El proyecto que negoció el gobierno con la oposición evitó el bloqueo financiero que temía la Casa Blanca. La votación fue más compleja en la Cámara de Representantes, donde los republicanos no lograron consenso

El convenio incluye reducciones de gasto por 38 mil millones de dólares en el actual año fiscal, que finaliza el 30 de septiembre. El acuerdo partidario alcanzado el viernes pasado logró que se aprobara una medida provisoria para evitar que esa noche cerraran varias oficinas públicas y otorgó una semana más para la decisión.

En esta ocasión, fue aprobado por 260 votos contra 167 en la Cámara de Representantes, donde la oposición republicana posee la mayoría y se prevía una necesidad mayor de negociación.

Cerca de un cuarto de los republicanos se opusieron al considerar que los recortes no eran lo suficientemente profundos. En tanto, más de la mitad de los demócratas se rebelaron contra los recortes, ya que temen que perjudiquen a los estadounidenses de bajos ingresos.

En el Senado se esperaba que no hubieran mayores resistencias al proyecto. Y finalmente contó con el apoyo de 81 congresistas, contra 19 que lo rechazaron.

Obama tendrá, de ese modo, hasta el viernes para promulgar el convenio, fecha en la que expira la resolución.

La votación fue el primer acto de una encendida batalla política en torno al gasto y la deuda. Obama y el Congreso se preparan, ahora, para nuevas luchas sobre el presupuesto del año fiscal 2012 y sobre un incremento del límite de 14,3 billones de dólares en el endeudamiento de los Estados Unidos.

Ambas cuestiones estuvieron presentes en el discurso que el mandatario formuló el miércoles. Durante su exposición, además anunció una reducción del gasto de 4 billones de dólares para los próximos 12 años y aseguró que el tema tendrá un foco primordial durante su campaña de reelección para el 2012.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, reiteró las advertencias de que un fracaso en elevar el límite de la deuda en los próximos meses sería irresponsable y podría tener consecuencias graves para la economía. Dijo a legisladores republicanos en el Congreso que ellos serían los culpables si hacían juegos políticos con el tema y el país se acercaba demasiado a una situación de incumplimiento en el pago de su deuda, que estremecería a los mercados de todo el mundo.