La mayor asociación sindical convocó también a una marcha hacia La Paz para presionar al gobierno por la nacionalización de una mina disputada entre estatales y cooperativistas

"Terminado (este viernes) el paro de 72 horas a nivel nacional, a partir de la próxima semana nos estamos movilizando para entrar a la huelga nacional indefinida", anunció en rueda de prensa Juan Carlos Trujillo, representante de la Central Obrera Boliviana, al cabo de una reunión de dirigentes sindicales en La Paz.

A pesar de la amenaza, Trujillo aclaró: "no queremos agudizar, no queremos un enfrentamiento, pero también nosotros deslindamos responsabilidades de lo que pueda acontecer (en el futuro)”.

En su segundo día de huelga, la COB no pudo cumplir su objetivo y las manifestaciones a las que llamó tuvieron una escasa convocatoria, al igual que el miércoles, excepto en Santa Cruz, donde fue relativamente numerosa, según imágenes de la televisión local.

Mientras el gobierno de Evo Morales y los sindicatos de Bolivia tienen prevista una crucial reunión en la noche del jueves para intentar nuevamente el conflicto que provocó hasta ahora un muerto y varios heridos en choques con dinamita entre mineros estatales y cooperativos.

La cooperativa privada 26 de febrero, que opera en la mina Colquiri, recientemente expropiada a la suiza Glencore, aceptó ya la propuesta oficial de explotar de manera compartida con la estatal Corporación Minera (Comibol) la rica veta de estaño y zinc.

La propuesta fue rechazada por los estatales que plantearán la cesión de la veta San Antonio a cambio del filón Rosario y dos de sus ramales.

"Se entrega la veta San Antonio y ahí directamente tenemos que pacificar e incorporar la Cooperativa 26 de febrero a Colquiri, pero lamentablemente el sector cooperativo se cierra; tiene una posición bastante radical, quiere todo o nada, quiere la veta Rosario con sus ramales N y B", deploró Miguel Pérez, líder del sindicato de mineros del estado (FSTMB).