El presidente ecuatoriano exhortó a la Corte Constitucional a que de trámite a su pedido de consulta popular, de la que señaló sería objeto de un "bloqueo" por parte de sus opositores.

Tras los crecientes cuestionamientos que sufrieron algunas de las diez preguntas de la consulta popular, Rafael Correa instó a los jueces de la Corte Constitucional a que se pronuncien sobre su contenido a la brevedad posible, ya que "el país no tiene más tiempo que perder".

El mandatario argumentó que "los ciudadanos no son tontos" y podrán decidir libremente si aprobar o no las reformas planteadas por el régimen.

Correa envió días atrás a tribunal un documento con cinco preguntas para plebiscito y cinco enmiendas constitucionales, que este organismo deberá calificar para su validez y posterior convocatoria a consulta popular.

Las preguntas propuestas abarcan temas tan dispares como la reforma de los plazos para la caducidad de la prisión preventiva; la prohibición de los juegos de azar y las corridas de toros; la  creación de una comisión especial de los poderes Ejecutivo, Legislativo y de Transparencia, para tomar a su cargo "todas las funciones" del Consejo de la Judicatura, órgano de gobierno de la Función Judicial.

La iniciativa, cuyo eje central versa sobre una reforma del sistema judicial para aplacar la violencia, fue objeto de numerosos cuestionamientos de amplios sectores ecuatorianos.

Fuerzas opositoras denunciaron que con ese proyecto el gobierno sólo perseguía la idea de sumar poder, mientras que algunos medios de comunicación alertaron que uno de los interrogantes apunta a controlar la prensa.

El proyecto de consulta popular incluso despertó el rechazo de intelectuales, jueces y ex funcionarios públicos que, encabezados por el ex presidente Osvaldo Hurtado, decidieron agruparse en un nuevo grupo opositor para advertir sobre el peligro que acecha a la democracia ecuatoriana.

En respuesta a esas críticas, Correa expresó que sus opositores "le quieren quitar el derecho al pueblo ecuatoriano de expresarse en las urnas", por lo cual insistió en la posibilidad de que se pueda efectuar "una jugada política para boicotear la consulta, para evitar la transformación de la justicia".

FUENTE: DPA