El presidente de los Estados Unidos se comunicó con sus antecesores para anunciarles la muerte de Bin Laden. Varios líderes europeos celebraron la noticia. El gobierno afgano agregó que el líder que Al Qaeda "pagó por sus actos". Y desde el Vaticano lo culparon por la "división y el odio entre los pueblos"

El ex presidente estadounidense George W. Bush saludó la noche del domingo el anuncio de Obama, el cual calificó de "victoria para Estados Unidos", a casi diez años de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Bush, quien inició la "guerra contra el terrorismo" tras los atentados del 11 de setiembre en Nueva York en 2001, dijo que fue informado de la noticia por su sucesor el presidente Barack Obama. "Lo felicité a él y a los hombres y mujeres de nuestra comunidad militar y de inteligencia que dedicaron sus vidas a esta misión. Tienen nuestra eterna gratitud", señaló en un comunicado.

No obstante, aclaró: "La lucha contra el terrorismo continúa. No importa cuánto dure, se hará justicia".

Según altos funcionarios del gobierno, Obama llamó a Bush y al ex presidente Bill Clinton antes de hacer público el anuncio de la muerte de Bin Laden.

"Felicito al presidente, al equipo de seguridad nacional y los miembros de nuestro Ejército por el hecho de que hayan responsabilizado a Osama bin Laden tras más de una década de mortales ataques de Al Qaeda", escribió Clinton a la Casa Blanca.

En tanto, el primer ministro británico, David Cameron, opinó que la muerte del jefe de Al Qaeda, es "un gran alivio para los pueblos del mundo". Su par italiano, Silvio Berlusconi, consideró a la noticia como "un gran resultado en la lucha contra el mal", mientras que el presidente francés, Nicolás Sarkozy, señaló que el hecho constituye "un hito en lucha mundial contra el terrorismo".

Además, el ministro del Exterior alemán, Guido Westerwelle, dijo que la muerte del líder terrorista es "una buena noticia", porque fue uno de "los terroristas más brutales del mundo".

Mucho más efusivo resultó el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu, quien afirmó: "El primer ministro congratula al presidente estadounidense Barack Obama por esta victoria de la justicia, de la libertad y de los valores comunes de los países democráticos que combatieron juntos al terrorismo".

Por su parte, el presidente israelí Shimon Peres consideró que la eliminación del jefe de Al Qaeda constituye "un gran éxito no solo para Estados Unidos, sino también para el mundo libre, que respira mejor después del merecido castigo infligido con atraso a Bin Laden".

Mientras, en Afganistán, el presidente Karzai consideró que Bin Laden "pagó por sus actos". En tanto, una de las mayores organizaciones musulmanas de Estados Unidos se alegró la noche del domingo de la eliminación de Bin Laden, señalando que ha desaparecido una amenaza contra el país. "Como declaramos en varias ocasiones desde los atentados terroristas del 11 de septiembre, Bin Laden nunca representó a los musulmanes ni al Islam", declaró en un comunicado el Consejo para las relaciones estadounidense-islámicas (CAIR). "De hecho, además de haber matado a miles de estadounidenses, él y Al Qaeda causaron la muerte de un número incalculable de musulmanes en todo el mundo", insistió.

Y desde el Vaticano, el director de la sala de prensa del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, afirmó que el saudí tuvo "una gran responsabilidad" en la propagación de la "división y el odio entre los pueblos".