Pese a que al mundo entero exige a la dictadura libia ponga fin a la sangrienta represión que ya ha dejado más de mil muertos entre los manifestantes que exigen cambios democráticos, Hugo Chávez se muestra obstinado en dejar claro que Khadafi es su aliado.

Tras manifestar el jueves su apoyo al líder libio en su cuenta de Twitter, el mandatario venezolano insistió en que Khadafi enfrenta una rebelión que intenta derrocarlo.

"Yo no puedo decir que apoyo, estoy a favor o aplaudo cualquier decisión que tome cualquier amigo mío en cualquier parte del mundo, no, uno está a distancia", dijo Chávez.

Sin embargo, no dejó dudas sobre su posicionamiento: "Sí apoyamos al gobierno de Libia, la independencia de Libia, queremos la paz para Libia y nos tenemos que oponer rotundamente a las pretensiones intervencionistas".

El venezolano señaló que no ha podido contactar a Khadafi desde el inicio de las manifestaciones, e indicó que ha optado por "guardar un prudente silencio" debido a la "desinformación" sobre los sucesos en Libia.

En la misma línea que Chávez se mostró su par nicaragüense, Daniel Ortega, quien, junto con Fidel Castro, fueron los únicos líderes latinoamericanos en respaldar el régimen.

Según Ortega, existe una campaña para derrocar a Khadafi y apoderarse del petróleo de Libia.

El mandatario negó que el régimen esté reprimiendo las protestas, pese a que varias organizaciones y hasta el propio gobierno reconozca al menos centenares de muertos. "Hablan de bombardeos y no se ven los bombardeos. No hemos visto un solo avión disparando sobre la población, lo que sí nos acordamos es de los bombardeos en Irak, en Afganistán", dijo.

"Ahí vemos a un pueblo resistiendo con el líder de la revolución libia, nuestro hermano Khadafi al frente", señaló.

El dictador libió llamó este viernes a sus seguidores a tomar las armas y enfrentarse a los manifestantes que controlan la mayor parte de las ciudades del este del país y se dirigen a la capital Trípoli.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el viernes para estudiar sanciones contra el régimen, acusado de reprimir a los manifestantes causando cientos de muertos.

Un proyecto de resolución redactado por los países occidentales propone una serie de sanciones: embargo de venta de armas a Libia, que se prohíba viajar a Kadhafi y se congelen sus activos.