La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) designó a alias “Orlando Porcelana” como sucesor del jefe del Bloque Sur, alias “Fabián Ramírez”, de quien se desconoce su paradero desde un operativo realizado en su contra el mes anterior, informó hoy la prensa local.

Un informe del telenoticiero Noticias RCN aseguró que alias “Orlando Porcelana” asumió el mando del bloque hace una semana y una de las primeras órdenes que dio fue ajusticiar a una guerrillera que escapó con cinco kilogramos de cocaína.

“Inteligencia de la Policía conoció comunicaciones en las que ‘Orlando Porcelana’ aceptó la designación y le pidió a sus subalternos buscar a una guerrillera que escapó con cinco kilos de cocaína”, señaló.

Se escapó del campamento con un cargamento

“El 1 de diciembre alias ‘Yuly’ salió de un campamento en zona selvática del departamento de Caquetá (sur) con un cargamento de droga que le robó a su compañero sentimental conocido como ‘Wilmer Díaz’. En Bogotá, la mujer fue detenida por la Policía y ahora colabora con las autoridades y es protegida”, agregó.

Según el medio, el guerrillero, con 32 años en las filas de las FARC, fue encargado de manejar los negocios del narcotráfico del bloque, así como la contabilidad e información que manejaba “Fabián Ramírez”.

Confusión por el paradero de “Ramírez”

Las autoridades colombianas creen que “Ramírez” murió en un bombardeo el 20 de noviembre en uno de sus campamentos en el departamento del Caquetá (sur), basándose en una información que les suministró una guerrillera que sobrevivió al ataque respecto a que el jefe guerrillero se encontraba en el lugar.

Medios locales han afirmado por su parte que el jefe guerrillero se salvó de morir porque “salió del campamento (bombardeado) días antes de la ofensiva de la fuerza pública”, mientras que las FARC no han confirmado ninguna versión sobre el paradero de “Ramírez”, cuyo verdadero nombre es José Benito Cabrera.

“Ramírez” es considerado por las autoridades uno de los líderes del narcotráfico dentro del grupo insurgente y por informaciones que permitan su captura el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 2,5 millones de dólares.

El jefe guerrillero igualmente es uno de los tres comandantes que el secretariado de las FARC ha delegado como voceros para negociar un eventual acuerdo humanitario con el gobierno, en el que se canjearían cerca de una veintena de efectivos secuestrados por varios guerrilleros presos en cárceles.