El gobierno bolivariano prosigue la purga contra los militares que en su día fueron más cercanos a Hugo Chávez, considerados incluso como "héroes"de la fracasada asonada del 4-F de 1992, que lanzó a la fama mundial al "comandante supremo".

El último en ser encarcelado es uno de los más importantes, el mayor general Alexis López Ramírez, solo unas horas después de que se solidarizara con el otro gran detenido, el general retirado Miguel Rodríguez Torres.

Se da la circunstancia además de que ambos militares ocuparon puestos clave en la administración de Maduro. El primero ejerció como secretario del Consejo de Defensa de la Nación hasta su dimisión en junio de 2017, al sumarse a las posturas críticas de la fiscal rebelde Luisa Ortega. Al hacer pública este renuncia,López Ramírez ratificó su "aprecio, gratitud y amistad" hacia el primer mandatario, para después mostrar su desacuerdo ante la convocatoria ilegal e inconstitucional de la Asamblea Nacional Constituyente.

Y el segundo fue su ministro de Interior durante la represión contra las protestas de 2014, durante las cuales fue encarcelado el líder opositor Leopoldo López.

El ruido de sables, la detención de estos dos generales y la captura de una decena de tenientes coroneles se han convertido en la gran preocupación para el gabinete del "hijo de Chávez", cuando todavía faltan más de dos meses para las elecciones presidenciales de mayo. A los detenidos se les acusa de traición a la patria y de participar en supuestas conspiraciones para derrocar al actual gobierno revolucionario.

El general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa y principal aliado de Maduro en el seno del Ejército, reconoció ayer "que hay intentos", que siempre se está conspirando mientras el Imperio "toca sus marionetas". En cambio, negó rotundamente que se vaya a producir otro golpe de Estado en Venezuela: "Aquí no puede haberlos, estamos en pleno siglo XXI. Eso no va a pasar".

La primera en saltar a la palestra para defender a los dos generales fue la propia Ortega: "La persecución dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana arrecia a medida que transcurren las horas en Venezuela. Recibo información de varias detenciones arbitrarias contra la vida de militares activos y retirados. La dignidad es una conspiración para el gobierno".

EL MUNDO, ESPANHA