José Conrado Rodríguez, un sacerdote cubano que ha criticado al gobierno comunista y la jerarquía de la Iglesia Católica, confirmó el domingo que se trasladará desde Santiago de Cuba a una nueva parroquia en Cienfuegos.

Juan O. Tamayo

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También va a escribir un libro y a dar conferencias sobre la historia de la imagen de Nuestra Señora de la Caridad en la Basílica de El Cobre, patrona de Cuba, a petición del arzobispo de Santiago, Dionisio García, dijo el sacerdote a El Nuevo Herald.

Rodríguez dijo que recibió con agrado la asignación del libro y que García le ofreció un año de descanso de sus deberes pastorales para hacerlo. Pero él quería seguir siendo párroco y obtuvo una nueva misión pastoral en Cienfuegos, una ciudad portuaria de la costa sur al centro de la isla.

“El libro no es un castigo. Creo que Dionisio realmente quiere este libro, y yo lo quiero también. Voy a hacerlo con ilusión,” dijo en una charla telefónica desde su iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús, en la ciudad oriental de Santiago, la segunda más grande de Cuba.

Llamado a veces “el cardenal del pueblo”, Rodríguez, de 62 años de edad, ha criticado el cardenal cubano Jaime Ortega, y un cable diplomático de EEUU hecho pública por Wikileaks informó de que se había quejado de que la iglesia “no está saliendo a la palestra”.

Se le ordenó trasladarse en el 2010 al poblado de El Cristo, en las afueras de Santiago, pero se mantuvo en Santa Teresita hasta ahora, por lo menos según se ha dicho públicamente, porque los sacerdotes que debían sustituirle se retrasaron en otra asignación.

Santa Teresita fue severamente dañada por el huracán Sandy el año pasado. Funcionarios del gobierno querían que la iglesia fuera demolida, pero Rodríguez encontró expertos independientes que dijeron que la iglesia podía repararse, de acuerdo a amigos del sacerdote.

“No han sido tiempos fáciles, últimamente”, dijo Rodríguez. “Pero hoy me despedí de la comunidad y el viernes entrego la parroquia”.

“Estoy muy contento de dejar la parroquia en manos de mis sucesores”, tres cubanos, dijo. El país de 11 millones de personas, oficialmente ateo de 1962 a 1992, tiene solamente 340 sacerdotes, un poco más de la mitad de ellos extranjeros.

La parroquia opera varios comedores para los necesitados, programas educativos y deportivos para niños y clases computación para jóvenes y adultos. También envía voluntarios para que visiten a los feligreses ancianos en sus hogares.

Rodríguez escribió una carta pública al gobernante cubano Fidel Castro en 1994, culpándolo de la economía caótica, pidiendo elecciones justas y instándole a iniciar un diálogo con disidentes y exiliados.

Fue enviado a estudiar a España en 1996, y sus partidarios dijeron que los jerarcas de la Iglesia querían tanto protegerlo como sacarlo del camino. Regresó a Cuba poco antes de la visita del Papa Juan Pablo II en 1998.

Después de que agentes de la Seguridad del Estado irrumpieron en la iglesia en el 2007 para arrestar a 15 jóvenes disidentes que se reunieron en el interior, condenó públicamente el hecho como una “pachanga terrorista”.

Rodríguez siguió con una carta abierta al hermano y sucesor de Castro, Raúl Castro, en el 2009, instándolo a realizar cambios no sólo en la economía sino también en el modelo político de estilo soviético de la isla.

“Cuando los problemas no se solucionan pasa como con las heridas, y cuando las infecciones son muy grandes pueden costar la vida del paciente”, dijo. “En una situación como la de Cuba sólo una actitud de diálogo y de respeto al diferente es fundamental

Rodríguez fue galardonado con el premio “Tolerancia Plus” el año pasado, en reconocimiento a su labor en favor de los derechos individuales, por parte de tres grupos disidentes: el Comité Ciudadano por la Integración Racial (CCIR), el Proyecto Nuevo País y el Observatorio de Derechos Humanos. Le entregó el premio la bloguera Yoani Sánchez, de La Habana.