Veintitrés días después de ocurrida, Fidel Castro calificó de “accidente” la horrenda masacre del 13 de julio de 1994. Habían muerto 37 personas, de los cuales 10 eran niños, y en su discurso, el principal culpable justificaba también a los perpetradores directos.

Sobre las 3 de la madrugada, la muerte había empezado a poblar las olas solo a siete millas de las costas habaneras, mientras el General Senén Casas Regueiro simulaba un rescate a la vista de un mercante griego que entraba a la Bahía. “¿Y qué hacen estos asesinos? Implementan algunos cambios para que la tripulación griega no viera lo que estaba sucediendo”, dijo a Radio Televisión Martí, el investigador y escritor Jorge A García, quien perdiera 14 familiares en el suceso.

A las tres de la madrugada del 13 de julio de 1994 el grupo de personas había abordado el remolcador fondeado en el muelle Salvamento. Al frente de la expedición iba Fidencio Ramel Prieto Hernández, militante del Partido Comunista y jefe de operaciones del Puerto de La Habana. El objetivo: llegar a Estados Unidos.

Para salir a mar abierto, deberían cruzar la rada habanera, pero se percataron de que eran seguidos por dos embarcaciones modelo Polargo de la Empresa Estatal de Servicios Marítimos (EESM), habilitadas para apagar fuegos con cañones de agua salada a presión.

Los Polargo hacen señales al 13 de Marzo con las luces, pero el remolcador acelera y se aleja rumbo hacia mares internacionales.

A fuerza de violentos tiros de agua, los barcos atacantes cercan al remolcador en las inmediaciones del Muelle La Francesa, pero logra escapar y de nuevo es alcanzado por los “Polargo” ya en mar abierto. Otro Polargo se suma.

Finalmente, la tripulación decide apagar el motor. Los pasajeros esperan ser detenidos. Algunas mujeres salen con sus hijos en brazos para alertar a las autoridades, pero las andanadas de agua se hacen aún más seguidas y lanza a algunos al mar.

El “Polargo” 2 mantiene los chorros por banda mientras el Polargo 5 retrocede unos metros y luego arremete con su proa de acero contra la popa de madera del remolcador. La grieta permite la avalancha del mar.

Víctimas del Remolcador 13 de marzo.

"Una vez el “13 de Marzo” totalmente hundido, comienzan a salir a flote fragmentos de madera y una nevera industrial. De la nevera se agarraron un grupo de sobrevivientes.

Las tres lanchas del régimen, con sus motores a máxima revolución, montaron un cerco alrededor de sus víctimas creando remolinos.

Cuando el buque procedente de Gracia entró a escasas millas de donde estaba ocurriendo la matanza apagaron motores y abrieron paso a un barco de las tropas Guardafronteras.

Los tripulantes de la lancha Griffin tiraron, de muy mala gana, unas sogas con salvavidas y entonces una buena parte de los náufragos se pudo salvar, rememoró García.

“Automáticamente todos subieron a la embarcación militar en calidad de detenidos, los esposaron. Los llevaron a unos calabozos en Jaimanitas y luego los trasladaron para Villa Marista, el cuartel general de la policía política”, apuntó.

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Aniversario del hundimiento del Remolcador 13 de Marzo

by Radio y Televisión Martí | RadioTelevisionMarti.com

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“Allí dejaron presos a los hombres, algunos por espacio de 6 meses, pero las mujeres con sus hijos que sobrevivieron las mandaron para sus hogares”.

“Poco a poco soltaron a todos bajo amenaza de ser encarcelados si hablaban de lo que había pasado”, destacó el investigador, que ha documentado frente a diferentes organismos internacionales el inhumano hecho.

Al respecto el presidente de la Comisión Internacional Fiscalizadora de Crímenes de Lesa Humanidad del Castrismo, JusticiaCuba, el abogado mexicano René Bolio, aseguró a nuestra redacción que el hundimiento intencional del remolcador con civiles a bordo, todos desarmados, debió haber sido juzgado, como en cualquier país, como un asesinato y haber sido condenado por las cortes cubanas.

“Por ello ya se metió una demanda en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ha procedido. Falta nada más que se pueda aplicar dentro de Cuba. La Comisión Justicia Cuba ha integrado ya el expediente completo. Pero lo que estamos buscando es que se constituya un tribunal que pueda juzgar como crimen de lesa humanidad esta conducta, que califica perfectamente conforme a la legislación internacional. Creo que es de los crímenes más nefastos que se han visto en Latinoamérica”, concluyó Bolio.

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