El opositor Partido Colorado cuestionó la ambigüedad del presidente paraguayo ante la iniciativa de un sector del oficialismo, que pretende modificar la Constitución para habilitar un segundo mandato.

Pese a que Fernando Lugo ha dicho en varios ocasiones que no busca competir por su reelección, ha defendido la iniciativa del Frente Guasu, un sector minoritario de la coalición gobernante, que presentó al Congreso un pedido de enmienda constitucional avalado por 96 mil firmas.

Ante esta situación, con un ajustadísimo quórum, la principal agrupación opositora, el Partido Colorado, resolvió rechazar la reelección. En el documento confeccionado este miércoles, acusaron al ex obispo de alentar la maniobra, pero "aparecer como ajeno a la tentativa de la violación constitucional para perpetuarse en el poder sin importar los medios".

"Utiliza toda su energía para impulsar su reelección, cuando eso atenta contra los mandatos de la Constitución", insiste el texto. Y señala que la iniciativa oficialista "se proyecta hacia el desborde institucional y puede generar graves consecuencias".

"Estamos categóricamente en contra de toda posibilidad de darle a Fernando Lugo la posibilidad de que sea candidato", afirmó el dirigente Diógenes Martínez, en declaraciones recogidas por el sitio del diario ABC. Y recordó que gobernantes de su partido ya intentaron ser reelectos, pero que la Junta de Gobierno no los dejó, como sucedió con Nicanor Duarte Frutos.

Otros prefirieron tildar a la iniciativa como "totalitaria", como el senador Julio César Velázquez, quien la vinculó a loa modelos de Ecuador, Bolivia y Venezuela.

El veto constitucional a la reelección se incorporó a la Carta Magna en 1992 con el fin de evitar la perpetuidad en el poder. En ese entonces, tres años antes el dictador Alfredo Stroessner había dejado el poder. El general había enmendado la Constitución para permitir su reelección indefinida durante 35 años.

Justamente por eso, Lugo ha dicho: "Prometo ser como un seguro, una bisagra, un puente de fortalecimiento del proceso democrático paraguayo desde 2008 a 2013", cuando venza su mandato, con el que puso fin a 61 años del Partido Colorado en el poder.

Hace un par de días, entrevistado por la agencia EFE, el mandatario sentenció: "He repetido en varias oportunidades que Fernando Lugo no tiene ningún interés en la reelección". Sin embargo, añadió: "Hay un ambiente y un tema que es netamente jurídico, que es la traba que pone la misma Constitución para la reelección. Si se abriera la rendija de una participación en la reelección, como decía, tienen que pasar demasiadas cosas para que Fernando Lugo decida y, al final, es la misma ciudadanía la que decidirá y quien votará en 2013 y elegirá a su nuevo presidente en 2013 en Paraguay".

En sintonía con esta última declaración, el lunes subrayó ante el Congreso: "La consulta popular sobre asuntos de gran relevancia nacional no debe ser infravalorada por las esferas institucionales de decisión".

Así, la ambigüedad del mandatario ha teñido el tema de un manto de dudas, al que se suma otro factor: la firme de decisión del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el más fuerte de la coalición gobernante -la Alianza Patriótica para el Cambio-, que ha rechazado la reelección, porque quiere un dirigente de sus filas para suceder a Lugo.

Sondeos de opinión divulgados recientemente revelaron que más del 65% de los consultados se opone a la reelección de Lugo, quien asumió con una alta popularidad que ahora ronda un 50%. Los promotores de la enmienda necesitarán sumar el apoyo de dos tercios las cámaras del Congreso -de mayoría opositora- para lograr su aprobación.