Un tribunal brasileño concedió este miércoles el arresto domiciliario, en lugar de la cárcel, y redujo la condena de doce a nueve años al exministro Antonio Palocci, importante dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) y cuyo testimonio salpicó por corrupción a los antiguos presidentes del país Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Estas decisiones fueron aprobadas por la mayoría de los miembros de la sala del tribunal de la ciudad de Porto Alegre encargada del caso, en compensación por la colaboración de Palocci en la investigación de diferentes delitos.

El exministro podrá ser excarcelado el jueves y pasar a cumplir mediante arresto domiciliario, controlado por una tobillera electrónica, la condena de nueve años y diez días de prisión a que fue reducida su pena por corrupción pasiva y lavado de dinero, informaron fuentes de la corte.

Palocci, preso desde 2016, fue uno de los hombres más influyentes en los gobiernos de Lula (2003-2010) y de su ahijada política, Rousseff (2011-2016).

Palocci, preso desde 2016, fue uno de los hombres más influyentes en los gobiernos de Lula (2003-2010) y de su ahijada política, Rousseff (2011-2016)

Dirigió sus campañas electorales y fue titular de Hacienda de Lula y ministro de la Presidencia de Rousseff.

Tras ser condenado por corrupción en un caso vinculado a millonarios desvíos en la petrolera Petrobras, este dirigente del PT firmó un acuerdo con la Fiscalía para colaborar con la Justicia y revelar sus delitos y a sus cómplices, a cambio de una reducción de su pena y otros beneficios.

En los interrogatorios ante la Justicia, Palocci ha acusado a Lula y Rousseff de diferentes delitos, que aún son investigados y pueden agravar la situación legal del expresidente, quien ya cumple una condena de doce años de prisión por corrupción y lavado de dinero.

En uno de sus testimonios, Palocci afirmó que tanto Lula como Rousseff presionaron a directivos de los fondos de pensiones del Banco do Brasil, de la Caixa Economica Federal y de Petrobras, que fueron nombrados para esos cargos por el PT, para inyectar dinero en un "proyecto" para construir navíos-plataformas para Petrobras.

En uno de sus testimonios, Palocci afirmó que tanto Lula como Rousseff presionaron a directivos de los fondos de pensiones del Banco do Brasil, de la Caixa Economica Federal y de Petrobras

El objetivo de esas acciones, según el exministro, era recaudar dinero para las campañas del PT, especialmente para la de Rousseff de cara a las elecciones presidenciales de 2010.

Palocci había sido condenado previamente por el entonces juez federal Sergio Moro, responsable de la investigación del escándalo conocido como Lava Jato y nombrado ministro de Justicia del Gobierno del presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, por haber recibido sobornos de la constructora Odebrecht a cambio de favorecerla en las licitaciones de Petrobras.

Por otra parte, en la audiencia el tribunal confirmó la condena a ocho años y diez meses de prisión por corrupción contra el exministro José Dirceu, otro importante dirigente del PT y que era considerado la mano derecha de Lula.