Un artículo publicado por la revista The New Yorker vincula a Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl Castro y hasta hace unos meses jefe de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional, que asesoraba a su padre, con los presuntos ataques acústicos que afectaron a dos decenas de diplomáticos estadounidenses y canadienses en La Habana.

Según el reportaje, titulado "The Mystery of the Havana Syndrome", el departamento del Ministerio del Interior cubano que dirigía Castro Espín habría sido desmantelado en fecha cercana a marzo, justo cuando su no inclusión entre los nominados a sustituir a su padre al frente del Gobierno cubanolevantó especulaciones.

El hasta entonces poderoso vástago de Castro no fue siquiera incluido como diputado en la Asamblea Nacional del Poder Popular nombrada en abril, cuando fue nombrado como gobernante Miguel Díaz-Canel.

Según The New Yorker, varios oficiales estadounidenses que solían mantener contacto con él durante el periodo de normalización de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Cubay EEUU dijeron que "él no está respondiendo sus mensajes".

Las mismas fuentes dijeron haber escuchado que Castro Espín está en "aislamiento, aparece raramente en público; según la expresión cubana, estaría recluído en su casa, en plan piyama".

"Trabajó con nosotros, y enviaría un terrible mensaje si ha sufrido por ello debido al cambio en la política de EEUU", dijo un oficial cuya identidad no fue revelada.

Un antiguo asociado a Fidel Castro sugirió algo aún más turbio a The New Yorker: "Alejandro podría haber sido despedido por ser el responsable de los ataques acústicos; ya fuere que los haya ordenado o encubierto a quienes los hicieron, actuando por su cuenta, sin el conocimiento de su padre. Es la única explicación posible para que Raúl haya decidido castigarlo", especuló.

La desaparición de Castro Espín del eje del poder en Cuba se hizo muy evidente, pues su papel había sido decisivo en los asuntos fundamentales de la agenda internacional cubana del periodo raulista.

Cuando Raúl Castro se reunió en abril de 2015 con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un encuentro histórico en Panamá, Castro Espín formó parte del reducido grupo que permaneció en la habitación donde se celebró la entrevista.

Si bien se desconoce el papel que puede haber jugado en los 18 meses de negociaciones secretas que llevaron al anuncio de la distensión entre ambas naciones, su alto perfil comenzó a visualizarse el 17 de diciembre del 2014, fecha en que su padre y Obama anunciaron el inicio del deshielo.

En virtud de un intercambio de prisioneros que formó parte del acuerdo bilateral, Castro Espín, vistiendo uniforme militar, fue el primero que saludó al pie de la escalerilla del avión a los tres agentes de inteligencia condenados a largas penas de cárcel en Estados Unidos que regresaron como héroes a La Habana.

Cuando Raúl Castro se reunió en el Vaticano con el Papa Francisco, su hijo estaba cerca de ambos.

Además, en 2017 se reunió con el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, para tratar la cooperación en la esfera de la seguridad informática. En 2014, Castro Espín firmó en Moscú un "memorando de cooperación" sobre inteligencia. El acuerdo de aquel entonces fue suscrito entre el Consejo de Seguridad de Rusia y la Comisión para la Seguridad y Defensa Nacional de Cuba.

DIARIO DE CUBA

Alejandro Castro Espín y los ataques acústicos

Jorge Hernández Fonseca

9 de Marzo de 2018

Hay una importante noticia procedente de la Habana que por alguna razón desconocida no ha circulado todo lo que sus implicaciones evidencian. El hijo de Raúl Castro, Alejandro Castro Espín, jefe de una Supra Comisión de seguridad nacional, ha sido destituido --total o parcialmente-- y su sede ha comenzado a ser desmantelada, como para no dejar huellas.

La noticia circuló casi en paralelo con la publicación de una investigación realizada por cierta universidad norteamericana sobre los llamados “ataques acústicos”, concluyendo que muy probablemente lo sucedido fue debido a una “impericia” (un trabajo malo de ingeniería) de los servicios secretos cubanos colocando “escuchas” ultrasónicas en las residencias de diplomáticos norteamericanos y canadienses, que interfirieron con otros equipos similares.

Extrañamente, nadie ha relacionado públicamente ambas noticias. Es evidente que el desmantelamiento de la Supra Comisión de Alejandro sea consecuencia de su mal trabajo con las escuchas ultrasónicas contra los norteamericanos y canadienses y las consecuencias nefastas que los hombres bajo su mando han causado, tanto en la salud de los diplomáticos y sus familias como en las relaciones con EUA, dejando la dictadura de Raúl Castro en evidencia.

Todo el panorama se desarrolla a pocas horas de una sucesión en el mando del país, para la cual Alejandro Castro se había valorado entre los posibles herederos para el cargo, en sustitución de su padre. Es claro ahora que cualquiera puede ser el designado, menos un funcionario que ha cometido semejante chapucería. ¿Tendrá esto consecuencia para la posible sucesión de Alejandro por Raúl en el cargo máximo del partido? Tiempo al tiempo.

Estos hechos poco profesionales se desarrollan como epílogos al desgobierno de Raúl Castro, que asociados previamente a la desaparición física del dictador mayor seguidos del “suicidio” de su hijo primogénito, marcan el colofón de despedida de la pesadilla castrista que ya dura demasiado, preludiando luz en el obscuro y empobrecedor horizonte castrista cubano.

Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com

Referencia:

https://www.martinoticias.com/a/gobierno-cubano-reestructura-poderosa-comision-defensa-seguridad/163542.html

http://www.americateve.com/gobierno-cubano-reestructura-poderosa-comision-defensa-y-seguridad-que-dirige-hijo-raul-castro-n983404