La iniciativa opositora se suma a una campaña para juntar firmas para presionar al gobierno. Según un sondeo, el 72% rechaza la negativa del presidente Daniel Ortega a los veedores.

En 2008, tras unas elecciones en las que arrasó el sandinismo, algunos observadores internacionales denunciaron la existencia de irregularidades en algunas regiones. La negativa del gobierno de Nicaragua tiene su origen en ese hecho puntual, lo que hizo dudar a una oposición que ha sacado a la luz al fantasma del fraude.

Hace 20 días,  Ortega indicó no permitirá que los comicios sean "controlados" por observadores locales, ni extranjeros. "Si quieren acompañarnos que lo hagan, pero no queremos controladores", afirmó (ver nota relacionada).

Sin embargo, una encuesta reciente (ver nota relacionada) concluye que el 78% de los nicaragüenses sí quieren que observadores certifiquen la transparencia alrededor de las urnas.  Por eso, el domingo se inició la campaña ¿Cuál es el miedo?, organizada por la Unión Ciudadana Democrática (UCD), compuesta por una docena de organizaciones civiles, que a su vez impulsan la regulación del tema por ley.

En este sentido, este miércoles, diez diputados de la derecha liberal y disidentes sandinistas presentaron un proyecto de ley que busca de "alguna manera reglamentar el derecho que tienen los nicaragüenses a la observación electoral", afirmó el diputado Victo Tinoco, del opositor Movimiento de Renovación Sandinista (MRS-centroizquierda).

La ley apunta, además, a llenar vacíos que tiene la actual Ley Electoral y la "desconfianza" que existe hacia el Consejo Supremo Electoral (CSE), subrayó Tinoco al referirse a la composición política del tribunal.

El proyecto requiere la aprobación de 47 de los 92 escaños del Congreso, un número con el que no cuenta la oposición debido a la división que existe en sus filas, por lo que podría terminar en un mero acto simbólico.

FUENTE: AFP