Nada ha cambiado para la libertad de prensa en la Isla tras la llegada a la presidencia de Miguel Díaz-Canel el pasado abril. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en su informe presentado este viernes en la Asamblea General de la organización que se celebra hasta el día 22 en Buenos Aires.

"La censura pareciera que se acrecentó", precisa el informe redactado por el periodista camagüeyano y director de la revista La Hora de Cuba Henry Constantín, quien no puedo salir de la Isla para presentarlo.

La SIP recuerda que Díaz-Canel, quien hace poco más de un año cargó con dureza contra la prensa independiente, accedió a la presidencia "en medio de un tsunami de represión policial y de meses de continuada tortura sicológica sobre la prensa independiente", y que la reforma constitucional cuya aprobación está prevista para el 24 de febrero "mantiene serias limitaciones a la libertad de prensa y de expresión".

El informe hace referencia en este último punto a la controvertida propuesta de reforma del artículo 60 de la Constitución. Aunque el nuevo texto reconoce la libertad de prensa para los ciudadanos, los medios de comunicación seguirán siendo "de propiedad socialista de todo el pueblo, lo que asegura su uso al servicio de toda la sociedad". Además, "el Estado establece los principios de organización y funcionamiento para todos los medios de comunicación social".

Las tácticas gubernamentales para silenciar a los periodistas independientes tampoco han disminuido, según el informe de la asociación, que señala que son habituales las detenciones de corta duración y el uso de citaciones para interrogatorios en las oficinas del Ministerio del Interior (Minint) que tienen como objetivo amedrentar a estos profesionales.

La SIP afirma que aunque los hombres son detenidos con más frecuencia y durante más tiempo, "es a las mujeres a las que el Minint aplica los castigos más prolongados"

La SIP afirma que aunque los hombres son detenidos con más frecuencia y durante más tiempo, "es a las mujeres a las que el Minint aplica los castigos más prolongados, especialmente a aquellas con hijos". Cita expresamente el caso de la economista Karina Gálvez, la también miembro del Consejo de redacción de la revista Convivencia, que cumple una condena de tres años por un delito de evasión fiscal y no está autorizada a ejercer su profesión.

También ha aumentado "la frecuencia y agresividad" del acoso verbal contra los periodistas independientes en la vía pública, según el informe, que expone el caso de Iris Mariño. La fotógrafa y reportera en La Hora de Cuba "sufrió acoso sexual continuado, en forma de seguimientos, filmaciones, tocamientos y hasta un beso en la vía pública por parte de agentes de la Seguridad del Estado", se lee en la nota.

Según la SIP, no solo han aumentado los registros de viviendas de periodistas independientes, sino también las presiones a los arrendatarios para que los expulsen de sus casas en alquiler. Además, el informe señala que "la Seguridad del Estado ha ejecutado campañas difamatorias contra comunicadores en sus zonas de residencia o en internet".

Otras prácticas represivas de la Seguridad del Estado, como la confiscación de bienes personales y de trabajo, la prohibición de salida del país o los interrogatorios o "revisiones exhaustivas durante estancias en aeropuertos" se mantienen casi sin cambios.

En su informe, la SIP no deja atrás la importancia de las nuevas tecnologías para que los reporteros independientes puedan realizar su trabajo, y señala que "una veintena de sitios web de medios de prensa enfocados en el país y organizaciones periodísticas internacionales" continúan bloqueadas en la Isla. También señala que "los precios y la baja difusión geográfica del acceso a internet impide el uso de la red para informarse o compartir información", en alusión a la baja calidad en el servicio del monopolio de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba.

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