El candidato a la presidencia garantizó que respetará la independencia de poderes. Según una encuesta, su rival Keiko Fujimori presentó una leve ventaja en la intención de voto

El candidato nacionalista a la presidencia de Perú Ollanta Humala reveló el viernes un plan de gobierno revisado y garantizó que respetará la independencia de poderes, en lo que sería un intento por frenar un descenso en las encuestas y conquistar el voto de los indecisos.

Sin embargo, el fin central de su programa aún apunta a llevar el auge de una de las economías que más crece en el mundo a la tercera parte de peruanos que vive en la pobreza, donde está el voto duro que lo llevó a liderar la primera vuelta.

Analistas consideraron que las modificaciones a puntos que generaron polémica en los medios locales y temores en los mercados financieros no garantizan un cambio en la tendencia a la baja de la intención de voto o en el estancamiento mostrado por el militar retirado en las últimas encuestas.

"Queremos darle confianza al país, Dios mediante, para permitir el inicio de una gran transformación, que sea gradual pero persistente, sin cambios desestabilizadores", dijo Humala en una conferencia de prensa, vestido de terno oscuro y corbata azul.

En el plano económico, el aspirante nacionalista aún temido por los inversionistas prometió que en un eventual gobierno no tocará los ahorros privados para financiar pensiones y descartó crear nuevos impuestos, salvo su propuesta de gravar las ganancias adicionales en el clave sector minero del país.

El plan del candidato, la  segunda versión revisada, precisó que el Estado podría recaudar entre 1.000 y 2.500 millones de dólares anuales por el impuesto a las sobreganancias de las mineras.

Humala, de 48 años, reafirmó, por otro lado, que respetará la independencia del Banco Central de Reserva e implementará una política fiscal responsable. Algunos analistas y agentes del mercado temen que las propuestas populistas de Humala pongan en riesgo la estabilidad fiscal de Perú, que cuenta con ingentes reservas internacionales y el codiciado grado de inversión de las principales calificadoras.

Aplacando temores

Por otro lado, Humala afirmó que respetará los poderes Legislativo y Judicial y aprovechó para emprenderla contra su contendiente, la conservadora y amiga del libre mercado Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori preso por abusos a los derechos humanos y corrupción.

"La alternativa que se presenta hoy al pueblo peruano es el camino de un gobierno de concertación nacional (...) frente a otro proyecto que es la continuidad de un poder corrupto y que solo sirve para élites egoístas, amparadas en la práctica de la corrupción o del retorno del autoritarismo", afirmó.

La candidatura de Keiko Fujimori trajo el recuerdo del cierre del Congreso decretado por su progenitor, la compra de líneas editoriales de algunos medios y los delitos de lesa humanidad que se produjeron durante su Gobierno. Aunque a la misma vez otros elogian su lucha contra las guerrillas izquierdistas y una rampante inflación.

Recientes encuestas mostraron a Fujimori, de 35 años, con una leve ventaja frente a Humala, aunque aún nada está dicho pues se mantiene un alto número de indecisos que no votó por ninguno de los dos candidatos en la primera vuelta realizada el 10 de abril.

La batalla se centra ahora en la conquista de los que aún no deciden por quien sufragar, especialmente en la capital, que congrega a una tercera parte del electorado y donde ganó el economista Pedro Pablo Kuczynski.

Aunque "esta segunda vuelta peruana tiene todavía mucho por decir, creo que un solo elemento no define en sí mismo cambios de tendencia", consideró el analista político Fernando Tuesta sobre la revisión al plan de gobierno de Humala.