EEUU responde NO a cubanoamericanos que reclaman a Biden 'normalizar' las relaciones con la dictadur

Un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que Washington da ...

Catástrofe climática en Rio Grande do Sul, Brasil

Las devastadoras imágenes de las inundaciones en el sur de Brasil no ...

Persecución contra la prensa en Venezuela: la dictadura chavista acusó a periodistas de ArmandoInfo

El fiscal general de Venezuela, el chavista Tarek William Saab, acusó este ...

AstraZeneca retirará su vacuna contra el COVID-19 a nivel mundial. Peligro de coágulos

La farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca está retirando su vacuna COVID-19 en todo el ...

Tragédia no Rio Grande do Sul chega a 100 mortos; 230 mil deixaram suas casas

A maior tragédia climática da história do Rio Grande do Sul continua ...

Confieso mis intolerancias PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 19 de Julio de 2013 12:00

Por José Prats Sariol.-

Ahora resulta que las víctimas somos intolerantes: no aplaudimos el reformismo del castrismo tardío como solución para Cuba. Daría risa, si no fuera diabólico.

El último truco es un grotesco monumento a la astucia. Tan grotesco como los nuevos apellidos del "patriciado criollo": los Castro Espín y los Castro Soto del Valle, los Guevara, los Cienfuegos…, dignos bocados para cierto historiador heráldico, de rimbombante estilo.

Y se han lanzado con todo: cónsules dando conferencias en Miami sobre repatriaciones y compras de casas, autos e inversiones en cooperativas; giras autorizadas para disidentes, con suave aterrizaje y vigilada tolerancia; apoyo a evangelizaciones conciliatorias de la Iglesia Católica y otras congregaciones cristianas, con el "amor todo lo puede" de bandera para incautos; invitaciones a artistas, escritores y deportistas residentes en el extranjero; mensajes a Washington sobre control policíaco y mediático de las masas y seguridad caribeña contra los narcos y capitales sucios…

La élite del poder apuesta a que su continuidad parezca el menor de los males. Y lo está haciendo muy bien. Por lo pronto sus oponentes aparecemos como conservadores de una confrontación antigua, intolerantes de los nuevos tiempos, aires, arreglos jugando golf, donde tal vez hay invitaciones para apellidos llenos de pátina o riqueza: Céspedes y García Menocal, Bacardí, Saladrigas, Díaz Balart, Lobo, Zayas, Mas, Goizueta, Fanjul …

En realidad, no me gusta ni el sustantivo (tolerancia) ni el verbo (tolerar). Suelen alojar un barniz hipócrita que tapa prejuicios, dogmas, discriminaciones. Sacan una pezuña demagógica por debajo de la saya de la abuelita buena, como ahora Raúl Castro y sus "Lineamientos"; como puede leerse en el discurso de Díaz-Canel al clausurar el congreso de la Unión de Periodistas, donde repite lo de dentro de la revolución todo, es decir, un nuevo ropaje para la anciana censura, tras una poco verosímil autocrítica al Partido.

Prefiero encasquetarle el prefijo: Soy intolerante con las religiones fundamentalistas, las dictaduras y caudillos, la pederastia, el racismo, la homofobia, el sexismo en sus vertientes machistas o feministas, los fanatismos políticos de cualquier signo, las leyes injustas, las salvajes desigualdades económicas que avergüenzan al planeta. Y no me da pena, más bien todo lo contrario, defender mis tajantes intolerancias: Decir que con ellos —los Castro y su pelotón— nada.

Como apenas me represento a mí mismo, puedo darme ese lujo, por lo general no apto para políticos, empresarios, diplomáticos, funcionarios. Pago, desde luego, el precio. A veces muy caro, como el exilio cuyas letras aún me cobran.

No toleré a un viejo amigo gay, lingüista noruego, cuando comenzó a andar en Cuba con menores de edad, allá por los 90 del siglo pasado. Rompí la amistad. Pongo mis límites morales, cercas donde no dejo pasar al único partido que su misma ley autoriza, fronteras a quienes transitan a un capitalismo despiadado, sin sindicatos autónomos.

Me fui de una casa en Puebla, en México, cuando el dueño habló de los pobres como haraganes, indios churrosos y analfabetos que están así por falta de voluntad y apego a sus costumbres enfermizas. Me fui tras decirle que su punto de vista era intolerable.

No tolero en silencio el actual disfraz reformista de la dictadura cubana. Señalo a los guerrilleros sobrevivientes, generales y familia cercana, como nuevos empresarios inescrupulosos. Pero entiendo a los que por necesidad, oportunismo, creencia o ingenuidad, aceptan, sonríen o celebran el engaño final, el colofón al estilo ruso o sandinista.

¿Por qué tendríamos que creer en una rectificación de fondo, de extirpar las raíces del sistema, cuando ni siquiera ellos lo dicen? ¿Por qué aceptar una transición con los mismísimos demoledores del país? ¿Por qué en las postrimerías sí y en medio siglo no?

Soy un intolerante. No permito que me tupan las entendederas con argumentos donde al final va a resultar —como dice Raúl Castro en sus últimos discursos a públicos cautivos—que la "revolución" ha sido víctima de la ingratitud, la picardía, la vulgaridad y la siesta de los cubanos.

Ah no. Entiendo a los gobiernos que circundan a Cuba, muy en particular al de los Estados Unidos y al de México. Sus intereses —se sabe— son los suyos, incluyendo negocios turísticos, agrícolas, industriales. Razono los de la comunidad cubana de Miami, cuyos cambios sociales, económicos, demográficos y culturales en las dos últimas décadas, giran hacia el fin del embargo, constituirse en una emigración como la mexicana de Los Ángeles, de pachucos a yucas, boniatos, ñames.

Comprendo la amenaza de un baño de sangre o un éxodo masivo tras una crisis de gobernabilidad. Comprendo la miseria del arroz con averigua y el espanto de las venganzas, la diferencia entre lo real y lo anhelado. Pero me asquean las negociaciones donde tú me manipulas a mí y yo a ti, hasta que nos ponemos de acuerdo en cómo manipular a la mayoría.

Ese toma y daca recuerda el "Aé, aé, aé la Chambelona", el choteo caracterizado por Jorge Mañach que asoma en algunas estampas de Eladio Secades. Infecta, desmemoriza, se parece a aquellas historias de Inglaterra que Chesterton ridiculizara.

Va a ocurrir. Quizás ya está ocurriendo. Tal vez sea el mal menor. Pero no me pidan que calle. Mucho menos que salude. No sé jugar golf. No podría colar la bolita ni en Varadero ni en Miami Springs. Confieso un apego cariñoso, testarudo, a mis intolerancias.

Romado del DIARIO DEL CUBA

 

Comments  

 
0 #2 Felix Romeo 2013-07-21 23:00
Y como crees que quienes entronizaron la injusticia y arruinaron la patria, van hoy de pronto a restablecer la justicia? Sobretodo cuando ni lo dicen explicitamente, ni los pasos que dan van por esos rumbos. Con la soga al cuello solo tratan de ganar tiempo para como siempre salirse con la suya: sortear los actuales escollos, lograr el objetivo de mantenerse en el poder y hacerse fuertes. Ahora buscan la cooperación de los "exiliados" para utilizarlos una vez más; una vez logrado su propósitos y fortalecida la tiranía volveremos a ser para ellos los mismos "gusanos" de siempre. Restablecer la justicia no debía suponer un acto tan complejo ni tan dilatado como lo hacen. Bastaria solo con derogar la actual constitución, dejar organizada elecciones directas y pluripartidista s y retirarse del poder. Estan dispuestos a llevar eso a cabo? si la respuesta es no, no tengo que colaborar con ellos para nada aúnque me tenga que morir mil veces en el exilio.
Quote
 
 
0 #1 pedro a.peraza lopez 2013-07-20 10:49
No voy a reclamar,si se restablece la justicia podria,no quiero espacio alguno,si se restablece la justicia debia buscarlo,no quiero participar si se restablece la justicia podria,pero ya se hace tarde,mis raices las he tenido que afianzar lejos,trtar de que no se mueran,mis huesos andan viejos y cansados,de frios y humedos inviernos desgastados.Si se restablece la justicia quien va a restablecer lo perdido. solo si se restablece la justicia,creo que nos merecemos ver que se hace justicia y que nunca mas las sombras vuelvan.
Quote
 

Add comment


Security code
Refresh

La industria turística cubana, empantana

Indicado en la materia

Por EMILIO MORALES.- Los pobres resultados alcanzados por la industria turística cubana en los primeros tres meses del año auguran otro año de estancamiento en el sector que lo mantiene a la zaga en...

Raúl Castro 'El Cruel' y sus complejos

Indicado en la materia

Por ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES.- Raúl Castro actúa de manera cada vez más irresponsable y cruel. Quiere que el final del régimen que lleva su apellido tenga un final traumático, no civilizado. Se...

'Corriente y comida' también es 'Patria

Indicado en la materia

Por RAFAELA CRUZ.- Es difícil encontrar una revolución de esas que han cambiado el destino de una nación o de la humanidad toda, que no haya cuajado a partir del infortunio económico ag...

El rescate ruso de Cuba se evapora

Indicado en la materia

Por EMILIO MORALES.- Mientras Cuba se apaga, las esperanzas sembradas por el PCC de un rescate financiero ruso a raíz del anuncio de que Cuba adoptaría el modelo ruso, se han desinflado a la...

La “Revolución Cubana”, un bodrio carent

Indicado en la materia

Por Jorge Hernández Fonseca.-  Todo lo mal hecho se justifica en la Cuba de los hermanos Castro como siendo producto de lo que la dictadura llama “bloqueo imperialista” de los Estados Un...

La llamada “Revolución Cubana” fracasó

Indicado en la materia

Por Jorge Hernández Fonseca.-  No solamente la “Revolución Cubana” fracasó, como que es una verdadera vergüenza que hombres que tuvieron el coraje de alzarse en armas contra una dictadura política (si ...

Cuba: La isla de los sueños traicionados

Indicado en la materia

Por Jorge Hernández Fonseca.-  Existe en la Cuba castrista actual una decisión firme: cambiar su régimen económicamente socialista y estatista, a un régimen capitalista mafioso estilo ruso. Será capitalista porque se re...