El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha decidido renovar el protagonismo de China en los programas prioritarios para su Gobierno con una batería de acuerdos en los últimos días en sectores como la construcción y la agricultura, mientras el país mira a las elecciones presidenciales de 2012.

En plena sobremesa de los venezolanos, el presidente irrumpió en el canal estatal para informar de que su Gobierno estaba por firmar dos acuerdos con ejecutivos de la compañía china Xuzhou Heavy Machinery Company (XHMC) para la compra de maquinaria y la posible instalación de un fábrica de materiales de construcción en el país.

Como ya ocurrió el pasado día 5, cuando anunció la constitución de una empresa mixta agroalimentaria en directo en televisión, Chávez volvió a dar el máximo protagonismo a los acuerdos con un socio clave para su proyecto político, como él mismo se encarga de recordar.

“Seguiremos dándole forma a esta gran alianza estratégica entre la República Popular China, su Gobierno, su modelo socialista, su pueblo, sus empresas, su tecnología, su espíritu solidario y nuestra República Bolivariana de Venezuela, nuestro socialismo en construcción”, dijo el presidente al término del pasaje televisivo.

En estos momentos hay representantes en el país de empresas chinas relacionadas con el ferrocarril, la agroalimentación, la vivienda, la construcción y hasta las finanzas.

La apuesta de China por Venezuela no es nueva pero sí está cobrando más intensidad, según indicaron analistas a Efe.

El intercambio comercial entre ambos países ha pasado de 175 millones de dólares en 1999 a 8.000 millones de dólares en 2009, y en 2010 el número de acuerdos comerciales bilaterales superaban los 300.

Eso antes de que en abril del año pasado el Gobierno chino concediera dos préstamos a Venezuela valorados en más de 20.000 millones de dólares -de ellos, 10.200 millones en yuanes-, unos fondos a los que hay que sumar los del Fondo Pesado binacional acordado en 1997 con 6.000 millones que pasaron a 12.000 en 2009.

Además, China ha hecho inversiones importantes como la de 16.000 millones de dólares durante tres años acordado en septiembre de 2009 para explotar hasta 450.000 barriles de crudo diarios en la Faja del Orinoco, la mina interminable de petróleo venezolano.