Dos vicepresidentes (de Cuba, Gladys Bejerano, y de la isla china de Taiwán, Vincent Siew), y delegaciones de 41 países extranjeros participarán también en los festejos que se extenderán por dos días y que incluyen conciertos de música, desfiles militares, fiestas estudiantiles, actos académicos, ceremonias religiosas e inauguraciones.

Al principio se contaba con la presencia de la presidenta brasileña, pero a último momento Dilma Roussef desistió de ir por recomendación médica para recuperarse de una neumonía. Su visita era esperada debido a que el Senado brasileño aprobó el pasado jueves un proyecto por el que Brasil pagará a Paraguay tres veces más por la cesión de su excedente de energía en la represa de Itaipú, construcción que ambos países comparten sobre el río Paraná.

A último momento cancelaron su llegada el presidente ecuatoriano Rafael Correa y el chileno, Sebastián Piñera, quienes han enviado en su lugar a sus respectivos cancilleres, Alfredo Moreno, y Ricardo Patiño, respectivamente. Tampoco acudirá el presidente venezolano Hugo Chávez, que manda en su lugar al canciller Nicolás Maduro.

Los homenajes a la independencia de Paraguay comienzan con el saludo protocolar al presidente paraguayo Fernando Lugo en Palacio de Gobierno, que precede a un Te Deum en la Catedral de Asunción. Después está previsto un desfile militar, policial y de la reserva.

Por la tarde se reúnen los presidentes de Uruguay, Bolivia y Paraguay como miembros de Urupabol, una herramienta de integración que comparten los tres países.

No faltarán tampoco recepciones de honor, el himno nacional interpretado por la Orquesta Sinfónica de Paraguay, una proyección multimedia sobre la fachada del palacio gubernamental, y un recital con la participación de varios grupos musicales y teatrales.

Estas fiestas están marcadas a su vez por un dispositivo de seguridad que incluye 5 mil agentes, 250 patrulleras y tres helicópteros de la policía, mientras que el Ejército hará uso de mil de sus uniformados en 25 lugares de la capital paraguaya.