a un mexicano de 24 años que, al parecer, planeaba atentar contra los manifestantes que mañana se opondrán a la visita del sumo pontífice, según informó la institución del orden.

El joven que vive en Madrid, fue arrestado sin oponer resistencia en el exterior de uno de los pabellones del recinto ferial (Ifema), donde se alojan muchos de los peregrinos.

No obstante, a un día de la llegada de su santidad a la capital española, las expectativas de los peregrinos aumentan.

Por ejemplo, Sor Teresita, una monja española de 103 años de edad, abandonará esta semana el convento en el que vive en clausura desde hace 84 años para conocer al papa Benedicto XVI.

Esta será la segunda vez que la religiosa salga del convento de Buenafuente del Sistal, situado en la provincia española de Guadalajara (centro), y en esta ocasión lo hará para reunirse con el papa, invitada expresamente por la Nunciatura del Vaticano en España.

El próximo viernes, un auto la transportará a Madrid, sede de la JMJ.