El Gobierno cubano ha accedido a trabajar en la solución de los casos de prófugos de la justicia estadounidense refugiados en la Isla, como parte de los esfuerzos por normalizar las relaciones, confirmó el presidente Barack Obama a legisladores al presentar argumentos para sacar al régimen de la lista de Estados que patrocinan el terrorismo, reporta la AP.

Antes, Jeff Rathke, vocero del Departamento de Estado, había dicho que el gobierno de Raúl Castro había aceptado negociaciones sobre dos fugitivos: Joanne Chesimard, alias Assata Shakur y el puertorriqueño William Morales.

En un mensaje al Congreso fechado el miércoles, Obama reconoció que el Gobierno cubano ha proporcionado vivienda, cartillas para alimentos y servicios médicos a algunos de los fugitivos solicitados para ser enjuiciados o cumplir sentencias de prisión por acusaciones graves en Estados Unidos. Sin embargo, alegó que La Habana ha mostrado más cooperación en algunos casos recientes y devolvió a dos prófugos en 2011 y a otros dos en 2013.

"Cuba ha acordado incorporarse a un diálogo judicial con Estados Unidos que incluirá conversaciones con el objetivo de solucionar casos pendientes de fugitivos", escribió Obama. "Creemos que el fuerte interés de Estados Unidos en el regreso de estos prófugos será mejor servido al entrar en este diálogo con Cuba".

La decisión de Obama de sacar al régimen de la lista de patrocinadores del terrorismo ha encontrado oposición y uno de los principales argumentos en contra es la cuestión de los fugitivos.

El senador Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, y el gobernador republicano de ese estado, Chris Christie, han sostenido que la designación de patrocinador del terrorismo debe mantenerse, especialmente por la negativa de La Habana a extraditar a Joanne Chesimard, integrante de las Panteras Negras y del Ejército Negro de Liberación.

Chesimard ha vivido en Cuba desde que escapó de prisión tras ser declarada culpable en 1977 de matar a un policía estatal de Nueva Jersey.

"Es una vergüenza nacional que este presidente incluso considere una normalización de las relaciones mientras ellos albergan a una asesina terrorista que debe estar en prisión en Nueva Jersey", dijo Christie, potencial aspirante a la presidencia en 2016, en una asamblea ciudadana el miércoles en Nueva Hampshire.

Josh Earnest, secretario de Prensa de la Casa Blanca, rechazó la idea de que el hecho de que La Habana devuelva o no a los prófugos estadounidenses deba estar vinculado con la decisión de retirar al régimen de la lista de patrocinadores del terrorismo.

"El hecho de que un país pueda tener algunos fugitivos que necesitan ser presentados ante la justicia aquí en Estados Unidos no amerita su inclusión en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo", afirmó Earnest. "Y sé que ése es el argumento que algunos hacen, pero no es un argumento que se sostenga ante el escrutinio que se requiere para un nombramiento grave como es el de ser añadido a la lista de Estados que patrocinan el terrorismo".

Otro alto funcionario indicó que el gobierno pretende plantearle a La Habana no solo los casos de prófugos de alto perfil, sino también la búsqueda de justicia en delitos de alta prioridad como los fraudes al Medicare, el sistema gubernamental de atención médica para adultos mayores. El funcionario habló a condición de guardar el anonimato porque carece de autorización para hacer declaraciones.

El Departamento de Justicia indicó que los prófugos que el Gobierno cubano devolvió en 2011 eran Denis Catania y Diana Camacho, que huyeron luego de ser acusados de asesinar a un hombre de 23 años cuyo cadáver fue hallado dentro de un automóvil en llamas en Nueva Jersey. La dependencia dijo que, en 2013, La Habana entregó a Joshua y a Sharyn Hakken, quienes fueron acusados de secuestrar a sus hijos de 4 y 2 años, que estaban bajo la custodia legal de los abuelos, y llevárselos a la Isla en un velero.

El mensaje de Obama al Congreso ofrece un argumento más detallado luego de que el martes anunciara que sacará a La Habana de la lista.

El Congreso tiene 45 días para objetar la medida, pero es casi seguro que Obama veté cualquier maniobra para bloquearla.

DIARIO DE CUBA