El partido opositor venezolano Primero Justicia denunció que personas afines a la campaña de Chávez asesinaron al menos a dos miembros de la oposición cerca de un acto del candidato Henrique Capriles, en el estado Barinas.

Por su parte el presidente de Venezuela Hugo Chávez afirmó el sábado que la policía capturó a un número de personas que realizaban sabotajes contra el sistema de electricidad, como parte de lo que llamó una campaña de la oposición para propagar el temor en medio de las elecciones presidenciales del próximo domingo.

Juan O. Tamayo

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El Ministerio del Interior confirmó las muertes, ocurridas en una carretera, y aseguró que serán investigadas y los responsables serán identificados, detenidos y sancionados.

Chávez declaró que la oposición ha sido responsable de sabotajes al servicio eléctrico para “amedrentar” a los venezolanos durante la campaña electoral.

“Andan desesperados tumbando los cables eléctricos para generar fallas y después decir que es Chávez, para culpar al gobierno”, declaró el presidente venezolano en un acto de campaña en el pueblo de Guarenas, cerca de Caracas..

Chávez añadió que la policía detuvo a varias personas atentando contra la red eléctrica, pero no dio más detalles, según periodistas que cubrieron su visita a Guarenas.

Partidarios del candidato de la oposición Henrique Capriles han señalado repetidas veces que temen que el mismo Chávez podría desatar algún tipo de caos, como apagones eléctricos, si se ve perdido en las elecciones del 7 de octubre.

Las ciudades venezolanas se han visto azotadas por repetidos apagones en años recientes, la mayoría de los cuales han sido atribuidos a la sequía, mala administración del sistema, la falta de mantenimiento y pocos fondos destinados a la expansión de la red eléctrica.

Pero funcionarios del gobierno de Chávez han alegado anteriormente, sin mostrar pruebas, que son los seguidores de Capriles los que están conspirando para interrumpir la electricidad con el objetivo de sembrar el caos alrededor de los días de las elecciones presidenciales.

Unos documentos del Comando General de la Milicia Bolivariana, fechados en julio, aseguraba que la oposición planificaba acciones de sabotaje contra el sistema eléctrico del país como parte de un plan general de desestabilización que justificaría una invasión estadounidense al país sudamericano para sacar a Chávez del poder si perdiera las elecciones.

“Conociendo por métodos estadísticos que el triunfo electoral del presidente Chávez es irreversible […], sectores opositores intentan perpetrar un sabotaje eléctrico para generar desestabilización y propiciar una intervención extranjera”, indicó uno de los documentos, que fueron descritos en un reportaje de El Nuevo Herald en agosto.

El sabotaje “está organizado desde los Estados Unidos de Norteamérica con apoyo de la ultraderecha venezolana y empresas transnacionales, y con la ejecución técnica de especialistas de Corpoelec, la empresa estatal de electricidad”, añadió.

Otro de los documentos obtenidos por El Nuevo Herald, titulado Plan de Apoyo de Seguridad Eléctrica Nacional de la Milicia Bolivariana, contempla la asignación de 2,000 milicianos para proteger las instalaciones.

Según ese documento, los milicianos estarían distribuidos en tres “dispositivos” diferentes, denominados Turbina, Estación y Torre, que podrían operar en actividades que van desde el patrullaje de áreas y los controles de puntos de entrada, hasta la operaciones de “redes de contrainteligencia”.

Las milicias han sido armadas para defender la revolución bolivariana y no necesariamente al Estado. Según el recién develado Plan Sucre, Chávez pretende contar con un millón de milicianos para el próximo año, que deberán ser entrenados para sostener una guerra de guerrillas prolongada ante la posibilidad de una invasión estadounidense.

En junio, el ministro de Energía Eléctrica, Héctor Navarro, presentó a periodistas una serie de fotografías que según él probaban el sabotaje, al que Chávez había culpado de las fallas en la red energética durante los últimos cuatro años.

Las fotografías mostraban equipos de generación y distribución eléctrica incendiados con lo que Navarro llamó “el uso de fósforos”, cables de alta tensión cortados y torres derrumbadas cuando se les quitaron tornillos y tuercas.

Navarro afirmó en ese momento que ya había “sancionados” y aseguró que era parte de una campaña para minar las posibilidades de reelección de Chávez.

“Nosotros estamos en la capacidad de garantizar que las elecciones van a ir y tener pleno respaldo eléctrico, independientemente de que uno considere que alguien puede estar desesperado porque no levanta en las encuestas”, afirmó Navarro, refiriéndose a Capriles.

Para la oposición, agregó, “puede ser conveniente que no haya elecciones para después señalar que fue Chávez quien no las hizo”.

Esta fue completada con servicios cablegráficos de El Nuevo Herald.